VALÈNCIA (EFE). Tres de cada diez alumnos valencianos han repetido curso a los 15 años, según el último informe de Save the Children, que critica los "supuestos beneficios" de esta práctica, que considera perjudicial para el alumnado y que "a menudo lleva a l abandono escolar", asegura esta ONG.
"El abuso de la repetición de curso en los colegios e institutos de la Comunitat Valenciana está perjudicando al alumnado, sobre todo al de bajo nivel socioeconómico", según Save the Children, que lanza hoy su informe 'Repetir no es aprender. Mitos desmentidos y alternativas posibles a una práctica ineficiente e inequitativa'.
La organización recuerda que España presenta una de las tasas de repetición más elevadas dentro de los países desarrollados. El problema se concentra especialmente en la Educación Secundaria Obligatoria (ESO), donde España presenta la tasa más alta de toda la OCDE. En la Comunitat Valenciana, el 32 % del alumnado ha repetido curso alguna vez a los 15 años.
Coincidiendo con el cambio de etapa, el porcentaje de repetición se cuadruplica en nuestro país, pasando del 2,3 % en 6º de Educación Primaria al 8,9 % en 1º de ESO, el curso con la tasa más alta.
Además, este hecho es más acusado en los centros públicos, que acogen al alumnado más vulnerable y donde mayoritariamente también se produce un cambio de centro del colegio al instituto.
“Reducir la repetición escolar es una cuestión de igualdad de oportunidades. Desde un punto de vista de equidad, como sociedad no deberíamos obviar ni permitir que la incidencia de la repetición sea cinco veces mayor entre el alumnado más vulnerable que entre el que se encuentra en una mejor situación socioeconómica”, defiende Rodrigo Hernández, director territorial de Save the Children en la Comunitat Valenciana.
Con resultados PISA estadísticamente equivalentes a los países OCDE, la tasa de repetición de la Comunitat Valenciana duplica la de Francia o México, cuadruplica la de Hungría o Turquía, es seis veces mayor que en Canadá o Eslovaquia, y hasta 12 veces mayor que en Reino Unido.
Asimismo, la investigación de la ONG de infancia desmiente los "falsos mitos" que sustentan los supuestos beneficios de la repetición y las creencias de por qué se da esta situación, a pesar de que la legislación en el ámbito educativo o el nivel del alumnado son equiparables a la de otros países desarrollados.
Así, exponen que dos de cada tres socios de la OCDE tienen tasas de repetición en alumnado de 15 años inferiores al 10 % y en casi la mitad (47 %) de los países alcanza a menos del 5 % de estudiantes.
Se demuestra así que un sistema educativo puede funcionar con un nivel residual de repetición de curso; una situación que es la más común en los países desarrollados, que recurren a otras estrategias más eficaces para gestionar las diferencias de nivel.
Además, se subraya que los criterios empleados en España y la Comunitat Valenciana para juzgar satisfactorio el progreso escolar son más duros que los establecidos por la OCDE y los países de nuestro entorno.
Los niños que en la Comunitat son considerados con un nivel insuficiente no lo serían en otros países, y progresarían en sus estudios sin mayor cuestionamiento.
Otra de las conclusiones es que los resultados indican que, tomados dos estudiantes con conocimientos, dificultades de aprendizaje y niveles de motivación similares, el de nivel socioeconómico y cultural bajo tiene aproximadamente tres veces más probabilidades de ser propuesto para repetir que el estudiante de clase acomodada, luego "existen sesgos que convierten la repetición en una medida discriminatoria".
Save the Children considera que, aprovechando el cambio en criterios de repetición en la LOMLOE, se debería impulsar programas de formación colaborativa y acompañamiento sostenido a equipos docentes para experimentar, reflexionar y cambiar creencias y prácticas sobre repetición, a través de mentorías, asesores externos, y trabajo en red, como ha hecho Portugal y Bélgica.
“La repetición escolar es una respuesta del sistema que no funciona. Es ineficiente y mucho más cara que apostar por medidas de refuerzo académico para el alumnado con peor rendimiento y de apoyo económico a sus familias”, defiende Rodrigo Hernández.