VALÈNCIA. Quién les iba a decir a Rafael Carrau y Vicente Carpio que el proyecto que pusieron en marcha hace más de siete años bautizado como Finest Portfolio Ideas tras su salida del sector bancario se iba a convertir en todo un holding de empresas, ahora rebautizado como Senex Consultores.
Un holding que abarca actualmente el asesoramiento financiero, servicios de consultoría, jurídico y tecnológicos... y lo que queda por venir escuchando a Carrau. Todo ello en estos tiempos marcados por la covid-19, que lejos de amilanarlos los ha hecho más fuertes a la hora de seguir creciendo. A continuación la charla mantenida con Rafael Carrau, que una vez más atendió amablemente la llamada de Valencia Plaza.
-En primer lugar, ¿cómo ha sido este agitado año para lo que ya es un holding en toda regla rebautizado como Senex Consultores?
-Con todo y las serias dificultades que está suponiendo la covid-19 ha sido el año de nuestra conformación como grupo de empresas. Si a finales de 2019 constituíamos lo que ahora ha pasado a llamarse Senex Jurídico y Económico, el pasado 4 de marzo lanzamos Senex Consejos de Buen Gobierno y Aplicaciones Say US. Con ello hemos creado un grupo de empresas para dar un completo servicio a nuestros clientes.
-Háblemos de las diferentes firmas que dan vida al holding...
-Finest Portfolio Ideas sigue siendo la empresa dedicada al asesoramiento financiero de la mano de Tressis SV como agente de ésta; Senex Consejos de Buen Gobierno, creada entre Finest y Axium Consulting -nuestros socios de Murcia-es la consultora de gobierno corporativo, cumplimiento normativo y responsabilidad social. El acuerdo Axium Consulting ha sido fundamental en la definición de nuestra estrategia empresarial. Senex Jurídico y Económico, que está participada por las anteriores y dirigida por Matilde Tatay, es el despacho jurídico profesional especializado en los ámbitos procesal, mercantil y cooperativo fundamentalmente; mientras que Aplicaciones Say es nuestra sociedad tecnológica, que está desarrollando las herramientas digitales para prestar los servicios de forma eficiente a las empresas clientes.
-¿Nos puede aportar datos de clientes, empleados, activos gestionados…?
-Entre las cuatro empresas que antes he mencionado estamos trabajando en este momento con unas 200 cuentas y, de momento, somos 7 profesionales, con perspectiva de nuevas incorporaciones. Pero completamos la oferta con acuerdos de colaboración con despachos especializados que complementan nuestros equipos. Ahí están Gesfyl, dedicado al asesoramiento laboral, contable y fiscal; Sans & Garrido, boutique jurídica que nos cubre la parte de derecho civil, derecho de familia, derecho penal y colabora con nosotros en el ámbito mercantil y contractual; o Carrau Legal, boutique en derecho administrativo, urbanismo y construcción, además de un despacho especializado en la búsqueda de contraparte en operaciones corporativas y negociación de éstas. Con ellos contamos con la colaboración estable de otra veintena de profesionales muy cualificados.
-¿Qué tal están funcionando Senex Consejos de Buen Gobierno y Aplicaciones Says US, las dos firmas que lanzaron en junio pasado?
-En Senex Consejos de Buen Gobierno vamos lanzados. Cada vez más empresas demandan servicios de responsabilidad social corporativa y de compliance. La sostenibilidad se extiende como una mancha de aceite de empresa a empresa. En pocos años las empresas que no sean socialmente responsables y que no afronten el cumplimiento normativo como una parte de su ADN simplemente no estarán. No sobrevivirán en un mercado que exige compromiso. El servicio de apoyo en la gestión integral del riesgo también está siendo un descubrimiento para nuestros clientes.
-¿Y Aplicaciones Say Us?
-Está en fase de I+D, terminando de dar forma a las herramientas informáticas que queremos lanzar al mercado el año que viene. Estamos muy ilusionados con el proyecto. Supone lanzar un proyecto tecnológico desde la experiencia profesional, a la inversa de lo habitual que es lanzar desde lo tecnológico un proyecto para lo profesional. Ese valor diferencial creemos que será sustancial en el resultado.
-¿Qué respuesta han tenido de sus clientes en estos tiempos de pandemia?
-Una respuesta muy positiva. Han afrontado las dificultades con prudencia e inteligencia. Las situaciones, evidentemente, son diferentes en unos casos y otros. En el ámbito financiero tenemos clientes que supieron valorar la oportunidad que toda crisis encierra. Y en el ámbito de consultoría, la crisis humanitaria que el coronavirus ha supuesto parece que ha empujado a que las empresas vean con interés la profundización en su responsabilidad social.
-¿Cuál es la hoja de ruta de Finest Portfolio Ideas para 2021?
-Consolidarnos como grupo, además de profundizar en los acuerdos de colaboración que mantenemos con otros despachos. También vamos a poner en marcha algún otro proyecto empresarial, pero no puedo contar más (sonríe).
-Ser el despacho de referencia en València, ¿es el próximo objetivo de una firma que nació en 2013 centrada en el asesoramiento financiero y que hoy en día abarca servicios de consultoría, jurídico y tecnológicos?
-No, una expresión así lleva implícita una comparación con otros, y no queremos compararnos con nadie. Cada despacho tiene una dimensión, un enfoque y una trascendencia. Lo que queremos es seguir completando la gama de acuerdos con terceros para que nuestros clientes puedan tener un servicio de alta calidad en cualquier servicio que puedan precisar de nosotros. La marca Senex responde a ese enfoque, la combinación de las palabras 'Senado' y 'Experiencia' como modo de describir el enfoque de calidad de nuestros servicios.
-En un ejercicio bursátil marcado por la covid-19, ¿por qué es tan importante contar con el respaldo financiero de una sociedad de valores independiente como Tressis?
-Siempre es importante porque al ir acompañado por Tressis es más fácil no caer en el error de la direccionalidad. Tenemos acceso a productos financieros de cientos de casas y gestoras en todo el mundo, lo que permite diversificar. En momentos de crisis la direccionalidad puede ser fatal. La diversificación ayuda a seleccionar oportunidades donde las haya.
-La llamada 'economía colaborativa' de la que cada vez más se habla, ¿es una moda o algo que ha llegado para quedarse?
-Aplicamos la 'economía colaborativa' para llegar a acuerdos entre despacho que está desarrollando Senex Consultores. Si yo puedo aportar un valor de calidad y tú el complementario no tiene sentido que disputemos en lo que cada uno no somos tan buenos. Al contrario, si pensamos en lo importante que es el servicio de calidad al cliente, nos juntaremos colaborativamente para darnos lo mejor de cada uno y ofrecer entre todos calidad contrastada.
-¿Percibe que las empresas se están 'poniendo las pilas' cada vez más en lo que a gobierno corporativo se refiere?
-Sí, las empresas quieren trabajar el medio y el largo plazo. Y eso exige mejorar la calidad de la gobernanza. Cuestiones como la gestión del riesgo, la gestión del cumplimiento normativo o la gestión de la sostenibilidad hablan del largo y medio plazo, pues solamente atendiendo bien estas cuestiones se dota a la empresa de herramientas de gestión con las que afrontar tanto los periodos de bonanza como los inevitables periodos de crisis.
-Hace año y medio contaba a los lectores de Valencia Plaza que uno de los factores por los que las empresas no implementaban prácticas de buen gobierno corporativo era por temas de coste, ¿ha variado la situación?
-La concienciación de la necesidad es lo que está llevando a valorar la conveniencia de pagar un precio por un servicio que tenga valor. Por ejemplo, hay empresas que están descubriendo que contrataron a precios tirados servicios de compliance y que ha sido un gasto pequeño pero inútil, porque ha pasado a ser un papel en la estantería que no aporta valor a la empresa. Cuando se dan cuenta que eso no sirve para nada y que otros tienen algo mejor, empiezan a pensar que debieron invertir un poco más en calidad del servicio. Pero a la inversa, también el mercado está redefiniendo los precios. El coste de un servicio debe ser adecuado al tamaño de cada empresa. Si somos conscientes de que el cumplimiento normativo y la responsabilidad social son necesarios para todas las empresas, no se puede pensar que los precios de estos servicios sólo se diseñen para empresas grandes.
Por tanto, se empieza a producir una confluencia entre lo que se ha de cobrar y lo que se está dispuesto a pagar.