WASHINGTON (EFE). La Reserva Federal (FED) comenzó ayer su nueva reunión de política monetaria en la que no se espera sorpresas sobre tipos de interés, actualmente entre el 1,5 % y el 1,75 %, y en medio de la buena salud de la economía estadounidense. Los mercados descartan movimientos en los tipos de interés, y aguardan al encuentro de junio, en el que sí que se espera que el banco central estadounidense lleve a cabo un nuevo alza del precio del dinero.
La FED anticipa al menos dos subidas más de los tipos de interés dado el buen ritmo de crecimiento económico; la baja tasa de desempleo, que está en el 4,1 %; y la esperada subida de la inflación. En marzo, la tasa de inflación interanual se ubicó en el 2,4 %, el nivel más alto en un año, y por encima de la meta anual del 2 % marcada por el propio banco central.
Los analistas estarán atentos a posibles menciones a los efectos de las tensiones comerciales entre EE UU y algunos de sus principales socios, como China o la Unión Europea. "Las perspectivas siguen siendo positivas, pero nuestros contactos en varios sectores incluidos el de manufacturas, agricultura y transporte expresaron preocupación acerca de los aranceles recientemente impuestos o propuestos", afirmó la Fed en su informe periódico de la situación económica nacional, conocido como "Libro Beige" y dado a conocer a mediados de abril.
El presidente estadounidense, Donald Trump, anunció en marzo la imposición de aranceles del 25 % a las importaciones de acero y del 10 % a las de aluminio, y este lunes señaló que ampliaba hasta el 1 junio las exenciones temporales aplicadas desde el principio a varios socios comerciales como México, Canadá y la Unión Europea.
Asimismo, Trump instó a revisar posibles aranceles a China por valor de 150.000 millones de dólares para reducir el déficit comercial y a lo que el gigante asiático respondió con gravámenes para diversos productos estadounidenses, lo que ha hecho sonar las alarmas sobre una posible guerra comercial.