MADRID (EFE). El secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, asegura que la coordinación con los barones del partido en política fiscal "es permanente hasta en las discrepancias", después de que el Gobierno y el partido cuestionaran la deflactación del IRPF anunciada por el valenciano Ximo Puig.
El president de la Generalitat Valenciana, el socialista Ximo Puig, anunció la semana pasada en el debate de estado autonómico una bajada de impuestos contraria a las tesis defendidas por el PSOE.
Tanto el partido como el Gobierno expresaron su malestar por las medidas en sí, como la deflactación del IRPF a rentas inferiores a 60.000 euros para adaptarlo a la inflación, como por el momento escogido para anunciarlas, antes de que el Ministerio de Hacienda hiciera público su propio plan fiscal.
En una rueda de prensa celebrada en Ferraz tras la Ejecutiva Federal del PSOE, el número tres del partido ha asegurado que la coordinación con los barones y el diálogo en asuntos como la política fiscal es "permanente hasta en las discrepancias".
"Esa coordinación existe, ha existido y está en buena línea", ha subrayado. Además, ha señalado que en la actualidad el PSOE atraviesa un momento de "unidad" y de "menos ruido mediático" respecto a otras ocasiones.
Cerdán ha centrado sus críticas en el PP, al que ha acusado de hacer "populismo fiscal" con una rebaja de impuestos "generalizada a quienes más tienen". "Son como Robin Hood pero al revés: quitar a quienes menos tienen para repartir a los ricos", ha señalado.
En este sentido, ha pedido "huir de los chamanes económicos que venden duros a cuatro pesetas" y ha cargado especialmente contra el presidente de la Junta de Andalucía, el popular Juanma Moreno Bonilla, de quien ha dicho que ahora "anda pidiendo dinero al Estado para luchar contra la sequía" tras "regalar millones a los ricos" con la supresión del impuesto de patrimonio.
Como contraste, ha defendido el modelo fiscal "progresivo y solidario" del Gobierno de Pedro Sánchez con el objetivo de "proteger a la clase media y trabajadora y repartir de forma más justa las consecuencias de la crisis". "Es un paquete fiscal de puro sentido común, especialmente en tiempos difíciles", ha añadido.
Entre otras medidas, el Gobierno va a bonificar el IRPF a las rentas de hasta 21.000 euros y va a elevar en un punto (al 27 %) el tipo de las rentas del capital en el IRPF en el tramo de entre 200.000 y 300.000 euros y en dos (al 28 %) a partir de 300.000 euros
El paquete fiscal del Gobierno también prevé crear un nuevo impuesto para fortunas de más de tres millones de euros, además de hacer ajustes en sociedades e IVA.