Playa de L'Ahuir, Gandía.España cuenta con medio centenar de playas y embalses que permiten el acceso a los perros, una iniciativa que no está exenta de polémica por las críticas de algunos bañistas
VALENCIA. En 512 kilómetros de litoral, los valencianos solo pueden ir en verano con su perro a 12 playas en toda la comunidad. Por norma general, el baño de las mascotas suele estar prohibido de mayo a septiembre, pero en el caso de la capital del Turia, el baño está prohibido todo el año. Hace tres meses, el Ayuntamiento de Valencia estrenó la primera playa canina en la ciudad, en la pedanía de Pinedo. Este proyecto respondía a la necesidad social de habilitar una zona y se ha llevado a cabo aunque le ha costado la bandera azul. Pierden este emblema por abrir la zona de perros, pero mantienen el reconocimiento medioambiental. Desde la administración se ha hecho hincapié en sensibilizar a la sociedad ante las demandas de colectivos que sienten a la mascota como uno más de la familia, y han apostado por reforzar los servicios de limpieza.
El acceso se permite en el tramo más próximo a la desembocadura del río y durante todo el año. El consistorio ha habilitado papeleras con bolsas para facilitar la recogida de las heces y no se permite que los perros estén sueltos , ni siquiera dentro del agua. De hecho, existe una caseta de información donde se reparten estacas para poder atar a los perros en la arena. En el caso de razas peligrosas, los canes tienen que llevar bozal, una norma que se implanta en todos las playas caninas y también cuando pasean por la calle; se impone a su vez que los propietarios lleven consigo el pasaporte veterinario de sus mascotas. La provincia valenciana cuenta con otros tres espacios: La Playa-Can de Gandía, El Brosquil en Cullera y el más cercano a la capital, un tramo de la playa La Torreta-Santa Elvira en El Puig.
La de Gandía fue un proyecto pionero de playa petfriendly, abrió en 2013 y se encuentra en la sección final de la playa de l’Ahuir, muy bien acondicionada para los perros pero carente de servicios básicos como duchas o aseos. Sin embargo, es una opción ideal ya que los perros pueden bañarse sin correa y es una zona tranquila y apartada, pueden acudir durante todo el año, incluso en temporada alta. Muy cerca encontramos la playa del Brosquil, está ubicada al sur de Cullera tras pasar la desembocadura del río, en la conocida entrada del Malaguenyo y limita con el término municipal de Tavernes de la Valldigna.
Existen otras playas que permiten el acceso en temporada baja (de octubre a febrero) como la playa de Los Tusales, en Guadardamar del Segura (Alicante), Los Saladares, en Urban (Alicante), Miramar, en Gandía (Valencia), Racó de Mar (Canet d'en Berenguer) o la cala de la Palmera, en Cabo de las Huertas (San Juan). En Oliva hay una oferta muy amplia en esta época del año, el municipio valenciano cuenta con las playas Pau-Pi, Aigua Blanca, Les Deveses, L'aigua Morta o Terranova-Burguera.
La Costa Blanca tiene hasta cinco playas caninas, pues la provincia alicantina es la que más se ha volcado en la causa y del norte al sur de su litoral se encuentran la playa del Xarco, en Vilajoyosa, Punta del Riu y Punta del Barranc, en Campello, Agua Amarga, en Alicante, Cala III de las Calas del Cuartel, en Santa Pola, y la pendiente en El Pinet. Está última estaría ubicada en Elche y el consistorio había previsto su apertura para este verano, pero por desacuerdos en la administración municipal lo han retrasado para el próximo año.
La llamada Doggy Beach, en Agua Amarga, se encuentra en la capital alicantina y permite el baño en cualquier época del año. Se inauguró el 15 de junio y es considerada una de las mejores del país, dado que se trata de la única playa en España que cuenta con servicios exclusivos para los perros: sombrillas, asientos y comida y bebida para ellos. Llama la atención la abundante señalización e información que hay allí para los usuarios. También destaca la zona canina en Vilajoyosa, un municipio caracterizado por calas impresionantes y recónditas. La del Xarco es una playa rocosa que suele ser poco transitada, por lo que hace más fácil pasear al animal, y se accede a través de la carretera general, no la autopista. En ella, en un promontorio a la orilla del mar, encontramos la Torre del Xarco o Torre de Giraley. Este es un edificio del siglo XVI que servía para vigilar los ataques piratas que llegaban por mar.
Vinaròs y Alcossebre son los únicos municipios castellonenses que han declarado dos playas aptas para perros, la de Aiguaoliva y la del Serradal respectivamente. La primera es una cala al sur del pueblo que permitió la presencia de los canes en 2013, de ambiente relajado y con vistas impresionantes a los acantilados de Castellón. Es una playa rocosa, sin arena prácticamente, que permite el acceso en temporada alta y también en los meses de otoño e invierno. De nuevo, faltan duchas y baños, pero como ventaja, esta zona no tiene una gran afluencia turística y el oleaje es moderado. La de Alcossebre está en la zona del Estany, de cantos rodados y guijarros, cuenta con un servicio de limpieza diario y el apoyo de la Concejalía de Turismo, pues considera que se suma a una iniciativa turística muy demandada y también olvidada a lo largo de la Comunitat.
