VALÈNCIA (EP). El coste del administrador de la comunidad de vecinos puede variar hasta el 225% en València, según se desprende de un análisis de las tarifas que ofrecen 86 servicios en siete grandes ciudades realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
Así, en el caso de València puede oscilar entre 2.323 y 5.227 euros al año para una comunidad de 40 viviendas con plaza de garaje, conserje, jardín, piscina y calefacción central. En concreto, el precio medio es de 3.707, superior al coste medio del resto de las ciudades, que alcanza los 3.596 euros.
No obstante, OCU se trata de una situación "perfectamente legal", ya que las tarifas son "libres y no existe un baremo colegial". Sin embargo, invita a comparar presupuestos de varias empresas, no dejarse llevar automáticamente por la tarifa más barata y fijarse en las prestaciones que se ofrecen.
Así, explica que aunque existen servicios básicos obligatorios que deben cubrirse, como la gestión económica y administrativa, la conservación y mantenimiento del edificio y sus instalaciones o las comunicaciones propias de la comunidad, hay servicios adicionales igual de esenciales, como la gestión laboral de los empleados, la asistencia a juntas extraordinarias o la presentación de impuestos que, dependiendo del profesional, puede cobrarlo como servicio extra.
En esos casos, es importante asegurarse de que también se incluyan en el presupuesto a la hora de elegir la mejor opción.
Si la comunidad es pequeña, estas tareas puede realizarlas un vecino con cierto conocimiento y algo de tiempo disponible. De hecho, se estima que cerca de un 20% de las comunidades se gestionan así. Sin embargo, para comunidades con un cierto número de viviendas y con, al menos, un empleado bajo nómina, la organización recomienda delegar estas tareas a un administrador profesional que, además de gestionar, vele por los ingresos y optimice los gastos de la comunidad.
En caso de encontrar tarifas sensiblemente más baratas o de descontento con el administrador, OCU recomienda plantear su sustitución. El cambio es una gestión relativamente sencilla ya que basta una mayoría simple de propietarios que sumen la mayoría simple de las cuotas; de hecho, en segunda convocatoria bastan la mayoría simple de los asistentes. Eso sí, es necesario respetar siempre los plazos que se fijen como preaviso en el contrato. Además, el futuro administrador puede ayudar a gestionar el cambio.