VALÈNCIA. Picanya ha sido un pueblo dividido por un barranco, desde que en el siglo XIX Vistabella se anexionara al municipio. Una población que hace unas semanas se conectaba por cinco puentes, que permitían a los vecinos de ambas partes del municipio circular por sus calles de forma rápida y directa. Sin embargo, la Dana del pasado 29 de octubre arrasó un total de cuatro infraestructuras que permitían cruzar el barranco del Poyo y que, en estos momentos, están pendientes de reconstruir para devolver una movilidad fluida en la zona.
Por un lado, se encontraba la pasarela que permitía tanto el paso peatonal como el de vehículos y que unía la zona del centro de salud y la iglesia con la vía principal del barrio, llamado el Pont Vell. A éste, se sumaban dos pasarelas peatonales a ambos lados del mismo, que espaciaba el acceso hacia el otro lado de la población. Por último, el puente de la Travessia, que conectaba las rotondas de Torrent con el otro lado del pueblo. Ahora, solo se mantiene en pie el puente que prolonga el Paseo de La Primavera y que ha servido de conexión durante más de dos semanas de las dos partes del municipio, además de con València, para poder abordar reconstrucción y el paso de voluntarios.
Sin embargo, esto obliga a los vecinos a realizar un trayecto mucho más largo si quieren llegar a un punto del otro lado del municipio o al propio centro, dado que obliga a salir a la carretera que, con varias rotondas, une la población con Valencia y Paiporta.
Pero, ¿y ahora qué? Los primeros días tras el desastre, la reconstrucción de las mencionadas infraestructuras no ha sido prioritaria, debido a la necesidad de limpiar el barro y quitar escombros pero, con el paso de los días, se hace necesaria encaminar la vuelta a la normalidad. Según explican fuentes municipales, la infraestructura prioritaria será recuperar el paso por el Pont Vell, con una pasarela provisional. Para ello, ya se han dado conversaciones entre Estado, Generalitat y el consistorio para instalar una plataforma transitoria que, aunque aún no tiene un plazo claro, será la primera en recuperarse. Para ello, aprovecharán las columnas de hormigón que se mantienen en pie.
En el caso de las pasarelas, unos bomberos hicieron un paso inferior con puertas y maderas para facilitar el camino, dadas las circunstancias. Ahora, mientras llega la alternativa, las empresa de Picanya Hermanos March, junto al personal técnico del ayuntamiento, han acondicionado un paso inferior con hormigón y han adecuado las escaleras para favorecer un paso más directo y algo más seguro mientras llega la obra definitiva.
La reconstrucción, a largo plazo
Sin embargo, para abordar la reconstrucción definitiva de los cuatro puentes destruidos por la Dana, el Ayuntamiento de Picanya contará con la ayuda de los fondos de reconstrucción prometidos por el Gobierno. En el primer Consejo de Ministros, se anunció que el Estado asumiría hasta el 50% de los costes de reconstrucción de las infraestructuras, aunque esta ayuda dependerá de la capacidad económica de cada municipio.
La Generalitat Valenciana ha previsto el envío de técnicos especializados, a través de la empresa pública Tragsa, para evaluar el estado de lo que queda de los puentes y realizar una estimación de los costes de reparación. Este trabajo de valoración será la base para los proyectos de reconstrucción que el ayuntamiento deberá presentar para optar a las subvenciones ministeriales y a los fondos de reconstrucción. No obstante, la ejecución de las mencionadas obras no tiene todavía plazo previsto.