Ribó rechaza el sistema de peajes metropolitano y cree que la expansión desmesurada de la zona ORA "puede generar muchísimas protestas"
VALÈNCIA. El Plan de Movilidad Metropolitana elaborado por la Conselleria de Obras Públicas que dirige Rebeca Torró, actualmente se encuentra en fase de exposición pública, apunta a ser uno motivo de disenso entre PSPV y Compromís, socios en el Gobierno valenciano, en el tramo final de la legislatura. El Plan ha sido recibido de una manera agridulce: si bien algunas medidas no han tenido mala acogida, como el posible traslado de la estación de autobuses al centro, otras han sido controvertidas. El Ayuntamiento de València, por su parte, ya tiene claro que alegará al documento.
Se trata, por ejemplo, del sistema de peajes a nivel metropolitano que el plan contempla implantar en un plazo de una década. Un proyecto que la coalición valencianista no piensa apoyar bajo ningún concepto porque lo considera "injusto", en palabras del alcalde de València, Joan Ribó, y en absoluto "prioritario", según la síndica de Compromís en Les Corts Papi Robles.
La idea, conocida este jueves, consistiría en el cobro a los conductores por el uso que hacen de las carreteras, bien de manera genérica, bien en algunos momentos del día. Un mecanismo cuya explotación se sacaría a concurso para que lo gestionara una empresa concesionaria y que se establecería mediante el pago por el acceso a determinadas zonas o en relación a los kilómetros recorridos.
Más allá de que en la UTE electoral que integran Més, Iniciativa y VerdsEquo desconocían el contenido de este documento y los grandes cambios que dibujarían en la ciudad, en Compromís no agrada la medida en sí. "De entrada no me gusta esa solución porque la paga tanto el señor multimillonario como el pobre hombre que viene aquí a trabajar por la mañana. No es una solución justa a nivel social, por lo que vamos a buscar otras soluciones", explicaba este jueves Ribó.
El alcalde de València, que calificó este plan de movilidad como "el plan deseado", indicó que el consistorio lo está "estudiando" y confirmó que el Ayuntamiento "presentará alguna que otra alegación". Fuentes de Alcaldía también aseguraron a Valencia Plaza la intención de remitir objeciones y propuestas de mejora a la Conselleria de Torró, si bien manifestaron "confianza" en la "experiencia y conocimiento" de la redactora del documento, que también elaboró el plan de movilidad municipal aprobado en 2013.
La idea de los peajes tampoco agradó a la portavoz de Compromís en el Parlamento valenciano, Papi Robles: "Ahora mismo eso no toca. Estamos para pagar transporte público, no para cargar a la gente con impuestos". "El Plan de Movilidad debe hablar principalmente de cómo establecer medios de transporte urbano que sean públicos, sostenibles y a los que todo el mundo tenga acceso. Esa es la prioridad. Y a partir de ahí podríamos hablar de propuestas de futuro", zanjó Robles.
Sus opiniones no son aisladas en Compromís, sino más bien todo lo contrario. "En el PSPV acaban de descubrir la movilidad sostenible, siete años después que Compromís en València, y ahora tienen la fe del converso", analizaban este jueves fuentes de la coalición valencianista con cierta sorna: "Son un poco como Fernando Giner con Colón... Se pasan de frenada".
La medida busca principalmente descongestionar el tráfico de turismos privados en ciertos puntos del área metropolitana y reducir con ello la contaminación. "Antes de llegar ahí, de empezar la casa por el tejado, deberíamos mejorar las frecuencias de las líneas del metro. Si no hay una alternativa real de transporte público del área metropolitana, no se puede limitar de forma tan drástica el acceso del coche. Y tampoco si el Ministerio no mejora los Cercanías", concluía la misma fuente de Compromís.
El proyecto, aunque sea a largo plazo, también sirvió para rescatar otra cuestión que esta semana ha provocado de nuevo un rifirrafe entre los socios del Consell: las dudas de los socialistas con la tasa turística a pesar de que en abril presentaron un texto conjunto PSPV, Compromís y Unides Podem que debía ser aprobado antes de final de año para que quedara validado antes de que la legislatura llegara a su fin.
"A ver si lo he entendido bien... ¿el PSPV propone cobrar una tasa a los de aquí por entrar con el coche a València, mientras se niega a que los de fuera paguen un impuesto turístico por venir a la Comunitat Valenciana? Lógico no parece que sea", expuso en sus redes sociales el secretario autonómico de Vicepresidencia, Iván Castañón, también de Compromís.
Otra de las medidas a implantar que contempla el plan metropolitano, como adelantó Valencia Plaza, es el de expandir las zonas de estacionamiento regulado (ORA) hasta el 80% de todas las plazas de aparcamiento de la ciudad de València. El objetivo: desincentivar el uso del coche al tiempo que se construyen aparcamientos disuasorios para evitar la entrada de los vehículos a las zonas más concurridas de la ciudad.
En ese sentido, Ribó aseguró que estudiará la propuesta de ampliación de la ORA, pero fue tajante al declarar que una expansión desmesurada del estacionamiento regulado -tanto zona azul, naranja o verde- "puede generar muchísimas protestas en muchos sectores". Y por eso aseveró que, de llevar a cabo una ampliación, debería "estudiarse con mucho detalle, barrio a barrio y viendo qué tipo de ORA se ha de aplicar".
"Hay barrios donde no hay plazas de aparcamiento porque son edificios antiguos, y eliminar plazas es generar un caos en muchos sitios". Así, se mostró dubitativo -"no digo que no"-: aunque recordó que en "ninguna legislación del mundo existe el derecho a aparcar en la calle", también admitió que la ciudadanía "tiene coches y los tiene que poder aparcar". "No acostumbran a poder subírselos a casa", señaló.
En ese sentido, el alcalde se mostró partidario de ubicar aparcamientos disuasorios, pero no en València, sino fuera de la ciudad. "Me parecen muy bien per normalmente se suelen ubicar al lado de estaciones de tren o de autobuses que van a la ciudad, no directamente en la ciudad", explicó Ribó: "Eso no disuade la entrada; la disuasión se produce fuera de la ciudad".