VALÈNCIA. La Vall d´Albaida podría considerarse, en términos demográficos, una comarca media. Sufre escasas oscilaciones anualmente de población. Y, dentro de la provincia, se sitúa lejos de la popular Horta o incluso de la Safor y Camp de Túria, aunque en un nivel similar a la Ribera Baixa y Camp de Morvedre, y por encima de la Costera y Utiel -Requena y de las más pequeñas en residentes Canal de Navarrés o la Serranía.
Esta clasificación se basa en la cifra de habitantes, una cuestión en la que ahonda cada año el geógrafo Daniel Alfonso. Nacido en la localidad de Otos -conocida por su alrededor de treintena de relojes solares-, imparte sus clases en el instituto de Benigànim y, como afición ligada a los conocimientos de Geografía Humana, analiza cada año desde hace ya seis la evolución demográfica de la comarca de la que forman parte ambas poblaciones citadas y otras 32: la Vall d´Albaida.
Los datos bailan en su mente ("450 residentes en Otos", apunta a modo de aperitivo) y los divulga en su blog. La última publicación del Instituto Nacional de Estadística (INE) refleja que la comarca inició 2023 con 88.252, que van de los 36.112 de Ontinyent, la indiscutible metrópoli, a los 103 de Carrícola (con lo que supera el centenar clavado que registraba en 2022) o a los 31 de Sempere -o Sant Pere-, el municipio menos poblado de la provincia.
"Hasta 20 términos de la comarca tienen menos de mil habitantes", desgrana Daniel Alfonso, quien sintetiza, como conclusión de los análisis demográficos que realiza anualmente desde hace más de un lustro, que "los ascensos globales se deben a la inmigración y no a los nacimientos, ya que fallece más gente que nace en la Vall d´Albaida, como ocurre en la mayoría de la provincia".
Y un ejemplo de ese movimiento asumido de población lo pone para aludir a su localidad natal, en la que ejerce la labor tan simbólica como prestigiosa de cronista oficial. Ha crecido en nueve habitantes entre 2022 y 2023. "Han retornado algunos jóvenes que se fueron a estudiar a València y han vuelto con familia propia. Y también tres familias que optaron, hartas debido al confinamiento, por emigrar de la ciudad y venir a vivir aquí", especifica.
El espacio geográfico que analiza desde el punto de vista de su demografía ha pasado de perder 81 moradores en su padrón de 2022 a ganar 551 en el que inició 2023, el último publicado por el INE. No obstante, los 88.252 que marca todavía quedan lejos del pico de 93.507 del año 2010.
Alfonso se muestra crítico respecto a las condiciones de la comarca para retomar aquella cima. "La Vall es de interior, y no cuenta con el potencial del turismo o con los servicios que ofrecen comarcas costeras. Además, carece de la infraestructura necesaria en comunicaciones viarias, aunque se están dando pasos de mejora. Falta acabar la autovía CV-60 en el letal tramo Terrateig-L´Ollería o recuperar los usuarios de tren", desglosa, para lanzar un comentario - "Ontinyent no ejerce de capital de comarca"- sobre el que matiza que "sé que lo que digo no es políticamente correcto".
Y va más allá al ratificar las consecuencias de una realidad orográfica. "La comarca está dividida en tres zonas de influencia: las de Gandia, Xàtiva y Ontinyent. Estas dos últimas disponen de más servicios. Por ejemplo, cuentan con un hospital con mucha mejor dotación", afirma.
En esa línea abunda al recalcar que "esto provoca migración interna y que quien quiera hacer carrera en el ámbito sanitario se vaya otra comarca. En el día a día se nota en las compras, ya que gente de la Vall se va a los centros comerciales de Xàtiva, Gandia o Carcaixent (localidad esta última de la Ribera Alta), que son más grandes", añade.
A continuación expone algunos ejemplos enumerando topónimos concretos. "Desde Otos, vamos a la Safor, al hospital de Gandia, o de Montixelvo o Terrateig; y de Llutxent, Quatretonda o Benigànim, a Xàtiva; mientras que a Ontinyent recurren los vecinos de municipios más cercanos, como El Palomar, Bufali o Agullent", detalla.
Este geógrafo especializado en demografía insiste en la necesidad de impulsar el desarrollo de infraestructuras y del transporte público, "deficiente en la actualidad". También en potenciar el sector servicios en la comarca, "que es el que crece en mayor medida en los países más desarrollados".
La Vall d´Albaida se destingue por su tradición textil e industrial. "Tenemos más población, en comparación con otras comarcas, dedicada a estas labores, lo cual fue positivo, por otra parte, durante los meses más cruentes del covid, porque aguantaron mejor la pérdida de empleo", señala para apuntar un factor de atracción profesional.
El otro generador de empleo lo hace a menor escala. "La agricultura continúa siendo importante, aunque con menos importancia El sector se encuentra envejecido y baja en relevancia en el PIB", apunta.
La centralización de oferta laboral basada en agricultura e industria deriva, según Alfonso, en que "la gente más joven busca en muchas ocasiones otro tipo de trabajo". Y la consecuencia directa afecta a la demografía. En el primer caso, se produce en gran medida dentro de la comarca. Por lo tanto, no tiene repercusión elevada en la oscilación numérica de los alrededor de 90.000 habitantes de la Vall d´Albaida.
“Los municipios más grandes reciben inmigrantes extranjeros y también se produce un éxodo rural interno hacia poblaciones como Ontinyent o L´Ollería”, indica. Los datos ratifican esa explicación, ya que la primera ha crecido en 265 moradores (la mitad aproximadamente del total comarcal) y la segunda, en 67. Albaida, por su parte, la tercera población en número de habitantes con 6.088, ha aumentado en 120.
El otro transvase humano sí que agrieta demográficamente la comarca. "Existe una migración hacia Valencia de personas que, por ejemplo, han estudiado ingeniería y no encuentran trabajo en la comarca. Esa marcha también tiene como destino Gandia, aunque sobre todo la capital y su área metropolitana", señala este geógrafo.
No obstante, existe un factor que sí que beneficia especialmente a una comarca de interior repleta de poblaciones con escasa población (una decena no rebasa los 300 residentes) ubicadas en entornos naturales con encanto.
"El comercio electrónico, como el de la plataforma Amazon, ha perjudicado a los establecimientos de grandes ciudades, pero ha beneficiado a los municipios más pequeños porque nos permite acceder a recursos que antes no teníamos. Ahora nos traen los productos que necesitamos. Da igual que vivas en Valencia o que Benigànim", apostilla.
Por cierto, esta última localidad ha subido en 12 habitantes llega a 5.831 y se consolida como cuarta en población de la comarca, como dato a modo de infusión o café que cierre este menú demográfico de la Vall d´Albaida.