ens uneix, que tiene el voto decisivo, rompe la negociación con el pspv provincial

'Vendetta' con V de La Vall: el partido de Rodríguez pide al PSPV sus votos para presidir la Diputación

7/07/2023 - 

VALÈNCIA. La negociación por el control de la Diputación de Valencia dio este jueves un violento giro que hizo temblar los cimientos del PSPV-PSOE. Tras las elecciones autonómicas y municipales del pasado 28 de mayo, la corporación provincial es la única institución de gran relevancia que la formación socialista puede retener: consiguió 12 diputados provinciales y podría revalidar la presidencia si le respaldan los tres representantes de Compromís y la única diputada de Ens Uneix -partido originariamente conocido como La Vall Ens Uneix-, Natàlia Enguix. De esta manera, estas tres formaciones lograrían la mayoría absoluta frente a los 13 escaños del PP y los dos de Vox.

Así, la hoja de ruta del PSPV era clara: conducir al alcalde de Mislata y líder provincial, Carlos Fernández Bielsa, a la presidencia de la institución a través de un acuerdo con estas formaciones. Una misión en apariencia no demasiado complicada si se atendía al carácter progresista de las tres fuerzas políticas en liza. Ahora bien, en política -como en la vida- no todo es lo que parece: las negociaciones se rompían este jueves y La Vall Ens Uneix anunciaba, a través de su líder, Jorge Rodríguez, que se votarían a sí mismos para presidir la Diputación, con lo que obliga a los socialistas a respaldar a su candidata, Natàlia Enguix, si no quieren que gobierne el PP encabezado por Vicente Mompó.


Para entender mejor la situación, es obligado hacer un pequeño viaje al pasado. La Vall Ens Uneix nació en 2019 después de que el alcalde de Ontinyent y entonces dirigente del PSPV, Jorge Rodríguez, se viera obligado a dejar la formación socialista. ¿El motivo? el partido del puño y la rosa pretendía impedir que fuera candidato en su municipio tras abrirse el sumario del caso Alquería, en el que se encontraba investigado y por el que se había visto obligado a dejar la presidencia de la Diputación de Valencia un año antes, forzado por la dirección socialista tanto federal como autonómica. Un momento, tanto político como personal, terriblemente duro para Rodríguez y el resto de dirigentes imputados de su entorno, que tienen muy grabado en su interior las personas de las que recibieron cariño y apoyo y las que les dieron la espalda.

Así, en ese 2019 Rodríguez se presentó a la alcaldía bajo sus nuevas siglas y arrasó en las elecciones, dejando al PSPV sin representación en el consistorio. En los siguientes cuatro años, La Vall Ens Uneix -que ya logró un diputado provincial en su debut en las urnas- continuó su labor de expansión, logrando, aunque con menor diferencia, retener el único representante en juego en el partido judicial de Ontinyent para la Diputación. Apenas dos días después de los comicios, la Audiencia de Valencia emitía la sentencia sobre el caso Alquería con la absolución de todos los acusados. Una resolución que, pese a su contundencia, ha sido recurrida por la Fiscalía Anticorrupción.

 

El escenario resultante de las elecciones dejó en una posición de gran fuerza a La Vall Ens Uneix, puesto que su única representante es decisiva para decantar el gobierno de la Diputación entre el bloque de izquierdas (PSPV-Compromís) y el de derechas (PP-Vox). Inicialmente, e incluso de forma pública, el partido de Rodríguez descartó solicitar la presidencia y puso en liza un equipo negociador que, como primera exigencia, obligó a todas las formaciones políticas -excepto Vox- a acudir a las reuniones a Ontinyent.

En los diversos encuentros, se fue desgranando el acercamiento de Ens Uneix, como era de prever, hacia las posiciones del bloque de izquierdas, si bien con ciertas tensiones iniciales con el equipo enviado por Bielsa, según aseguran fuentes del entorno de Rodríguez. En cuanto a las conversaciones con el PP, pese al tono cordial de las mismas, la necesaria participación de Vox en la votación alejaba notablemente a Ens Uneix de un acuerdo.

Las exigencias de inversiones para la comarca o las diferentes peticiones en el ámbito organizativo por parte del partido de Rodríguez habían recibido luz verde por parte del PSPV. Todo parecía encarrilado hasta ayer, donde el propio líder de Ens Uneix comparecía públicamente para anunciar que su partido se votaría a sí mismo para que su representante, Natàlia Enguix, fuera la próxima presidenta de la Diputación.

Las razones de Rodríguez

Pese a que muchos dirigentes del PSPV interpretaron inicialmente como un "farol" la maniobra de La Vall Ens Uneix, el hecho de que fuera el propio Jorge Rodríguez el que saliera a explicar la posición de su partido dotó de una notable fuerza al relato.

Más allá de las razones esgrimidas por el también alcalde de Ontinyent -algunas con mayor contenido que otras-, se puso de manifiesto que en el corazón de La Vall Ens Uneix pervive una amarga decepción con el todavía líder del PSPV, Ximo Puig, al que han solicitado en reiteradas ocasiones una disculpa pública por el trato recibido que nunca ha llegado.

 

Así, Rodríguez aseguró que la dirección autonómica del PSPV "no quiere que Bielsa sea presidente" de la Diputación, por lo que le generaba "muchas dudas" si las conversaciones con el PSPV se están llevando a cabo "con quien tiene realmente voz y capacidad de compromiso" en ese partido. Una reflexión que ahondaba en las últimas tensiones existentes entre Bielsa y el propio Puig, bien conocidas en La Vall Ens Uneix por sus distintos vínculos con la formación socialista y por las últimas informaciones publicadas. 

 "Hay muchos hechos que constatan que cada vez que ha habido un avance o un acercamiento en las negociaciones con el PSPV-PSOE, la dirección autonómica se ha apresurado por poner un palo en las ruedas", aseguró Rodríguez. Entre ellas, mencionó que tras su absolución en el caso Alquería, ni Puig ni otros dirigentes del partido en sus reacciones han considerado el "maltrato" recibido fuera "motivo para pedir disculpas". También criticó otras causas concretas como que la Generalitat presidida por Puig hubiera paralizado la obra "esencial" del hospital de Ontinyent sin comunicarlo a su ayuntamiento.

 

En la misma línea, criticó que el PSPV hubiera "cerrado la puerta" para alcanzar pactos de investidura en municipios en los que Ens Uneix tiene representación, y que la ministra de Ciencia, la socialista Diana Morant, anunciara una reciente visita a Albaida y no a Ontinyent como capital de comarca.

Asimismo, aludió al nombramiento de Rebeca Torró como portavoz del PSPV en Les Corts este miércoles: "Pasó de ser mi mano derecha a ser la primera, y probablemente la que con mayor rentabilidad abandonó el barco, ahora ha sido designada de entre más de 30 diputados como síndica", comentó, molesto, para incidir en que no podían "fiarse" de "la palabra de un candidato que boicotean sus propios compañeros".  "Lo lamento profundamente por Carlos Fernández Bielsa y su equipo negociador, que han hecho todo lo que está en su mano", concluyó.

¿Y ahora qué? ¿El PSPV cede?

La comparecencia de Rodríguez generó una fuerte tensión en la formación socialista y un especial nerviosismo en el sector de Bielsa. Lo que en principio se consideró como una bravata propia de las negociaciones, fue tomada más en serio conforme iba circulando entre los dirigentes del PSPV el contenido de la intervención del alcalde de Ontinyent. Especialmente, porque para la mayoría de las fuentes del partido consultadas no se observaba que las razones fueran lo suficientemente graves para una ruptura tan abrupta ni tampoco se deslizaban nuevas condiciones o propuestas para reconducir las negociaciones. En cambio, desde La Vall consideraban ayer las diferentes cuestiones mencionadas por Rodríguez "un goteo de agravios" en mitad de las conversaciones.

Para algunas fuentes consultadas, la única solución para resolver el nudo habría sido la intervención del propio Ximo Puig. No son pocos los cargos que opinan que el líder del PSPV debía haber mostrado mayor sensibilidad con Rodríguez y su entorno cuando se hizo pública la absolución, con una disculpa o un acto conjunto de catarsis e incluso una propuesta para que La Vall Ens Uneix presidiera la Diputación. Aunque el todavía presidente de la Generalitat ha asegurado que le trasladó a Rodríguez su alegría por su absolución, no parece que ese gesto haya sido suficiente para el alcalde de Ontinyent y su entorno.

 

Otros opinaban que el viraje de Rodríguez y los suyos no había sido improvisado, sino que formaba parte de una línea estratégica orquestada con el fin de solicitar el voto para presidir la Diputación, e incluso se planteaban la posibilidad de si otro candidato del PSPV que no fuera Bielsa -quien tampoco es uña y carne con Rodríguez- pudiera desatascar la situación. Una visión rechazada desde Ens Uneix, que se ciñen a los desplantes recibidos en las últimas semanas, que se suman obviamente al dolor de las cicatrices por lo ocurrido desde la imputación de Rodríguez en 2018.

En cuanto a lo que puede ocurrir en los próximos días, la mayoría de fuentes consultadas del PSPV cree que si Ens Uneix se mantiene firme, los socialistas -y probablemente también Compromís- acabarán votando a Natàlia Enguix como presidenta, dado que de no hacerlo, la institución acabaría en manos del PP y Vox. En este punto, dos son las razones de peso para entender esa cesión: la primera es que tanto PSPV como Compromís se irían a la oposición y no dispondrían de presupuesto ni de visibilidad, mientras que la segunda, especialmente para los socialistas, es el titular negativo de perder la Diputación de Valencia en plena campaña de las elecciones generales.

En cualquier caso, lo que parece tener difícil solución es la reconciliación entre Rodríguez y Puig. Según distintas fuentes consultadas por este diario, el ambiente que se respiraba este jueves en La Vall Ens Uneix era de malestar con el líder del PSPV y con su entorno -al que culpan de haber contribuido al caso Alquería- y, si bien no cerraban al 100% la puerta a que algo pudiera cambiar en los próximos días, se mostraban firmes con su propuesta de que Enguix presidiera la Diputación; una circunstancia que pone en una situación especialmente delicada a Bielsa, quien apelaba ayer a seguir las conversaciones con voluntad de alcanzar un acuerdo. 

En la otra orilla, el PP de Mompó se mantiene a la espera, con la previsión de votar a su candidato y rezar para que el desacuerdo entre las fuerzas progresista le permita salir elegido por mayoría simple o por, tal y como marca la normativa vigente, ser la fuerza con más diputados en el caso de que se produjera un empate entre los bloques.

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