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VALÈNCIA. El reasfaltado con pavimento fonoabsorbente, la implementación de cambios semafóricos, la aplicación de aislantes acústicos o la disposición de elementos antivibración. Son las soluciones que prevé el estudio encargado desde la concejalía de Urbanismo del Ayuntamiento de València para atacar los problemas de ruido que habían denunciado los vecinos en el entorno del túnel entre Guillem de Castro y Ángel Guimerá y sobre los que ya se pronunció una sentencia en 2019. El estudio se centra en medidas para reducir el impacto acústico en la zona pero no prevé la eliminación del túnel, que el nuevo gobierno municipal ya ha descartado.
El estudio, elaborado por la compañía CPS y sobre el que los técnicos de la concejalía han informado favorablemente, se ha realizado en el entorno de la salida del túnel, en la calle Ángel Guimerá, y constata no sólo que "se sobrepasan los límites de los niveles acústicos" en las horas punta sino también que el ruido es "constante en todos los puntos", siendo la principal causa "el tráfico rodado existente en la superficie", especialmente en el margen izquierdo del túnel.
En ese sentido, el estudio contabiliza que el 60% del tráfico en la calle Ángel Guimerá proviene del carril existente para la circulación libre en este margen, mientras que el 30% proviene del propio túnel y el 10%, del carril situado en el margen derecho, reservado para el tránsito exclusivo de autobuses de la EMT y taxis. Una diferencia "sustancial en cuanto a volumen de vehículos" que "no se ve reflejado en los niveles acústicos obtenidos" porque en los diferentes puntos de medición hay "niveles acústicos muy similares", por lo que se descarta el denominado "efecto boca de túnel".
Al tráfico se suman otros problemas como la existencia, en el entorno de la salida del túnel, de placas metálicas de aireación del metro. Concretamente en una zona de parada y arranque de vehículos, en un semáforo, cuya secuencia "obliga a parar en el carril del margen izquierdo del túnel, originando retenciones en dicho carril, señala el mencionado estudio, aceptado por la concejalía de Urbanismo a finales de 2023.
Por ello, las soluciones que proponen son, por ejemplo, colocar "pavimento fonoabsorbente tanto en los carriles de salida del túnel como en los dos carriles a ambos lados del mismo en el tramo comprendido entre la Gran Vía Fernando el Católico y la calle Palleter". Así como realizar un estudio de la secuencia semafórica para analizar "su reubicación con objeto de desplazar la zona de parada de los vehículos", o colocar elementos antivibración en las placas metálicas de aireación del metro.
"Si bien el túnel no es el principal causante de la situación acústica actual, la aplicación de aislamientos altamente absorbentes sobre el mismo tanto en las paredes laterales como en el techo unos 50 metros antes de la boca de salida del túnel puede contribuir a la disminución de los niveles acústicos provenientes del túnel considerablemente", recoge también el estudio, que recomienda el empleo de paneles de chapa metálica dada la estrecha sección del túnel donde se ubicarían.
Tras conocer el estudio al detalle, la edil del grupo municipal del PSPV, María Pérez, destacó que el estudio propone medidas para reducir el ruido pero no se plantea la posibilidad de atacar su origen: "El estudio asegura que el tráfico es el principal causante del ruido, pero en lugar de proponer soluciones para reducirlo, plantea unos parches que no atacan el problema principal".
Sobre este aspecto, la edil socialista asegura que el documento "no propone ninguna medida de pacificación del tráfico". "Eso es lo que de verdad mejoraría la problemática del ruido en el entorno del túnel". A su juicio, la solución "ideal es quitar el túnel y arreglar el entorno con la implementación de zonas verdes, pero tristemente no es lo que este gobierno tiene en mente", lamenta Pérez.
"Los vecinos piden reducir el ruido que sufren desde hace mucho tiempo, y eso, si no se empiezan a plantear cambios en el modelo de movilidad, no se va a conseguir con medidas puntuales", asegura al respecto. Y a juicio de la concejala, esta estrategia debe ser "aplicable a muchas otras zonas de la ciudad", y pone ejemplos ya realizados como con el diseño de supermanzanas, como por llevar a cabo, como en la Avenida Pérez Galdós o la "renuncia al Corredor Verde" que habían previsto los socialistas para sustituir las vías ferroviarias del sur, "prefiriendo meter el actual gobierno un viario por donde ahora no pasan coches".