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la JUNTA DE ACCIONISTAS del 14 de marzo de 2006 abrió las hostilidades entre Cleop y los pastor 

Quince años de guerra por el control de Urbem

14/03/2021 - 

VALÈNCIA. Más de una década llevan la familia Pastor y Cleop en guerra por el control accionarial de la promotora valenciana Urbem. Un conflicto enquistado en los juzgados con infinidad de demandas y recursos, alimentada con querellas cruzadas y que tuvo su punto más caliente cuando ambas partes llegaron a las manos en la sede de Urbem en septiembre de 2019. El final podría estar a punto de producirse después de los últimos asaltos en favor de José Pastor en los tribunales, aunque Carlos Turró no da aún la batalla por perdida.

Un lío empresarial de cuyo origen se cumplen este domingo 15 años. Fue en la junta de accionistas celebrada el 14 de marzo de 2006, cuando se acordó una ampliación de capital de la promotora, recurrida por una de las partes y anulada cinco años después por el Tribunal Supremo con una sentencia que, lejos de clarificar las cosas, abrió la caja de los truenos.

La compañía valenciana, fundada en 1977, está dedicada a la gestión de suelo, promoción, construcción y venta de inmuebles. Cuenta tras de sí con más de 2.500 viviendas construidas y tiene en propiedad el Hotel Primus en la calle Menorca. Actualmente, gestiona suelo para más de 500 viviendas en València. Urbem es una de las clásicas inmobiliarias familiares que se repartían el mercado de València, inmune a las crisis gracias a su colchón de viviendas en alquiler y que en 2006 vivía su máximo esplendor subida a la burbuja inmobiliaria que estallaría al año siguiente.

¿Qué paso entonces? El detonante fue la entrada de Cleop en el capital de Urbem, una participación que José Pastor había rechazado. Cleop, controlada por la familia Turró, era una constructora de obra pública que cotizaba en bolsa y que en los años del boom se había metido de lleno en la promoción inmobiliaria. La entrada se produjo mediante la compra del 50% de Inversiones Mebru, que ostentaba el 17,94% de Urbem.

Poco antes, ese 14 de marzo de hace quince años, Urbem acordó una ampliación de capital a la que José Pastor, que tenía el 57,26% de la compañía, en lugar de acudir cedió, en teoría, su derecho a una nueva sociedad, Regesta Regum, de su propiedad. Por su parte, la familia March Andreu reunía el 17,94%, además de otro 17,95% a través de Inversiones Mebru, mientras que Juan Enguídanos, alineado con Pastor, controlaba el 6,84%.

José Pastor y Carlos Turró

Dos semanas más tarde, el 4 de abril de 2006, Cleop desembarcó en el capital de Urbem al comprar el 50% de Inversiones Mebru, que a su vez tenía una opción de compra sobre el otro 17,94% de la familia March Andreu, que fue ejecutada. Alcanzó así el 35,87% de Urbem a través de Inversiones Mebru. El socio en la aventura, con el otro 50% de Inversiones Mebru era el Grupo García Ojeda, aunque ya iniciada la crisis Cleop se hizo con la mayoría. Pastor nunca aprobó la operación de su competidor, que consideró "hostil", y comenzó la disputa entre ambas familias que acabó en los tribunales.

La respuesta de Turró al mal recibimiento fue una demanda en el juzgado de lo Mercantil contra la forma de ejecutar la ampliación de capital. Según alegaron Inversiones Mebru y los March Andreu, que aún eran accionistas, Pastor y Enguídanos no habían suscrito las acciones que les correspondían en una primera fase de la ampliación y el derecho de suscripción preferente de esas acciones, en segunda vuelta, les correspondía al resto de accionistas. Sin embargo, fue Regesta Regum -es decir, los Pastor- la que las suscribió. La demanda fue desestimada en primera instancia y, en 2007, en segunda instancia. 

En 2011, iniciada la crisis inmobiliaria y ante las dificultades de Inversiones Mebru para pagar parte lo comprometido a los March, Cleop planteó la venta de su 35,9% a Pastor a cambio de activos y se iniciaron las negociaciones. Cuando estaban a punto de cerrarse, el Tribunal Supremo dio la razón a Inversiones Mebru sobre la ampliación de capital aprobada en 2006. Según esa sentencia, la filial de Cleop tenía derecho a suscribir su parte de aquella ampliación de capital, en detrimento de Regesta Regum, a la que se devolvería el dinero aportado. Pero el plazo era el mismo que debió tener en 2006, lo que significaba que si antes de 15 días desembolsaba 26 millones de euros, alcanzaría el 55% del capita de Urbem. De esta forma, Turró se haría con la mayoría. Sin embargo, nunca lo hizo.

Tacticismo y movimientos

La filial de Cleop no suscribió las nuevas acciones porque estaban pignoradas, lo que motivó una petición de aclaración de sentencia al Supremo. El Alto Tribunal no aclaró nada y Urbem consideró que el plazo había pasado y su mayoría quedaba definitivamente confirmada, lo que provocó un nuevo pleito en el juzgado de lo Mercantil, esta vez para dilucidar si Inversiones Mebru aún tenía derecho a suscribir esas acciones.

Aprovechando la lentitud de la justicia, Pastor aprobó en 2012 dos nuevas ampliaciones de capital por importe conjunto de 10,96 millones de euros, que le permitían revalidar su poder mayoritario en la compañía, ya que Inversiones Mebru no acudió, sino que la llevó al juzgado y consiguió, ya en 2017, que esa ampliación fue anulada por el Tribunal Supremo

En los cinco años transcurridos se evidenció la debilidad de los contrincantes debido a la crisis. Cleop entró en concurso de acreedores en 2012 -desde entonces está suspendida su cotización en Bolsa- y Urbem hizo lo propio en 2015, decisión que, como la mayoría de los acuerdos adoptados por José Pastor, fue recurrida por Inversiones Mebru, que a su vez se declaró en concurso ese mismo año.

Para cuando llegó la sentencia del Supremo de 2017, los Pastor se habían sacado un 'as' bajo la manga. La familia acudió al concurso de acreedores de Inversiones Mebru para comprar unos créditos impagados de esta última que tienen como garantía sus 46.000 acciones en la histórica promotora valenciana. Una jugada que, según aseguró, le permitía conservar la mayoría.

La familia Pastor. Foto: KIKE TABERNER

El conflicto no dejó de acumular pleitos mercantiles y nuevas querellas -Pastor fue condenado en una de ellas-, y tuvo sus momentos más calientes cuando Carlos Turró se presentó dos veces en la sede de Urbem. En septiembre de 2018 se requirió intervención policial cuando Turró intentó acceder a la sede de la empresa no para asistir a la junta de accionistas que los Pastor habían convocado sino para tomar posesión como administrador único, ya que el día anterior había promovido otra junta que lo había elegido. Ni que decir tiene que ninguno reconoció la junta convocada por el otro y acabaron una vez más en los juzgados. Un año después, los Pastor y los Turró llegaron a las manos en la sede de la compañía, una bronca en la que también tuvo que intervenir la Policía.

El tacticismo ha sido una constante a lo largo de estos quince años. Las dos más importantes, las relativas a las ampliaciones de capital de 2006 y 2012, dieron la razón a Cleop, pero lo cierto es que Carlos Turró nunca logró tomar el mando de Urbem. En las últimas contiendas ha salido victorioso José Pastor. Como publico este diario, la Sección Novena de la Audiencia Provincial de Valencia revocó la sentencia de un juzgado de lo mercantil que permitía a Carlos Turró ostentar la condición de administrador único de la compañía. De esta forma, la sala anulaba aquella decisión judicial y los acuerdos de la Junta de accionistas del 3 de septiembre de 2018 en la que se nombró al dueño de Cleop como administrador único de la promotora. 

Pastor, administrador

No es la única decisión judicial que va en ese sentido. Otras dos sentencias también de la Audiencia de València daban la razón hace un año a Pastor como administrador único de la compañía. Según una de ellas, "no se puede adquirir la condición de socio, sino hasta el momento en el que la ejecución de la ampliación del capital social ha tenido acceso al Registro Mercantil. Aplicado ello al caso concreto, resulta que Inversiones Mebru no podía hacer uso de las acciones que suscribió y que compró de otros suscriptores para conformar la mayoría social en las Juntas". Por tanto, daban la gestión a José Pastor. Una condición que la Junta General de Accionistas de Urbem ratificó el pasado mes de septiembre.

"Esto es un punto de inflexión. Entendemos que se pone fin a la batalla", aseguraba José Pastor hace casi un año en rueda de prensa, en la que expresaba su deseo de pasar página y retomar viejos proyectos que habían quedados en stand by, como una residencia de estudiantes y un centro de convenciones anexo a su hotel Primus. También esperaba desarrollar algunos de los suelos que son de su propiedad. Solo el tiempo dirá finalmente si se resuelve este embrollo empresarial.

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