VALÈNCIA. El Ayuntamiento de València prepara un plan para movilizar muchos de los solares públicos que tiene vacíos para poder construir 1.000 viviendas nuevas. Un proyecto, que todavía se está ultimando, y con el que el gobierno municipal quiere aumentar la oferta pública en la ciudad ante la actual situación de emergencia habitacional. Y más en un momento en el que los alquileres no dejan de crecer y acceder a un inmueble se está convirtiendo en una 'misión imposible' para muchos colectivos.
Ante esta situación, el consistorio valenciano quiere dar salida a los miles de metros cuadrados que tiene repartidos por distintos puntos del 'cap i casal'. Pero no lo hará solo, sino que la idea es articular esta movilización de parcelas a través de la colaboración público-privada. El consistorio es consciente de que sus recursos son limitados y son los agentes privados los que disponen del conocimiento necesario para poner en marcha las diferentes actuaciones.
Por tanto, se trabaja para sacar esos suelos públicos al mercado mediante una alianza con los agentes privados, aunque la fórmula todavía está por definir. Por ejemplo, en la anterior legislatura, la Conselleria de Vivienda del Gobierno autonómico del Botànic lanzó un concurso de suelo público , dividido en lotes, para que los promotores los desarrollaran bajo la fórmula de la cesión del derecho de superficie.
Esta modalidad supone que las empresas construyen el edificio y lo explotan durante un periodo de tiempo determinado en régimen de alquiler asequible. Una vez finalizado ese plazo, el inmueble es gestionado por la Administración valenciana, que en ningún caso pierde la propiedad de las viviendas. Una posibilidad que se estaría barajando.
"Lo que pretendemos es que, a través de la colaboración público-privada, lanzar y poner en valor los solares municipales", avanzó el concejal responsable del área de Urbanismo en el consistorio valenciano, Juan Giner, en un desayuno organizado por Valencia Plaza. "Tenemos suelo para unas 1.000 viviendas de planes urbanísticos desarrollados hace años. Son terrenos que están repartidos por diferentes barrios de la ciudad", señaló el edil.
Por tanto, su departamento está estudiando los suelos para darles una nueva vida junto al sector promotor valenciano."Hasta ahora se acusaba al sector privado de tener pisos vacíos cuando la Administración es un gran tenedor con suelo para 1.000 viviendas", remarcó Giner.
Y es que, según un informe de la Cátedra Observatorio de la Vivienda de la Universitat Politècnica de València (UPV), en el 'cap i casal' existen cientos de suelos, tanto públicos como privados, que están sin uso y pendientes de desarrollar y en los que se podrían levantar 2.312 viviendas públicas de protección oficial, conocidas como VPO.
En concreto, el documento detecta cerca de 260.157 metros cuadrados de superficie edificable residencial de suelo protegido. El mayor número de solares se ubica en el distrito de Pobles del Sud, en donde se podrían desarrollar 1.103 inmuebles; seguido de Quatre Carreres, con 618, según los datos del informe.
Asimismo, en l'Olivereta y Poblats Marítims tendrían cabida 126 y 151 inmuebles, respectivamente, mientras que en Benicalp hay disponibles parcelas para 92 viviendas; en l'Eixample para 91; en Ciutat Vella para 65 y en Extramurs para 23 inmuebles. El menor volumen de suelo lo aglutinan Pobles de l'Oest, Campanar y Pobles del Nord, en donde se podrían levantar 8 y 17 viviendas, respectivamente.
De hecho, hace solo unos días que la propia alcaldesa de València, María José Catalá, remarcaba que la política urbanística de la ciudad debe ocuparse de los problemas de acceso a la vivienda que padecen los jóvenes y los mayores. Lo hacía durante una visita a un edificio de 131 viviendas en Safranar que el consistorio compró en julio, a través del derecho de tanteo, y que destinará a alquiler de jóvenes y mayores de 65 años.
"Había una forma de gobernar que en ocho años sólo fue capaz de construir 14 viviendas y ahora hay otra en la que los 100 primeros días ya ha realizado todos los trámites para sacar a alquiler 131 viviendas", subrayó la alcaldesa. Ahora, el consistorio pone la maquinaria en marcha para intentar dar una solución al problema de la vivienda mediante la ampliación de la oferta pública y junto al sector privado.