VALÈNCIA. La Asociación Empresarial de Restauración Colectiva de la Comunitat Valenciana (AERCOV) ha solicitado que se incremente al menos entre 30 y 40 céntimos el precio del menú escolar con el fin de cumplir el nuevo decreto de fomento de una alimentación sostenible en el ámbito de las administraciones públicas. Así lo recogieron en su documento de alegaciones, donde señalaban la necesidad de esta subida para que las empresas que prestan el servicio puedan cumplir las exigencias en cuanto a abastecimiento de productos de proximidad y ecológico.
La normativa de sanidad, al margen de legislar sobre qué se puede vender en máquinas expendedoras ubicadas en centros educativos de la Generalitat Valenciana, regula el servicio a prestar en comedores. En éste se señala que se fomentará la compra de frutas, verduras y hortalizas frescas, alimentos de proximidad y de producción ecológica. Para ello, las empresas que presten el servicio a través de concursos públicos tendrán que abastecerse al menos de un 40% de frutas y hortalizas frescas de temporada en la Comunitat Valenciana y de productos ecológicos en un porcentaje de al menos un 3% del total de las compras.
En este sentido, AERCOV señala que en el caso del menú escolar el precio, que es de 4,25 euros IVA incluido, lleva congelado ocho cursos consecutivos. Según especifican, los gastos de elaborar un menú -si se incluye el personal- es de 4,24 euros IVA incluido. "El precio medio de venta del menú por las empresas es de 2,80 a 3 euros", especifican. "Estimamos que con los productos ecológicos y de proximidad nos iremos a un coste entre los 3,05 y los 3,30". Por este motivo, insisten en que el precio del menú se debería de igualar al de otras comunidades autónomas, lo que supondría que la Conselleria de Educación pagara por él entre los 4,50-4,60 euros "como mínimo", sin incluir al monitor.
El decreto de Sanidad sí contempla esta posibilidad. "En la fijación del precio diario del servicio de comedor escolar por la Conselleria competente en materia de gestión de los comedores escolares se tendrán presentes las exigencias del presente Decreto en materia de alimentos ecológicos, de proximidad y temporada", recoge. Sin embargo, desde el departamento de Vicent Marzá señalan que esta opción de momento no se ha planteado.
Al margen de esta exigencia, desde la asociación de empresas de restauración señalan que la logística de los productos de proximidad y ecológicos es muy complicada para los pequeños y medianos productores ya que les sale mucho más caro que llevarlo sólo a un sitio, por ejemplo a Mercavalencia. "Es imprescindible que se adapten a las nuevas demandas y puedan distribuir sus productos a los distintos centros escolares u otras dependencias. Esto supondrá una subida en el coste de estos productos". Esta última afirmación la realizan atendiendo a que tendrán que modificar las condiciones de los productos, como los envases, además de aspectos como las condiciones de entrega, incluyendo vehículos acondicionados para ello.
Tampoco tienen claro que haya suficiente materia para cumplir el decreto. "La producción de los productos ecológicos no está preparada para abarcar la gran demanda en este sector. El volumen y abastecimiento de producción eco en España es muy limitado", aseguran. Realizado el cálculo por la asociación, señalan que la compra total diaria para el producto de proximidad sería de 50.180 kilos y en el caso del ecológico 3.010 kilos, todo ello para alimentar a 250.903 comensales en la Comunitat Valenciana.
También hacen mención al tiempo. "Es el clima el que dictará el poder disponer o no de los productos ecológicos y de proximidad. En el caso de condiciones climatológicas sean desfavorables, el coste de estos productos se incrementaría", insisten. En las alegaciones también aluden a la calidad, donde señalan la complicación de garantizar la calidad de los productos en cuanto a la homogeneidad de tamaños y variedades. A esto suman la falta de control sanitario en cuanto a etiquetado legal, control de alérgenos, el mayor riesgo de que aparezcan productos extraños por la mayor cantidad de insectos de los cultivos y los riesgos químicos por los residuos de plaguicidas.