VALÈNCIA. Han pasado cuatro meses desde que las llamas devoraran dos naves y el centro de clasificación de la compañía Huevos Guillén en la localidad valenciana de Sinarca. Un tiempo en el que la empresa ha estado trabajando para que el impacto del siniestro fuera el mínimo y se garantizara en todo momento el suministro a sus proveedores, entre ellos Mercadona. En un principio, tuvieron que redistribuir su producción a otros centros cercanos, pero ahora están inmersos en las obras para reconstruir sus instalaciones en su granja valenciana.
Fue a finales de octubre cuando un incendió calcinó dos naves de puesta de huevos y su centro de clasificación de huevos en sus recinto avícola en Sinarcas. No hubo daños personales, pero fallecieron cerca de 80.000 gallinas, que en ese momento estaban en uno de las naves afectadas por el fuego. Los tres espacios quedaron totalmente calcinados e inoperativos y ahora la compañía está levantando nuevas instalaciones en la zona. Para ello, ha invertido cerca de 12 millones de euros.
"Ha sido un trabajo duro. Desde el primer momento, la prioridad fue la seguridad de los trabajadores, el mantenimiento del empleo y que el suministro quedara garantizado", explican fuentes de la compañía a este diario. La producción se garantizó desde el minuto uno y no se ha fallado ningún pedido. Gracias a nuestra capilaridad pudimos apoyarnos en otras de nuestras granjas para solventar en un primer momento la situación", remarcan.
Así, días después del incendio Huevos Guillén redistribuyó el trabajo de Sinarcas a dos de sus centros más cercanos en Bullas en Murcia y Perales del Alfambra en Teruel. Allí se asumieron las labores de clasificación de huevos y se consiguió apoyo logístico y personal para asegurar que el suministro llegara a los puntos de venta habituales.
Mientras tanto, la producción en sus instalaciones valencianas se mantuvo, ya que soló se quemó una nave con gallinas. La otra estaba vacía en el momento del incendio. Pese a que fallecieron cerca de 80.000 gallinas, Huevos Guillén no ha tenido que comprar nuevas especies ya que disponen de más de cinco millones de aves repartidas en sus once centros a nivel nacional, con lo que se ha podido suplir esa producción de huevo, explican desde la compañía valenciana.
Cinco semanas después del fuego, la compañía alquiló a un productor local una nave en la zona de Sinarcas para traer de nuevo las labores de clasificación a tierras valencianas y evitarse el transporte hasta Teruel y Murcia. No obstante, tuvo que acometer algunas labores de adecuación en esas instalaciones para dotarlas de la maquinaria necesaria. "La nave ya estaba montada, pero nosotros la hemos acabado de dotar con nuestros equipos de envasado para llevar a cabo los trabajos de clasificación de huevo", puntualizan.
De esta forma, las 93 personas que trabajan en el centro calcinado han pasado a trabajar en estas instalaciones provisionales, en las que todavía continúan trabajando. "Pese al siniestro no hemos tenido que acometer ningún ERTE y se ha podido mantener todo el empleo. Esa ha sido una prioridad para la empresa", subrayan desde Huevos Guillén. De hecho, se ha reforzado la plantilla con ocho nuevas incorporaciones adicionales.
Paralelamente, inició las obras para la reconstrucción de las tres instalaciones que quedaron destruidas por el fuego: el centro para clasificar los huevos y dos nuevas naves de puesta. Asimismo, ha adquirido nueva maquinaria para equiparlas. Y todo ello con una inversión que alcanzará los 12 millones de euros, según explica la compañía.
En estos momentos, los trabajos constructivos se encuentran en una fase de cimentación y la previsión es que finalicen antes de que acabe este 2022. Mientras tanto, las labores de clasificación se seguirán acometiendo en la plataforma alquilada, donde todavía tienen en vigencia el contrato de arrendamiento.
Pese al incidente, Huevos Guillén sigue adelante con sus planes de transición hacia una producción 100% en sistemas alternativos. Su objetivo es conseguir que en 2025 todos los huevos producidos en sus granjas lo sean con gallinas criadas en suelo, camperas y ecológicas. Y, aunque el suceso les llevó a tener que repensar su estrategia, finalmente han conseguido que sus planes sigan adelante. De hecho, aseguran que en el mes de marzo ya tendrán al 42% de su censo produciendo en sistemas alternativos (suelo y campero) para en 2025 abandonar el sistema en jaulas.
Aunque todavía se desconocen las causas exactas y la investigación de la Guardia Civil prosigue, todo parece indicar que fue un incendio fortuito, explican fuentes de la compañía. El fuego se declaró en torno a las 15 horas del jueves 21 de octubre y hasta el lugar se desplazaron hasta siete dotaciones de bomberos. Las labores de extinción se prolongaron durante horas, pero no hubo víctimas.
Sobre el terreno, el equipo sanitario asistió a dos bomberos por inhalación de humo que fueron trasladado al hospital de Requena (Valencia), según informó el Centro de Información y Coordinación de Urgencias (Cicu).