VALÈNCIA (EP). El sastre José Tomás, a quien la trama Gürtel encargó durante años la confección de prendas, ha asegurado este miércoles que no confeccionó ninguna prenda para el expresidente de las Cortes Valencianas Juan Cotino porque le "odiaba". Aún así, ha indicado que no sabe si la red liderada por Francisco Correa le hizo algún regalo, como un chaquetón de la marca Milano valorado en 375 euros.
Tomás ha comparecido como testigo en el juicio que celebra la Audiencia Nacional contra la Gürtel por los presuntos amaños en la contratación con RTVV para la instalación de pantallas y megafonía que permitiera seguir la visita del Papa Benedicto XVI a Valencia en 2006. Durante su declaración ha afirmado que la trama pagó trajes para el exdirector de la televisión valenciana Pedro García Gimeno.
El sastre ha ratificado lo que ya ha dicho en el conocido como 'juicio de los trajes' y en otras vistas orales de esta macrocausa y ha vuelto a explicar que el 'número dos' de la Gürtel, Pablo Crespo, era quien pagaba cada "equis meses", mediante un transferencias o cheques, el total de una lista de encargos de prendas que le hacían para políticos del PP. En el caso concreto de la Comunidad Valenciana ha indicado que confeccionó prendas para el expresidente Francisco Camps, el exvicepresidente del Consell Víctor Campos o el que fuera secretario general de los 'populares' valencianos Ricardo Costa.
En relación con la visita del Papa, el sastre ha asegurado que no recuerda que la Gürtel le hubiera pedido ningún traje para este evento, aunque ha precisado que sí "cortó" un chaleco para Camps con motivo del viaje al Vaticano para asistir al nombramiento de Antonio Cañizares como cardenal.
Según el escrito de acusación del Ministerio Público, la red corrupta agasajó a funcionarios y autoridades con regalos, entre los que destaca un chaquetón de la marca Milano de 375 euros al expresidente de las Cortes Valencianas Juan Cotino -cuya responsabilidad penal ha quedado extinta tras su fallecimiento por covid-19-; o un coche de más de 30.000 a García Gimeno y ropa de vestir por importe de 3.550 euros. Preguntado por el supuesto regalo a Cotino, el sastre ha asegurado que "jamás", "nunca", le ha confeccionado ninguna prenda y ha justificado esta afirmación diciendo que, por motivos personales, lo "único" que ha tenido hacia "esa persona" es "odio" por su etapa como director general de la Policía Nacional.
En este sentido, ha señalado que desconoce si Crespo o el responsable de Orange Market (empresa de la Gürtel en Valencia), Álvaro Pérez, conocido como 'el Bigotes', compraron algo para él, ya que cuando "se llevaban ropa para uno o para otro" no le decían quien era el destinatario. "No me comentaban nada de regalos", ha subrayado. En cuanto a Pedro García Gimeno, ha afirmado que le hizo "trajes sin pagar" y que fue 'el Bigotes' quien le llevó a la tienda Milano en Madrid en la que era encargado para que le tomara medidas.
Al respecto, la fiscal Anticorrupción Concepción Nicolás le ha mostrado un ticket con fecha del 25 de enero de 2006 por el importe de 3.550 euros y en cuyo concepto aparece el nombre de García Gimeno. El sastre ha indicado que esa factura se incluyó en "la cuenta de Orange Market y lo pagaba Pablo Crespo". No obstante, Tomás ha añadido que cuando más contacto tuvo con el exdirector de RTVV fue a partir de agosto de 2006 cuando García Gimeno iba con su familia a la tienda Forever & Young, en la que entonces trabajaba el sastre, y que pagaba todo lo que compraba.
Por otro lado, este miércoles también han comparecido como testigos dos ingenieros de sonido alemanes, cuyos servicios requirió la trama tras constatar su experiencia en la organización de la visita de Benedicto XVI a Colonia (Alemania) en 2005. Ambos han declarado por videoconferencia y con traducción simultánea.
Precisamente, Wolfgang Neumann ha explicado a preguntas de Anticorrupción que fue Apogee Telecomunicaciones -una de las subcontratadas por Teconsa, empresa que resultó adjudicataria para la prestación de los servicios audiovisuales en Valencia- la que contactó con él y le invitó a Valencia para hacer un reconocimiento de la zona donde se instalaría las pantallas y la megafonía y conocer el proyecto.
Aunque la visita tuvo lugar antes de que se produjera la adjudicación, el testigo ha indicado que le dio la "sensación" de que Apogee "tenía el encargo y buscaba alguien que le ayudara". Asimismo, ha apuntado que firmaron un contrato con esta empresa y que ésta aún le debe unos "60.000 euros" por los servicios prestados. En parte del relato ha coincidido el otro testigo, Thorsten Schulzen, que ha contado que en su caso fue Orange Market la que le contactó y le invitó a viajar a Valencia para hacer la inspección de la zona, si bien él nunca recibió respuesta de la oferta que envió para la instalación de la megafonía.