CASTELLÓ. La oferta de compra de un fondo de inversión mantiene la esperanza sobre la continuidad de la centenaria Marie Claire. Los trabajadores amplían tres meses más el ERTE a la espera de que pueda culminar esta operación. El grupo C2 Private Capital se haría cargo de la unidad productiva por un montante de 250.000 euros, con el reto de reactivarla e integrar a la plantilla. Por su parte, de los 38 millones de deuda asumiría en torno a 1,5 millones, que corresponden a créditos vinculados a proveedores estratégicos de la textil, según fuentes conocedoras del proceso concursal
El personal que permanece en Marie Claire ha decidido este miércoles en asamblea prolongar el expediente de regulación temporal hasta el 31 de junio. Lo ha hecho después des reunirse con el administrador del concurso de acreedores, que les ha pedido tiempo para avanzar con la propuesta de adquisición. 72 de 89 trabajadores de la firma se encuentran en ERTE desde julio. En octubre hubo una primera prórroga, en diciembre una segunda y ahora se impulsa una tercera extensión.
Según fuentes presentes, les ha trasladado que se han de solventar varios frentes, principalmente ha de llegar a un acuerdo con los acreedores, cuyo visto bueno es esencial para que el juzgado de lo mercantil que tramita el concurso autorice la venta.
El comprador solo contempla destinar 250.000 euros por integrar la fábrica sin hacer frente al grueso de la deuda heredada. Por este motivo, el administrador negocia pactos con los acreedores.
El fondo de inversión saldaría 1,5 millones de los 38 millones del pasivo, que se destinarían a los proveedores más importantes de la textil. En el concurso seguirían 36,5 millones. Según el Colegio de Economistas, de los 250.000 que se abonarían por la compra primero se dirigirán a abonar los créditos sobre la masa, que son aquellos que se han generado durante el periodo del concurso, que se inició en septiembre de 2023. La cantidad restante que quedaría de los 250.000 luego se prorratearía en devoluciones a acreedores ordinarios.
El principal acreedor de Marie Claire es el Institut Valencià de Finances, con 24 millones, de los que 14 tienen consideración de crédito subordinado. En enero, la entidad dependiente de la Conselleria de Hacienda afirmó que pretendía recuperar la mayor cuantía posible, pero en este caso tiene dos condiciones singulares. Primero, el IVF tendría complicado recuperar su dinero prestado al tener la mayor parte del mismo un carácter de subordinado. Y segundo, esta financiación se inyectó para ayudar a reverdecer la textil, una empresa con más de 100 años de historia consideraba básica en el devenir de la comarca de Els Ports.
La última decisión sobre el movimiento del fondo de inversión, según las mismas fuentes, la tendrá la magistrada que tramita el concurso de acreedores. Su resolución se hará efectiva el 8 de abril y dependerá del contenido del informe de viabilidad del administrador concursal, además del acuerdo de los acreedores.
El responsable concursal ha destacado en el encuentro, han añadido desde el comité de empresa, que la oferta es "interesante" y tiene visos de "viabilidad".
En su primer informe de diciembre, el administrador destacó que Marie Claire tenía "futuro y viabilidad" a pesar de "su histórico" de pérdidas. Para ello esgrimía el peso de la marca y la existencia de mercado por el producto de la compañía.
Marie Claire arrastra años con problemas. En 2021, el Consell intentó virar su situación y con este fin, concedió dos préstamos presionando para un cambio de gestores que propiciara un nuevo rumbo. Pero sus resultados no mejoraron en una época que coincidió con la pandemia y el aumento de costes de producción. En junio de 2023, con una deuda de 38 millones, la planta productiva se paralizó, se despidió a 199 personas y se promovió un ERTE en 72. En septiembre, la textil entró en concurso de acreedores.