VALÈNCIA. Este martes 11 de febrero, es el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, un día promovido por Naciones Unidas con el objetivo de poner fin al desequilibrio de género en estas disciplinas.
La presencia de las mujeres en las carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) ha caído en los últimos años. En estos momentos, alrededor del 54% de los universitarios son mujeres y, sin embargo, su presencia en carreras técnicas no llega al 25%.
A esta brecha se suma otra jerárquica en investigación. En España, como hemos visto aproximadamente el 50% de los estudiantes de Grado son hombres y el otro 50% son mujeres, pero esta distribución se convierte en brecha, cuando hablamos de cátedras, ya que el porcentaje de mujeres catedráticas desciende por debajo del 20 %.
En este sentido, es también necesario remarcar un dato ligado al reconocimiento y la visibilización: los premios. Según las cifras recogidas hasta el año pasado, podemos observar como en los Premios Princesa de Asturias ha habido 64 hombres premiados y 2 mujeres premiadas. En el premio nacional de investigación, el sesgo también se mantiene 95 premiados vs 8 premiados y en los premios Jaume I la cifra también es rotunda: 112 galardonados frente a 7 galardonadas.
Estas son las cifras, pero es que también hay una realidad y es que la creciente necesidad de profesionales científico-tecnológicos pone el acento en la brecha de género que existe en las carreras STEM y hace patente la urgencia de captar el interés de las mujeres en este ámbito.
Por eso cada acción puesta en marcha para visibilizar a la mujer en el ámbito de las carreras STEM es clave. Introducir a las mujeres en el campo de la tecnología a través de la formación es básico y en esa línea trabaja el Ayuntamiento de València a través de València Activa.
Pilar Bernabé, responsable del Área de Desarrollo Innovador, asegura que datos como los arriba detallados obligan a cualquier administración responsable a ser feminista. “Y por esto debemos esforzarnos para que no piensen que el liderazgo tecnológico es solo para hombres, para que aporten su visión y su talento, sus ideas y su ilusión”, recalca.
Es por esto que, con el objetivo de formar mujeres en perfiles tecnológicos, mejorar las competencias de las profesionales e incentivar el emprendimiento desde València Activa se puso en marcha TecnoDones, un programa -enmarcado en la plataforma Treballem Iguals- que ha beneficiado hasta la fecha a más de 100 mujeres con formaciones como Coders y Factory Startup Woman, una cifra que este año aumentará hasta las 200.
Clara Fernández, tras varios años trabajando en radio, decidió apostar por el mundo del marketing digital y la creación web. Alumna de la primera edición de Coders Women Edition, asegura que este curso no solo le ha proporcionado los conocimientos básicos y esenciales sobre programación y creación web, “sino que además me ha dado las claves para desenvolverme con soltura en un entorno -el digital- que actualmente es de vital importancia”.
Asimismo, afirma que este curso ha mejorado su empleabilidad, “pues gracias a los ejercicios prácticos que realicé en este curso, pude ampliar mi currículum. De hecho, al poco de terminarlo empecé a trabajar en un departamento de marketing digital en el que he podido desarrollar muchos de los conceptos aprendidos”.
Su compañera en el curso, Luisa Marroquín, señala que esta formación le ha ayudado a programar páginas web básicas, pero sobre todo le ha permitido "perder el miedo a gestionar servicios más complejos como los de hosting, dominio, panel de control, etc.”. “Ser mujer no debe ser motivo de dificultad para estar en el sector tecnológico o ser una referencia dentro de éste”, defiende.
Por su parte, Marta Martínez, explica que gracias a este curso ha aumentado la seguridad en sí misma y ha mejorado sus habilidades tecnológicas. “A nivel laboral he podido mejorar mi CV en Linkedin y he notado un incremento de interés de muchas empresas tecnológicas en mi perfil profesional”, asegura.
De igual modo, añade que si bien es psicóloga especializada en sexología “(algo muy alejado del mundo tecnológico) me ha apasionado aprender e iniciarme en el mundo de la programación, hasta el punto de replantearme redirigir mi carrera profesional y especializarme en ciencias de datos y analítica, ya que el comportamiento humano se puede estudiar también a través de los datos”.
Por último, sostiene que el hecho de que, culturalmente, la mujer haya sido educada en el rol de cuidadora “ha tenido un gran peso respecto a que la mayoría de las salidas profesionales no tengan relación con el sector tecnológico”.