VALÈNCIA. Lorena Martínez fue nombrada presidenta de la Federación de Caza de la Comunidad Valenciana en 2022 con tan solo 32 años, convirtiéndose así en la única mujer al frente de esta entidad a nivel nacional. Es ingeniera de montes e inició su andadura como becaria, mientras que ahora se encarga de marcar los pasos de una federación que ya alcanza los 36.000 afiliados.
En esta entrevista a Valencia Plaza, Lorena Martínez aborda cuáles son las principales prioridades que marcarán los próximos años tras el cambio de gobierno en la Generalitat, ahora con el Partido Popular y Vox en coalición; este último con una posición clara en defensa de la caza. Pese a esto, la presidenta insiste en que "la caza es apartidista, hay personas de todos los tintes políticos" y aboga por mantener una conexión cercana para conseguir mejoras urgentes.
Entre sus objetivos, destacan la comercialización de la carne de caza, dar reconocimiento al papel del cazador e impulsar un cambio normativo que permita "desahogar" al sector de unas obligaciones que consideran restrictivas.
- ¿Cuál es la situación general del sector de cazadores de la Comunitat Valenciana?
"Luchamos para que la caza se vea como una actividad de gestión legal y necesaria"
Ahora mismo nos encontramos en que estamos casi luchando, peleando, para que la caza se vea como lo que es en realidad, una actividad de gestión legal y necesaria. Muchas veces sentimos esa parte de incomprensión que lo que hace es criminalizar a un sector que pone de su tiempo, de su dinero y de su bolsillo para solucionar problemas sobre poblaciones, como el jabalí. Aparte de eso, pues todo el tema de mejoras e inversiones que se hacen en el monte es algo que nosotros tenemos que vender y que la gente también tiene que empezar a valorar.
- Ha afirmado en varias ocasiones que la caza ha pasado de ser una afición a una obligación. ¿Por qué sucede esto?
Nosotros venimos de una Ley de Caza del año 2004. Han pasado 20 años y, además, en esos 20 años ha cambiado muchísimo la forma de vivir de las personas. Hace 20 años muchísima más gente vivía en los pueblos, más gente se dedicaba a la agricultura y ahora todo es más urbano. Cuando hay un abandono del territorio, todas las especies que viven allí también cambian. ¿Qué es lo que ha pasado en esos 20 años? Pues que muchos cultivos que antes estaban trabajados ahora ya no lo están y ciertas poblaciones, por ejemplo el caso del jabalí, cada vez están más cerca y descontroladas.
¿Qué pasaba en el 2004? Lo que decía la norma es que la caza como actividad deportiva era una actividad que, como hace una especie de aprovechamiento en el monte, tiene que reinvertir en él. Entonces, la ley lo que dice es que las piezas de caza, en función de la especie, tienen un valor y hay una orden de valoración de especies que determina cuánto vale cada animal. Nosotros para cazar tenemos unos planes técnicos de ordenación que dicen cuánto, cómo y en qué periodo se pueden cazar ciertas especies.
A partir de ahí, cuando termina la temporada y en base a ese plan técnico que viene por parte de la Administración aprobado, presentamos una memoria que dice cuánto hemos cazado y de qué especie. Lo que se hace es una multiplicación del número de especies por el valor y por el precio y sale un total. De ese total, el 35% tiene que ir reinvertido en mejoras en el monte: comederos, bebederos, balsas… Hay una estimación en la web de la Conselleria, creo que está alrededor de los 18 millones de euros lo que invierten los cazadores en el monte.
Cuando tú vienes de una situación en la que la caza es una actividad deportiva o una actividad de ocio, entiendes que de alguna manera puedas o no reinvertir, porque hay otras actividades que se hacen en el monte, como la recolección de setas, que en muchos casos no tienen esa reinversión. Ahora mismo esa parte no está y la parte que existe es que en esas resoluciones de los planes técnicos, en muchísimos de ellos, ahora viene una obligación. Cuando tú obligas a alguien a hacer algo, qué menos que lo reconozcas y además le ayudes a que esa obligación pueda ser más llevadera. Y esa es la parte que reclamamos.
Si tú ahora me estás obligando a que yo salga a cazar porque así viene reflejado, qué menos que me ayudes a rebajar ese peso que me supone salir todos los fines de semana. ¿Cómo? Reduciendo tasas, cambiando normativas, penalizando a aquellos que boicotean mi actividad que tú me obligas a hacer, reduciendo lo que yo tengo que pagar por algo que tú me obligas. Y esas son un poco las demandas que nosotros plasmamos en estos acuerdos que firmaron algunos partidos en campaña electoral y va a ser un poco nuestra guía durante estos cuatro años, porque entendemos que si la situación ha cambiado, también hay que hacer un cambio a nivel normativo.
- ¿Se hacen responsables económicamente de los daños ocasionados en el campo por los animales?
Sí. Por ejemplo, el Desert de les Palmes no es zona de caza y ahí no se puede cazar. Yo puedo ser agricultor y tener una parcela en un coto en Borriol, que linda con el Desert de les Palmes. Si los jabalís que hay en el Desert vienen a mi parcela de Borriol y me generan un daño, yo puedo, por la Ley de Caza, reclamar al club de cazadores que cacen. Si todavía veo que tengo daño, puedo reclamarles los daños que esos animales me están generando. Y el club de cazadores como responsable de la gestión de esos animales debe indemnizarme.
Ahora, yo en una parcela que está fuera del coto de caza no tengo a quién reclamarle. El responsable de los daños que hagan los animales en una zona que no es coto de caza es el propio agricultor. Alrededor del 80% de la Comunidad Valenciana es coto de caza, imagínate la indefensión que tiene un cazador.
Lo que intentamos siempre es tener muy buena sintonía con los agricultores porque entendemos el problema que existe. Pero también queremos que la gente entienda que lo que hacemos es casi un servicio a la sociedad. No solo tiene que ver con los daños, también con los accidentes de tráfico, con las enfermedades y con las plagas. El jabalí el problema que tiene es que es un animal que se mueve muy rápido, que se adapta casi en cualquier lugar, que come absolutamente de todo y que además tiene muchas crías durante el año. Entonces, no es solo una función de gestión, sino también es una función de prevención y de seguridad para las personas.
- ¿Sobre qué cifras oscilan esas compensaciones económicas?
Depende de las parcelas. Ava-asaja sacó una cifra estimada de cuánto suponen los daños que provoca la fauna salvaje a los agricultores, que no es el dinero que invierten los cazadores, sino los que ellos estiman que tienen en daños, y está alrededor de 25 millones de euros. Es un problema importante.
- ¿Cuántos miembros componen la federación actualmente?
"Somos la segunda federación con mayor número de afiliados de la Comunidad Valenciana"
Nosotros somos la segunda federación con mayor número de afiliados de la Comunidad Valenciana y la segunda también a nivel nacional. Primero está el fútbol y después la caza, estamos alrededor de 36.000 federados.
- ¿Hay relevo generacional?
La caza y la agricultura son actividades que se tienen que vivir normalmente de la mano de alguien para entenderlas y para acercarte. Yo he jugado toda mi vida a balonmano y solo tenía que coger un balón y una portería para ver si me gustaba o no. La caza es mucho más, no puedes coger un arma e irte al campo a probarlo, básicamente porque tienes que hacer como mínimo dos exámenes y un reconocimiento psicotécnico. No tenemos el relevo que teníamos hace 50 años porque hay mucha menos gente que se dedica a actividades en el ámbito rural. Sí es verdad que después de la covid la gente ha vuelto a los pueblos, hemos notado un repunte y la gente joven se interesa. Aún así, el día 9 de septiembre vamos a organizar una jornada para para fomentar la caza entre el sector más joven y las mujeres.
- ¿Cuál es el porcentaje de presencia femenina en el sector?
"La presencia femenina en el sector no llega al 1%"
No llegamos ni al 1%. Es una actividad muy exigente, no es solo estar en el monte, sino además es estar cargada, con un arma, con la munición. Y es duro, no es algo sencillo. Pero cada vez hay más mujeres, al final ahora nos dedicamos a casi cualquier cosa y en ese sentido siempre tenemos ese margen de mejora. Como teníamos el baremo tan bajito, a poco que mejoremos ya se nota.
- ¿Qué hay de la comercialización de la carne?
Es un tema complicado porque la carne de caza es una de las más saludables. El problema que tenemos aquí en la Comunidad Valenciana es que la carne de caza se puede autoconsumir, pero cuando va para un tercero tiene que pasar por unas salas que se llaman de inspección de carne de caza.
En la Comunidad Valenciana no tenemos ninguna, con lo cual lo que hay que hacer es llamar a una empresa de fuera ―hay una en Aragón, hay otra en Castilla-La Mancha y otra en Extremadura― para que venga a propósito a recoger esa carne y así poder comercializarla. Si vienen de tan lejos, necesitas asegurarles que haya unos mínimos. Aquí en la Comunidad Valenciana la caza que hay es una caza social, de pueblo, no son las grandes monterías. Que un club asegure que va a tener más o menos capturas es complicado. Por eso, una de las demandas precisamente es desarrollar esas salas y llevar ahí la carne para que un veterinario tome las muestras.
"La comercialización de la carne de caza es una de nuestras propuestas"
Es complicado que te obliguen a cazar, que no tengas dónde llevar al animal y que no te quepan más animales en la nevera. La comercialización de la carne de caza es una de nuestras propuestas que queremos que se desarrollen porque entendemos que es una vía bastante positiva, porque no solo puedes dar carne de calidad a la gente, sino que también al cazador le desahogas de no saber qué hacer con los animales.
- ¿Cómo varían las ayudas según cada comunidad autónoma?
Cada comunidad tiene sus propias medidas. Nosotros pagamos una tasa de aprovechamiento, como un alquiler del coto, todos los años para todos iguales, que son de alrededor de 200 euros. Esa tasa en Murcia la suprimieron. En Castilla-La Mancha lo que han hecho es que para la gente que es de allí la licencia de caza sea gratuita. Y en Cataluña, por ejemplo, dan ayudas por jabalí abatido por el tema de la sobrepoblación. Aquí el cazador no ha tenido ningún tipo de gesto durante estos tiempos para desahogarlas; es otra de las partes que plasmamos en estos acuerdos para que de cara a estos cuatro años sea una forma también de poner en valor todo lo que hacemos los cazadores en la Comunidad Valenciana.
- ¿Les ha transmitido el nuevo Consell algún avance?
Nos reunimos con la nueva consellera, con Salomé Pradas, a la semana siguiente de ser nombrada. Para nosotros es muy positivo. Que una consellera atienda a un sector tan importante como es el de la caza la primera semana de serlo pone el valor que la caza es necesaria y que necesita de esa atención. A las dos semanas nos sentamos también con José Luis Aguirre, el conseller de Agricultura, porque aunque la caza esté en el área de Medio Ambiente, tiene mucho que ver también con la agricultura y es algo que le preocupa bastante.
Les hemos expuesto cuál va a ser la ruta de trabajo durante este tiempo, el hecho de que se sienten con nosotros tan pronto es un gesto que agradecemos y esperamos que durante estos cuatro años se mantenga esa relación. Va a ser necesaria la conexión entre Gobierno y Federación de Caza porque es un tema bastante importante que afecta a toda la comunidad.
- En el pacto de gobierno está Vox, que ha mostrado una postura abierta sobre la caza. ¿Considera que su defensa es positiva para el sector o piensa que se ha politizado?
Yo creo que últimamente todo lo que hagas se politiza. La caza muchas veces ha sido como un arma arrojadiza de precisamente eso. La manifestación que hicimos el 6 de mayo fue un claro reflejo de que la caza no tiene color político, porque allí vinieron representantes tanto de izquierdas como de derechas, porque entendían que hay una necesidad. En un sector tan grande como es el de la caza con más de 36.000 federados, cada quien es de lo que considere. Sí es cierto que hay partidos que han mostrado de una forma mucho más directa su apoyo por la caza, pero, al final, cuando hicimos ese trabajo de la firma de los acuerdos Vox se sentó, Ciudadanos se sentó, PP se sentó y PSOE se sentó también. Entonces, deja claro que la caza es apartidista y que en nuestro sector hay personas de todos los tintes políticos.
A raíz de los nuevos nombramientos, ¿se ha planteado vincularse a la política? ¿Le han ofrecido algún cargo?
No. Mi papel está en la federación porque cuando tú presides una entidad con tanta gente tienes que tener un compromiso para, por lo menos durante los cuatro años de legislatura, intentar que la caza vaya a más. Yo creo que mi papel está aquí y creo que es necesario también que haya gente que conozca el tema en el gobierno, porque no tiene ningún sentido que se gobierne desde la ignorancia.
En este caso, Elena Cabrera se nos ha ido y nosotros nos alegramos mucho por ella. Entendemos que es positivo que cuenten con gente experta en la materia para poder así trabajar de una forma consciente y no lo vemos como algo negativo, siempre y cuando se trabaje por la caza y por entender el sector. En la anterior legislatura, el secretario autonómico de Agricultura también captó a un periodista de un sindicato agrario y es una forma de hacer entender que si te importa la agricultura o si te importa la caza, pues intentas tener a gente que entienda y que comprenda el sector para poder trabajar desde el conocimiento.
- Mencionaba la manifestación de mayo. ¿Cómo valora la movilización?
Fue el momento exacto en la situación más oportuna. Cuando alguien te hace recapacitar y te pone delante todo lo que está sufriendo el sector, no solo a nivel normativo sino a nivel social, al final se genera una necesidad de salir a la calle y decir orgulloso que eres cazador. El hecho de que más de 50.000 personas viniesen a Valencia ese día, que se superasen absolutamente todas las expectativas, sin ningún solo incidente, lo que hace pensar es que la gente está harta. La gente abrió los ojos y vio que la caza en la Comunidad Valenciana no es una actividad puntual. A nosotros nos ayudó mucho a demostrar que la caza es un sector muy importante, una parte fundamental de los pueblos de interior de la Comunidad Valenciana. A nivel personal, fue casi que el día más importante de mi vida. Ver que tu gente atiende la llamada y no defrauda fue algo muy importante.
- ¿En qué zonas de la Comunitat tiene más peso?
Depende de la zona y depende también del tipo de terreno. Antes en las zonas de interior donde hay más monte pues había más caza, pero es que ahora los estamos viendo ya en Alfàs del Pi, en Oliva y los estamos viendo en todos los sitios. Se ha extendido, tenemos 999 cotos en la Comunidad Valenciana, más del 80% del territorio es de caza y yo creo que es algo que está totalmente extendido desde el sur hasta el norte.
- Antes ha comentado que luchan contra la criminalización. ¿Cómo recibe las críticas de los colectivos animalistas?
Yo creo que si tú sales a la calle y le preguntas a la gente qué piensa de la caza, la mayoría dirá "si hacen lo que tienen que hacer de una forma legal, regulada y además generan un beneficio en la sociedad no hay ningún problema". Sí es cierto que hay ciertos colectivos que, por desconocimiento e ignorancia, porque cuando los escuchas hablar te das cuenta de que no tienen ni idea, criminalizan y atacan muchísimo a un sector que lo único que queremos es que nos dejen en paz.
Recibimos muchísimos ataques y nos mantenemos bastante al margen. Somos bastante pacíficos, no solemos entrar a ese tipo de provocaciones. Nos llamaron de la propia Administración para hacer actuaciones en el Desert de les Palmes y allí acudieron colectivos anti-caza para boicotear esas batidas con petardos, con carteles, con piquetes. Los cazadores tuvimos una actitud totalmente valorable, yo creo que a nadie le gustaría que le obliguen a hacer algo y encima tenga que recibir insultos y ataques constantes.
En la redes sociales hay libertad absoluta para decir cualquier barbaridad que se te ocurra y no hay publicación en la que yo salga y no reciba algún mensaje poco cariñoso del estilo "¿duermes tranquila por las noches?", "ojalá te pase a ti lo que tú le haces a los animales".
- Fue nombrada presidenta de la federación en 2022. ¿Cómo fueron sus inicios hasta llegar a esta posición?
Yo entré en la federación de becaria. Yo soy ingeniera de montes, estudié en la Universidad Politécnica y nosotros colaboramos con la universidad para formar a ingenieros. Lo que hacemos es hacer esos planes técnicos de ordenación cinegética para que los cazadores puedan salir al campo en las condiciones que necesitan y sale una oferta de prácticas. Yo entré por una oferta de prácticas para tres meses.
Lo que hice esos tres meses fue trabajar mucho, pero también salir mucho a la calle, ir mucho a los pueblos, conocer a la gente. Y llama la atención como en un sector que es tan masculino, que hay tantos hombres, a las mujeres nos cuiden tanto porque ellos también quieren que hayan más mujeres cazadoras. También hay que quitar ese tabú de que la caza es una actividad machista porque es todo lo contrario. Yo jamás he escuchado nunca ningún comentario machista de un cazador hacia una cazadora. Y, pues bueno, trabajando mucho con la gente de a pie me fui adentrando en este mundo.
Vieron que me gustaba lo que hacía, que yo creo que eso es lo más importante de todo, y en 2022 me ofrecieron la oportunidad de poder presentarme. No es una situación fácil para alguien de 30 años que se dedique a gestionar a 36.000 personas y además en un sector tan duro, pero yo creo que es muy importante rodearte de gente que te apoye. Yo tengo suerte de tener un gran equipo.
- Sobre el impacto de la caza en la sociedad se habla sobre todo del control de sobrepoblación. ¿Qué considera que la sociedad desconoce sobre la actividad?
Cuando tú le dices a la gente que invertimos 18 millones de euros al año en mejoras, se sorprende muchísimo porque se dan cuenta de que la caza no es solo una actividad en la que yo salgo un día con un arma y abato un animal, sino que estoy trabajando 365 días por mantener un equilibrio de esas poblaciones. Cuando tú le dices a la gente que en la mayoría de territorios de la Comunidad Valenciana te están obligando a cazar con tu tiempo, con tu dinero, con tu esfuerzo y que no recibes nada a cambio, la gente se sorprende también porque no se da cuenta de la importancia que tiene el hecho de seguir cazando. Y cuando además le dices a la gente que la caza a nivel federativo es la segunda potencia a nivel de la Comunidad Valenciana, también se sorprenden.
No hay una sensación de que la gente odie la caza. Sí hay una sensación de que la gente desconoce lo que hacemos y cuando empiezan a conocer un poquito se dan cuenta de que es mucho más y cambia esa percepción, que en muchísimos casos no es negativa.
- ¿Cuáles son los siguientes pasos?
Nosotros ahora estamos empezando una nueva etapa, con un nuevo gobierno. Nuestra línea a seguir van a ser esos acuerdos que se firmaron, que se basan básicamente en reconocer el papel del cazador, reducir o simplificar administrativamente los trámites porque son bastante complejos, dar salida a la carne de caza y dar una estructura que sea mucho más ágil para que la caza se vea reconocida como lo que es, una actividad esencial en el medio natural. Nos queda esperar y ver cómo evoluciona todo en estos años.