Títulos gastronómicos donde encontrar refugio en tiempos difíciles, a cargo de diez amantes de la comida y las letras
VALÈNCIA. Ahora que los días pasan despacio, que las emociones nos golpean deprisa y que la comida se ha convertido en el centro mismo de la vida, nos volvemos hacia las estanterías en busca de consuelo y sabiduría. Es momento de escarbar en las páginas de los libros. Esos guardianes del paso del tiempo, que están repletos de conocimiento, tanto si decidimos arrinconarlos como manosearlos. Que cuentan nuestra historia, y en realidad la de cualquier disciplina que haya existido, incluyendo la gastronomía. No hay romance más antiguo que el del hombre con la comida, desde los primeros fermentos a las últimas esferificaciones. Los libros, esos que ahora celebran su día. Tan confinados como todos nosotros, aunque, para qué engañarnos, ellos lo llevan con menos legañas y bastante más estilo.
De repente, nos hemos dado cuenta de que los tenemos y los queremos. De que ellos nos quieren a nosotros también. Nos sorprende descubrir que podemos intercambiarlos con los seres queridos, o compartirlos a través de Internet. Nos ilusionamos al regalarlos sabiendo que acompañarán en la soledad. Algunas editoriales comparten su contenido por Internet para dar calor y otras plataformas los envían a domicilio para quitar el frío. Puede que este Sant Jordi se quede sin rosa, pero nunca sin letras, que los libros son necesidad de primer orden. Alimento para el alma. Por eso, le hemos pedido a diez amigos de Guía Hedonista que nos recomienden obras, aquellas que más han engordado su amor por la cocina.
Desde recetarios clásicos a antologías del producto, sin olvidarnos de la novela gráfica o la literatura romántica. Títulos que nos hablan de técnica, de chup-chup y de nosotros mismos.
A Bernd H.Knöller le gustaba desayunar en ese espacio maravilloso que era Muez porque entre libros siempre se ha sentido cómodo. De ahí que el chef de RiFF (1*) haya editado algunos títulos propios: el último de ellos, 'Unánime: cocina y fotografía' (2018), que creó en colaboración con Xavier Mollà. El hambre cultural no nace de la nada, sino que se debe a una dieta de rigor, con alicientes como los que nos sugiere a continuación.
Con ustedes, Cuchita Lluch. De profesión, todoterreno de la gastronomía. Ha presidido la Academia de la Comunitat y, ahora, está al frente de Feria Gastrónoma. Incluso durante el confinamiento, su vida transcurre al lado de las cacerolas. Este amor profundo por la cocina, le permite hablarnos de obras que han marcado su camino. Un recetario de toda la vida, siempre presente en casa, y algunos obras firmadas por reconocidos chefs.
València cuenta con pocos sabios del vino como Luca Bernasconi. Al propietario de El Rodamón toca preguntarle por libros que hablen de la bebida más elaborada, desde la viticultura al brindis, y así es como hemos procedido. Pasa de puntillas por una obra eminentemente técnica: 'Borgogna. Le vigne della Côte d'Or' (2017), de su compatriota Armando Castagno. Y al final, se inclina por una literatura mucho más romántica.
La espina dorsal del ese clan restaurador que son los De Andrés, Javier, apuesta por un clásico-antiguo y un clásico-contemporáneo como recomendaciones literarios. Ahora que no puede contemplar el horizonte desde el edificio Veles e Vents, que alberga hasta tres restaurantes de la familia (Malabar, La Marítima y La Sucursal), le queda observar el mundo a través de las páginas. Aunque nunca será como enfrentarse al mar, claro.
A Begoña Rodrigo , el confinamiento le ha llegado en uno de sus mejores momentos profesionales. A la estrella Michelin de La Salita, se suma una próxima apertura en Ruzafa, así que nada le arrebata la sonrisa. Hace tres años, la cocinera ganó el premio Gourmand con 'El sabor de la elegancia', obra que publicó junto a la periodista Marta Hortelano. Ahora le preguntamos por un libro que nos haga igual de felices.
Que su recomendación venga ilustrada por una fotografía de equipo no es ninguna casualidad. A Guillaume Glories, anfitrión de Entrevins, y por tanto de Birlibirloque, nada le gusta menos que dejarse retratar. Este francés, afincado desde hace mucho en València, prefiere esconderse en la bodega subterránea sobre la que se sostiene su restaurante. Y desde la cava prodigiosa, nos susurra un esencial para aprender de vino.
Cuando Steve Anderson escribió, junto a su hermana Bridget, 'Una historia de Birmania: cocina, familia y rebelión', tuvo muy presente la obra que nos recomienda a continuación. A fin de cuentas, el creador de Ma Khin Café y de Baalbec siempre ha querido estirar de raíces para hacer gastronomía. Y así es como llegamos a este título, esencial en la historia de la literatura, que ya nos sirvió de inspiración en su día para hablar de libros.
Cuando Fierro se echó novia, pocos supieron a lo que respondía el nombre: Doña Petrona, ¿por qué llamar así a un restaurante? Nos lo explica Carito Lourenço, mitad del tándem propietario, a través de una recomendación literaria. La cocinera anda estos días liada, dando soporte en la World Central Kitchen, pero eso no le impide volver a la infancia y rescatar los primeros libros que consumaron su (ya imparable) amor por la gastronomía.
El hombre que nos enseñó que el helado de fabada no tiene nada que hacer frente al de turrón, el repostero José Montejano, vuelve con una recomendación literaria muy dulce. En estos momentos anda desenvolviendo un volumen de 'Caramel: 150 recettes, gestes techniques' (2014), firmado por el pastelero francés Christophe Adam. Pero al final se decanta por una obra que trata un asunto de interés general: el chocolate.
Oye, ¿y un libro... así como con miga? Pues la última recomendación de esta lista es una obra de referencia dentro de la panadería. Le hemos preguntado a Jesús Machí, y mira por donde, él no ha dudado ni un segundo en la respuesta. Se trata de un manual técnico, pero accesible. Podemos disfrutar de algunas aplicaciones prácticas en su Horno de San Bartolomé o, si nos atrevemos, lanzarnos al noble arte del amasado. Será por tiempo.