VALÈNCIA. Tímidos avances en las negociaciones entre Compromís y PSPV para conformar gobierno en el Ayuntamiento de València más de un mes después de las elecciones municipales. La reunión de los equipos negociadores de este jueves añadió algunos gestos más a esta semana plagada de guiños pero con escasos puntos de convergencia entre ambas posturas contrapuestas.
El principal obstáculo, que incluso ha hecho tambalear las conversaciones, es la exigencia de los socialistas para obtener la vicealcaldía para su portavoz, Sandra Gómez. Sobre ello concretamente, este jueves tampoco se llegó a un acuerdo, y la fuerza que lidera Joan Ribó mantiene su rechazo frontal a esta idea porque teme que el PSPV organice un "gobierno paralelo". Ahora bien, los socialistas pusieron sobre la mesa en la reunion una alternativa que, aunque dista mucho de la postura de Compromís, podría engrasar la maquinaria negociadora, estancada en los últimos encuentros en la vicealcaldía.
El PSPV propuso una Junta de Gobierno repartida de igual manera entre unos y otros: seis regidores para los socialistas y seis para los de la coalición. En esta cuenta ya entraría la portavoz socialista Gómez -que tendría la vicealcaldía también-, y el alcalde de la ciudad, Ribó. Este último ostentaría el voto de calidad si en determinadas votaciones se diera un empate. Fuentes socialistas explicaron que, de esta manera, se promovería que las decisiones se tomen de forma conjunta y se evitarían imposiciones.
En la formación de Ribó opinan que esta fórmula no se correspondería con los resultados de las elecciones, que arrojaron 10 ediles para Compromís y siete para el PSPV. Consideran, pues, que constituir una Junta de Gobierno al fifty-fifty no sería justo para con la representatividad de cada socio. Con todo, aún no se ha producido un rechazo formal a la propuesta, de la que se podrían extraer algunos elementos.
Los socialistas también pusieron sobre la mesa la posibilidad de entregar la presidencia del Pleno municipal a un miembro de Compromís. A la postre, es un contrapeso a la figura de la vicealcaldía en cuanto a visibilidad. Si uno de los motivos que aducen en la coalición valencianista para negar dicho cargo a la portavoz del PSPV es el exceso de visibilidad que ostentaría, los socialistas pretenden que Compromís pueda tener también protagonismo en el hemiciclo municipal.
Así, la fuerza de Joan Ribó podría elegir a uno de sus regidores para ostentar la presidencia del Pleno, a diferencia de lo que había ocurrido hasta ahora: Compromís, PSPV y València en Comú se alternaban la presidencia del Pleno para repartir la visibilidad entre los tres socios. En un contexto con la sucesión del líder de Compromís de fondo, la propuesta podría resultar interesante de cara a la conformación de un nuevo liderazgo a lo largo de estos cuatro años en el seno de la fuerza del guiño.
Aun así, este punto tampoco acaba de convencer a miembros de Compromís, quienes niegan que la presidencia del Pleno otorgue tanta visibilidad como pretenden hacer entender los socialistas. Al fin y al cabo, dicen, las sesiones plenarias se celebran una vez al mes y no tienen excesiva repercusión pública como sí la tienen otras instancias autonómicas. Las dos ideas -Junta de Gobierno y presidencia del Pleno- permanecen vigentes y se espera que el próximo lunes, en un nuevo encuentro entre ambas comisiones negociadoras, se contraste este planteamiento con alternativas y contrapropuestas de Compromís.
Hay que tirar de hemeroteca para dar con los días en los que ambas formaciones mantenían un secretismo convenido en torno a las conversaciones y lanzaban sus comunicados de manera coordinada, acordada y conjunta. La confianza se encuentra convaleciente hasta el punto de que hay ocasiones en las que cada partido tiene una versión distinta e incluso contradictoria sobre lo que ocurre en el interior de las salas de negociación.
Ocurrió esta ocasión, sin ir más lejos. El miércoles ya se había comentado entre las filas de Compromís la intención de llevar a cabo un gesto para contentar al PSPV: cesar a todos los coordinadores de área menos a los nombrados por los socialistas. Mientras que fuentes cercanas al alcalde aseguran que esto sí se explicó en la mesa negociadora del jueves, el PSPV negaba la mayor.
Los ceses anunciados por la coalición valencianista se aprobarán previsiblemente este viernes. Existen seis coordinadores: tres de Compromís, dos del PSPV y uno de Podemos. Pero esta medida, lejos de afectar a buena parte de los coordinadores salvando de la quema sólo a los socialistas, como anunció la coalición, afectará únicamente, según fuentes municipales, a dos personas: el coordinador de Proyectos Europeos, Miguel Ángel Bodegas, elegido por Podemos el pasado mandato; y el coordinador de Actividades e Inspección, Jesús Caro, elegido por Compromís.
Si esto sucediera, otros coordinadores situados por la coalición valencianista mantendrían el cargo. Son el coordinador de Innovación Organizativa y Gestión de Personas, Josep Vicent Cortés; y la coordinadora de la Agencia de la Bici, Belén Calahorro. Como había explicado también Compromís, seguirán en su plaza también los socialistas Juio Olmos, coordinador de Desarrollo Económico Sostenible, y Rafael Rubio, coordinador de Desarrollo Urbano y Vivienda.
Con todo, fuentes socialistas dieron poco valor a este guiño. "No significa nada", explican, dado que si finalmente se conforma un gobierno monocolor de Compromís, los socialistas serán cesados de igual manera. Arguyen, además, que el cese de Bodegas, el coordinador situado por Podemos, era algo previsible dado que la formación morada no ha entrado en el consistorio.
El martes, Compromís hacía gala de su buena voluntad con otro gesto para atraer a los socialistas. Así, la formación de Ribó renunció al modelo gerencial que había estado proponiendo pero que, es preciso señalar, era difícil de aplicar porque necesitaba un desarrollo legislativo previo tanto en Les Corts como en el Ayuntamiento.