VALÈNCIA. (EP) La consellera de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, Mireia Mollà, ha anunciado la puesta en marcha de un Servicio valenciano de Vigilancia de la Posidonia, que estará operativo el próximo verano.
La consellera junto a su homólogo en el Govern balear, Miquel Mir, han visitado el Servicio de Vigilancia de las Praderas de Posidonia de las Islas Baleares, que este año cumple cinco años de funcionamiento, y cuyo ejemplo servirá de modelo para la Comunitat Valenciana, ha indicado la Generalitat en un comunicado.
"Los bosques de posidonia son 20 veces más eficaces que los bosques terrestres en la captación de Co2 y son un hábitat estructural que se tiene que proteger". "El primer Servicio de Vigilancia Marina de la Comunitat Valenciana se pondrá en marcha en 2022 tras comprobar los buenos resultados que ha dado en las Islas Baleares", ha explicado Mollà.
La necesidad de una política común para proteger los ecosistemas marinos ha marcado el posicionamiento de la Cumbre Ecomediterránea que celebran los gobiernos valenciano y balear en Palma de Mallorca.
Mollà y Mir han coincidido en la conservación de la posidonia desde una perspectiva transversal y conjunta. "Todos y todas debemos implicarnos en la protección de estos bosques marinos y sumarnos a una red que va más allá del ámbito institucional", ha subrayado Mireia Mollà.
La Conselleria de Transición Ecológica de la Generalitat ha impulsado una política integral de preservación de la posidonia que cuenta con un decreto, actualmente en exposición pública, que se verá reforzado por una cartografía actualizada y accesible desde una aplicación móvil, así como por el nuevo Servicio de Vigilancia.
Al respecto, Mir ha indicado: "Somo las dos únicas comunidades que hemos puesto en marcha una normativa específica para proteger la fanerógama marina y ahora es el momento de que el Estado dé un paso más y demuestre su compromiso con la biodiversidad marina destinando fondos a la protección de la posidonia".
En este sentido, tanto Mireia Mollà como Miquel Mir han puesto el acento no solo en la conservación de las praderas de vegetación marina como pulmón del Mediterráneo sino en el impulso a la investigación para recuperar aquellas zonas degradadas.
La Cumbre Ecomediterránea también ha servido para compartir la necesidad de poner en valor la singularidad del bosque mediterráneo cuya biodiversidad comprende tanto el terreno forestal de interior como los humedales.
Tras visitar el paraje de S'Albufera de Mallorca, la secretaria autonómica de Transición Ecológica de la Generalitat, Paula Tuzón, ha apuntado las similitudes con la Albufera de València y ha valorado "compartir el 'know how' de cada administración desde su ámbito para tener ecosistemas más fuertes" y poner en marcha una gestión de la biodiversidad que incluya el control de los vertidos, la reintroducción de especies autóctonas, la lucha contra las invasoras y la mejora de la calidad del agua.