Manteros en una vía peatonal del centro de València. Foto: KIKE TABERNERVALÈNCIA. Ocurrió el pasado 30 de septiembre en la calle Ribera de València. Dos manteros fueron detenidos por agentes de la Policía Local de València, que decomisaron el material falsificado que estos vendían. La actuación fue criticada en el Consejo Local de Inmigración, presidido por la concejala de València en Comú Neus Fàbregas. En una declaración, este organismo criticó lo que describió como "criminalización de personas que se encuentran en situación de especial vulnerabilidad" así como el decomiso del material.
Este miércoles 24 de octubre, día de la Policía Local, el alcalde de València, Joan Ribó, ha dado un paso adelante y ha salido en defensa de los agentes. En su discurso, expresamente, el alcalde quiso "aprovechar este momento para agradecer públicamente" el trabajo en la lucha "contra la venta ilegal de productos falsificados, que perjudica notablemente tanto al comercio tradicional como a la movilidad de las personas por las aceras y zonas de viandantes", dijo. Y añadió acto seguido: "Hacer respetar las leyes y ordenanzas municipales desde el respecto estricto a la multiculturalidad y las personas migrantes es una tarea, sin duda, complicada, que habéis desarrollado eficentemente y debéis de continuar desarrollando todos los días".
Las palabras de Ribó coinciden con un comunicado emitido este mismo miércoles también por los Comercios de Centro, que igualmente se pusieron de lado de la Policía Local. En el caso de los comerciantes, aseguraban estar "muy preocupados" por lo que describían como un intento de "criminalizar a la Policía Local". Desde la asociación mostraron "su apoyo incondicional y agradecimiento a los agentes de la autoridad", por unas actuaciones que calificaron como "comedidas e impecables en todo momento", y criticaron que algunos grupos políticos municipales, en alusión a València En Comú, "quieren tergiversar".
Tras emplazar al Consejo Local de Inmigración e Interculturalidad que promueva primero "una investigación interna con el fin de averiguar qué acciones se han propuesto y/o ejecutado durante los últimos cuatro años, para facilitar los recursos que precisan estas personas en situación de especial vulnerabilidad", insistieron en que la legalización del top-manta "jamás" sería para ellos "una solución factible". Según los comerciantes, si se aceptara esa posibilidad el Ayuntamiento de Valencia "no haría más que demostrar la dejación de funciones que han hecho gala los responsables de solventar este problema".
Foto: KIKE TABERNER
