VALÈNCIA. Analistas, gestores, operadores e inversores en particular asisten a unas sesiones convulsas en bolsa ante los cada vez mayores temores inflacionistas y la quinta ola del coronavirus. Dos factores que impactan de lleno sobre la recuperación económica en un momento donde se habla del 'tapering' o retirada de los estímulos monetarios por parte de los bancos centrales. Incluso algunos -como los de Nueva Zelanda y Noruega- ya piensan en subir los tipos de interés. Palabras mayores en estos tiempos donde la inflación amenaza con hacer estragos.
Lo que es un hecho es que el Ibex 35 encadenó ayer la quinta caída consecutiva, que en tan corto espacio de tiempo le ha restado casi un 6%. El barómetro de la renta variable española comenzó la semana dejándose un 2,40%, salvando por los pelos los 8.300 puntos -llegó a perderlos por momentos- y cerrando en mínimos del pasado 5 de marzo. De este modo ha reducido sus ganancias anuales hasta el 2,8% -el índice que menos sube de entre los principales-, que podría seguir menguándolas -salvo la aparición de un rebote- este martes a la vista del fuerte tono bajista de los tres índices de referencia de Wall Street en la noche de ayer donde el Dow Jones de Industriales se dejó un 2,1% en su peor día de año, el S&P 500 un 1,6% y el Nasdaq Composite un 1,1%.
Andrés Aragoneses, analista de Singular Bank, valoraba lo sucedido dentro de" un contexto marcado por la incertidumbre sobre la expansión de la variante delta del coronavirus, lo que está provocando un incremento de la aversión al riesgo y toma de beneficios entre los inversores, especialmente en aquellos sectores más sensibles al ciclo (bancario o turístico). Tras un inicio de año positivo para los valores cíclicos, las acciones de sectores con sesgo más defensivo están teniendo un mejor comportamiento relativo".
Basta con echar un vistazo al 'Top 10' de caídas dentro del Ibex 35 para entender el mensaje del analista. IAG se dejó un 5,58%, Aena (-4%), Banco Sabadell (-3,91%), Amadeus (-3,49%), BBVA (-3,46%) y Banco Santander (-3,41%). O lo que es lo mismo: valores ligados al turismo y bancos. Únicamente Almirall (+1,33%), PharmaMar (+1,25%) y Siemens Gamesa (+0,68%) lograron cerrar en positivo.
Por su parte, David Grecsek, director gerente de estrategia de inversión y análisis de Aspiriant en Nueva York, advertía en Reuters que "antes de que la variante delta empezara a cobrar fuerza, se preveía una recuperación muy fuerte. Lo que estamos viendo hoy -por ayer- es que ante cualquier dato o noticia que vaya a alterar esa especie de escenario sereno, de baja volatilidad y altas ganancias corporativas, el mercado va a reaccionar así".
Por otro lado, el llamado 'índice del miedo' (Vix Index) se disparaba este lunes prácticamente un 22%, tal y como se recoge en el gráfico inferior, elevándose hasta los 22,50 puntos. Históricamente un Vix por encima de los 20 puntos invita a la relajación y al optimismo, todo lo contrario de cuando franquea la barrera de los 30 puntos, que no supera desde finales de enero pasado. Históricamente un índice por debajo de los 20 puntos ha dado lugar a periodos de mercados alcistas como sucedió entre 1990-1997, 2003-2007 y desde 2011 hasta hace bien poco; mientras que cuando se sitúa arriba de los 30 puntos da lugar a periodos bajistas, tal y como pasó entre 1998-2002 y 2007-2011.
Mientras tanto los mercados financieros tienen marcada una fecha en rojo en sus agendas para este jueves 22 de julio, cuando tendrá lugar la reunión del Banco Central Europeo (BCE). El que más y el que menos espera que su presidenta Christine Lagarde, se 'moje' para enviar un mensaje de calma. "Creo que lo que tendremos que hacer ahora es redefinir nuestra orientación futura para alinearla con la revisión de la estrategia", señalaba la francesa hace una semana en una entrevista en el diario 'Financial Times'.
"Cuando decimos que nuestra respuesta tiene que ser especialmente contundente o persistente, creo que persistente está destinado precisamente a señalar que no vamos a endurecer prematuramente", advertía de cara a la reunión de este jueves. "Eso tendrá que aclararse un poco en la orientación futura que revisaremos en breve para alinearla con la revisión de la estrategia. Pero el uso de 'persistente' es una indicación de que no puede haber un ajuste monetario prematuro como lo hemos visto en el pasado", añadía.