VALÈNCIA. Novedad importante en el proceso de venta de los terrenos de Mestalla, el estadio del Valencia CF. El club ha autorizado a una de las firmas que pugnan por el goloso solar de la Avenida Aragón a ofrecer los futuros pisos que se construyan en él. Se trata, según ha podido contrastar Valencia Plaza, de la gestora de cooperativas de viviendas ADU Mediterráneo SL, una enseña de reciente constitución pero que tiene como administrador a una cara conocida del empresariado valenciano: José Luis Santa Isabel, presidente de la federación de empresas contratistas valencianas Fecoval. Y no es su único respaldo. La sociedad cuenta con el apoyo público de la Confederación Española de Cooperativas de Vivienda (Concovi).
Tanto es así que es la propia patronal de cooperativas de viviendas la que está llevando a cabo la captación de futuros clientes, en concreto, la comercialización del "derecho preferente de incorporación (DPI)" para un proyecto que denomina "Residencial Acequia de Mestalla". En un anuncio difundido en la web de Concovi la confederación concreta que se trata de "las parcelas resultantes del Proyecto Century en València", es decir, de las que se comercializan en el marco del proceso de venta encargado por el Valencia CF a Deloitte para lograr el traslado del club a la Avenida Cortes Valencianas, donde se encuentra su nuevo estadio a mitad construir.
Tal y como ha podido contrastar este diario, cuando los interesados tramitan su solicitud para acceder a este "derecho preferente" reciben un formulario de adscripción en el que se detalla que "la empresa ADU mediterráneo SL, gestora de cooperativas adscrita a Concovi, está inmersa en el concurso para proceso de compra de los terrenos del Valencia (campo del Mestalla), con una propuesta de desarrollo de dicho suelo mediante una solución de cooperativa". Según la información sobre la firma disponible en el Registro Mercantil, la compañía fue constituida el pasado mes de octubre y está administrada de forma mancomunada por José Luis Santa Isabel y el empresario inmobiliario Alberto Casares.
En caso de suscribir el mencionado formulario, el cliente proporciona sus datos personales y solicita formalmente más información sobre el proceso. "Estando interesado en la posibilidad de acceder a la suscripción preferente, le ruego me remita la información general, los documentos de inscripción y en la cuenta donde debo ingresar la cantidad necesaria para la suscripción", reza el contenido a firmar, en el que no se especifica el montante total a aportar.
Como es lógico, el mencionado "derecho preferente" para la adquisición de los pisos tan solo permitiría una adquisición real en caso de que sea finalmente esta oferta la que se adjudique los terrenos, tal y como explica la propia patronal en su anuncio. "La incorporación de los solicitantes a la cooperativa en su calidad de socios de pleno derecho solo se producirá si la oferta presentada para la compra del suelo o parcela resultante fuera aceptada fehaciente y definitivamente por la propiedad", subraya Concovi, que concreta que el proyecto está "bajo la tutela de su federación territorial en la Comunitat (Fecovi)".
"Aunque la preinscripción no supone la adquisición de la condición de socio de la Cooperativa de Viviendas, el DPI garantiza y concede, como su propio nombre indica, el derecho preferente de incorporación a la vivienda solicitada en la fase o promoción inmobiliaria en el orden en el que se obtenga, respetado dicho orden o antigüedad en el supuesto de incorporación definitiva como miembro socio de pleno derecho de la cooperativa", agrega el anuncio en la misma línea.
Una propuesta que pasa a ser la favorita
¿Y por qué esta fórmula?, cabe preguntarse. Desde el punto de vista empresarial el procedimiento es el lógico, porque la promoción cooperativa consiste en eso, en reunir una cifra inicial de interesados -futuros propietarios de las viviendas- que permitan activar el proceso -en este caso reunir los fondos necesarios para pagar al Valencia CF y lograr la adjudicación de las parcelas-. Posteriormente el proceso consiste en sumar la cifra total de cooperativistas -los futuros dueños de las viviendas- que la promuevan de forma directa para ahorrarse el beneficio que cobran las promotoras convencionales.
Pero esto lleva a otra reflexión ¿Por qué el Valencia CF permite solo a uno de los interesados en las parcelas -que no es todavía el adjudicatario- que precomercialice los futuros pisos? Fuentes del sector interpretan al respecto que tal concesión del Valencia CF podría responder a que la solución cooperativa sea la única con visos de prosperar en el proceso de venta encargado a Deloitte.
Entre las ventajas de esta modalidad se encuentra la mencionada eliminación del beneficio que obtiene el promotor, lo que permitiría a esta fórmula ofrecer una mayor cantidad al Valencia CF en un proceso que precisamente se caracteriza por lo ajustado de las cifras. El club, como reveló este diario, valoró sus activos en alrededor de 120 millones de euros, pero el grueso de las propuestas que ha recibido están lejos de este importe.
La complejidad, por contra, es que exista realmente un número de interesados suficiente para adelantar el dinero necesario y completar el número de cooperativistas, máxime al tratarse de un proyecto que tardará más de lo habitual en salir adelante y que contempla "viviendas de alta calidad" -es decir: más caras que la media-. "Los residenciales contarán con servicios comunes exclusivos, como piscina, gimnasio, locales comunitarios, etc. Además, se incorporarán los más modernos diseños y materiales y, por supuesto, sistemas de alta eficiencia energética y no contaminantes. Todo ello a precio de coste por tratarse de autopromociones", reza la información de Concovi.
Y otro asunto a resolver es la gran cantidad de superficie terciara (comercial, hotelera o de oficinas) prevista en el ámbito, alrededor del 40% de los 100.000 metros cuadrados del desarrollo, que además se concentra en los bajos y el semisótano del proyecto. ¿La propuesta va de la mano de un socio comercial o deberán los inversores cooperativistas asumir el desarrollo del terciario para comercializarlo posteriormente? Debido a tales complejidades, unidas a las propias del procedimiento, conviene no descartar la posibilidad de que el proceso de venta concluya sin adjudicación.