VALÈNCIA. El talento joven llega a Valencia de la mano del hub Global Shapers. Se trata de una sólida comunidad con más de 10.000 integrantes de entre 18 y 27 años que trabajan en 150 países de todo el mundo, en los que lideran iniciativas de impacto social, desarrolladas a nivel local y global en torno a tres ejes principales: clima y medioambiente, empleo y equidad y educación e inclusión.
Los shapers -así se denominan los asociados al club- dan sus primeros pasos tras la aprobación formal en el Foro Económico Mundial, cuyo presidente, Klaus Schwab, fue el fundador de la asociación en 2011. Este organismo les da luz verde para emprender un proyecto sin ánimo de lucro que lleva al menos medio año fraguándose. Ahora, desde Valencia, tienen la oportunidad de constituirse como la cuarta sede en España, puesto que Madrid, Barcelona y Bilbao ya cuentan con plataformas consolidadas.
La idea se alumbró el verano pasado cuando Luis Borja García, impulsor de la iniciativa, dio con un libro publicado por el hub de la capital -uno de los más veteranos- que explicaba la labor de Global Shapers. Esta lectura despertó su interés y propuso la incorporación de un espacio de trabajo similar en la Comunidad Valenciana, dada “la potencialidad de talento joven que tiene y su ecosistema”. Así lo explica el emprendedor que, junto con otros dos compañeros, Belén Pons y Luis Torada, promovieron el proyecto.
Por ahora, el equipo está formado por ocho jóvenes con perfiles diversos, que abarcan campos como el del emprendimiento, la economía, la docencia, la ingeniería o la bioquímica. Así, según García, el objetivo de todos ellos de cara a los próximos doce meses es “crear una base sólida”, con vistas a la apertura de un proceso de captación de talento para ampliar el grupo en unos 25 miembros.
De forma paralela, se reúnen cada semana para trabajar en la detección de necesidades sociales y se comprometen a desarrollar un proyecto al año, aunque su promotor no duda que crearán “muchos más”, pues poseen “un equipo muy motivado y con intención de llevarlos a cabo”. Asimismo, el propósito en esta fase de crecimiento es entablar los primeros partenariados con empresas y universidades, entre otros, para “lograr una involucración por parte de todos los agentes”, según indican desde la plataforma.
Ahora mismo, todavía no hay proyectos en marcha y las ideas que hay sobre la mesa no requieren una inversión inicial elevada por el momento, pues se centran en ámbitos como el sector estudiantil o el de la tercera edad. Para este último “probablemente” impartirán charlas formativas sobre el uso de las nuevas tecnologías en centros de mayores, ya que “es un sector que nos resulta muy interesante porque está desplazado”, explica García.
A esta idea se suman otras como la creación de acuerdos con colegios profesionales, que se materializarían en forma de mesas redondas con alumnos preuniversitarios, donde los colegiados aportarían su visión acerca de la profesión y, de esta forma, ganarían visibilidad y al mismo tiempo ampliarían el horizonte de futuro de los jóvenes. También entra dentro de sus planes el cuidado medioambiental, para lo que idearían sistemas de reciclado o fomentarían medidas de reducción de tráfico a través de acuerdos con organismos públicos.
Para el líder del grupo “el objetivo es ir desarrollando proyectos en estas tres vertientes” y, en el caso de que obtengan beneficios, los reinvertirán en nuevas actividades en favor del bienestar colectivo. A su vez, las sedes operan de manera conjunta desde distintos puntos del planeta, por lo que las iniciativas locales son extrapolables a otros países o ciudades y viceversa. “Hay proyectos en Barcelona, Lisboa o París que se pueden traer aquí”, añade.
Se trata de la primera gran operación que emprenden los componentes de la formación, unidos por la “la inquietud, la motivación y el interés real por desarrollar iniciativas” en las que invierten su tiempo de forma voluntaria para hacer realidad las actividades propuestas en un hub que “surge por la ilusión de montarlo”.