VALÈNCIA. Pese a la estabilización de la pandemia en la Comunitat Valenciana, que goza de la tasa de incidencia acumulada más baja de toda España, hay municipios que registran datos preocupante. La localidad de Benigànim comenzaba el mes de septiembre con un aumento significativo de la propagación del virus. Tal fue la expansión del coronavirus entre los vecinos que pasó de una incidencia acumulada de 34,24 contagios por 100.000 habitantes, a una incidencia de 994,46. Fue entonces cuando la conselleria de Sanitat decidió aplicar un confinamiento perimetral. Tras 22 días, las medidas excepcionales funcionaron en este municipio de menos de 6.000habitantes donde, actualmente, la incidencia acumulada de los últimos14 días se sitúa en 582,09 positivos por 100.000 habitantes.
Ahora, las alarmas han vuelto a saltar, esta vez en dos localidades de la Ribera Alta, las cuales se encuentran en el punto de mira de Sanitat: Sumacàrcer y Carlet. En el caso de Carlet, con una población que supera los 15.500 habitantes, se han detectado 233 positivos durante toda la pandemia, 133 de los cuales en las últimas dos semanas. Además, el municipio cuenta con dos víctimas mortales y la incidencia acumulada de los últimos 14 días ya ha alcanzado los 852,67 contagios por cada 100.000 habitantes.
De hecho, la localidad riberenca gobernada por Maria Josep Ortega, de Compromís, ya tuvo que aplicar algunas medidas excepcionales impuestas por la conselleria de Sanitat tras el notable incremento de casos. Concretamente, cerró durante diez días del Centro de Día de personas mayores del municipio y suspendió las visitas y las salidas a la residencia de personas mayores -el centro público de atención a mayores más grande de la Comunitat Valenciana- y a la residencia La Llum, durante quince días.
"El jueves hablamos con Salut Pública y nos trasladaron datos 'esperanzadores'. Parece que hay un ligero descenso en los últimos días", explica la primera edil de Carlet. "Pero no podemos bajar la guardia, continuamos teniendo positivos y consideramos que estamos en un momento preocupante", alerta Ortega. Por ese motivo, desde la administración municipal se tomaron algunas medidas adicionales a las de Salut Pública como el cierre de parques, jardines y zonas de juegos infantiles o deportivas urbanas, así como la suspensión de los actos públicos, culturales, festivos, deportivos o de ocio. Ortega también ordenó el cierre de los espacios culturales y deportivos; así como del cementerio municipal, excepto para los funerales con un aforo de 10 personas. Unas medidas que continuaran vigentes hasta el próximo 1 de octubre.
Por su parte, la consellera de Sanitat, Ana Barceló ha asegurado que las medidas adoptadas por Carlet "parecían suficientes porque venían de las no fiestas", en alusión a que la mayor parte delos contagios se registraron durante los días en que se deberían haber celebrado las fiestas del pueblo. "Todavía es pronto, pero por ahora son suficientes", ha manifestado Barceló. En consonancia con estas palabras, aunque un poco más precavida, se mostraba la alcaldesa: "las medidas que parece que están teniendo efecto, pero todavía es pronto".
"Debemos transmitir preocupación a la ciudadanía y necesitamos la máxima concienciación individual porque se trata de brotes de origen social. Estamos repitiéndolo como un mantra", apunta la alcaldesa. Precisamente el pasado viernes, se detectaron siete brotes en Carlet que afectaban a 46 personas. Y el miércoles y el jueves se registraron dos brotes, uno con nueve casos y el otro con tres, respectivamente. Todos ellos han sido de origen social. "Somos el municipio con mayor incidencia de los pueblos de alrededor y lo más preocupante es que esto es como una macha de aceite: ahora es aquí y en Sumacàrcer, donde también están mal, pero antes fue Benigànim… Nosotros tenemos una relación muy estrecha con los pueblos cercanos y puede esparcirse fácilmente", advierte.
Precisamente el municipio al que hace alusión la primera edil de Compromís es otra localidad de la Ribera Alta, Sumacàrcer, que con una población de casi 1.100 habitantes ha notificado 20 casos positivos, 17 de ellos en las últimas dos semanas. Y cuya incidencia acumulada en los últimos 14 días es de 1.551,09 contagios por cada 100.000habitantes.
"Hace un par de días llegamos a una situación epidemiológica preocupante porque la incidencia acumulada era muy elevada a causa de un importante brote", cuenta David Pons, alcalde de la localidad, del PSPV, en referencia al brote de origen social detectado el pasado martes con 15 casos. El primer edil achaca este aumento de la incidencia a la población reducida con la que cuenta el pueblo. "Tenemos una población de alrededor de 1.100 habitante, por lo tanto, 20 contagios parece que no sean demasiados, pero en valores relativos respecto a la población, sí lo son", cuenta.
Pese a los preocupantes datos, el alcalde asegura que, tras las conversaciones con Salut Pública, "de momento, el confinamiento no está encima la mesa". Sin embargo, Barceló, señaló el jueves que continuaba en contacto con el ayuntamiento de Sumacàrcer para analizar la evolución del brote "por si fuera necesario adoptar alguna medida". "Los vecinos están cumpliendo las medidas, las calles del pueblo están prácticamente desiertas, la gente está en casa, está asustada y saliendo para las cuestiones imprescindibles", relata Pons.
El consistorio, por su parte, también ha tomado "todas las medidas posibles" para intentar controlar el virus como la cancelación delos actos públicos, el cierre de los lugares públicos y de instalaciones para niños como, por ejemplo, parques y jardines. También han intensificado las tareas de desinfección de la vía pública y de la escuela del pueblo con el recuerdo cercano de cuando tuvieron que cerrar el ayuntamiento en el mes de agosto tras el positivo de un trabajador de la administración municipal. "Tenemos que continuar pendientes de la evolución de virus en el pueblo. De momento, no podemos hablar de buenas cifras, pero podemos decir quela situación no está peor", concluye.
La preocupación por la incidencia de la crisis sanitaria en las comarcas de la Ribera, sin embargo, no es nueva. Con el fin del estado de alarma y el inicio de la desescalada el departamento sanitario de la Ribera se quedó al filo de no avanzar al mismo ritmo que el resto de la Comunitat Valenciana en la transición a la nueva normalidad. En un primer momento, la conselleria de Sanitat solicitó al Ministerio de Sanidad que en el Departamento de Salud de La Ribera no se permitieran la realización de reuniones de hasta 10 personas durante la fase 1. Barceló apuntó entonces que "en los últimos días se ha detectado un aumento de casos que invitan a la prudencia y obligan al estudio de su trazabilidad". Finalmente, esta medida, que causó cierta conmoción entre los vecinos de la zona, se desestimó y, a mediados de mayo, todos los departamentos sanitarios valencianos consiguieron avanzar sin restricciones.
En estos últimos días, y con Carlet y Sumacàrcer como puntos calientes, se han detectado brotes en diversas poblaciones de las comarcas de la Ribera. El pasado viernes, el departamento de Sanitat comunicaba un brote con 12 casos en l’Alcúdia, otro con siete casos en Alginet y tres brotes que afectaban a 17 persones en la capital de la Ribera Alta. Todos ellos tenían como origen los contactos sociales. El sábado pasado fue en Almussafes donde se registró un brote que afectaba a 16 personas, y Cullera otro con cinco contagiados. Y, esta semana, en Alberic se ha notificado un brote laboral de ocho personas, junto a otros de origen social como los seis contagiados en Alzira, los tres en Cullera o los cuatro en Sueca.