VALÈNCIA. El Ayuntamiento de València registró en el mes de julio un total de 2.500 sanciones por incumplir la obligatoriedad de llevar mascarilla. Concretamente, la cifra a día 31 de julio asciende a 2.498 denuncias suscritas por la Policía Local de València en el término municipal, según datos de la concejalía de Seguridad Ciudadana que dirige el edil Aarón Cano.
La tendencia de las sanciones es a concentrarse en los días de fin de semana, cuando mayor relajación parece manifestarse en el cumplimiento de la obligatoriedad de portar la mascarilla independientemente de que se pueda mantener la distancia interpersonal. Para Cano, los datos de sanciones por no llevar mascarilla son "la demostración de que hemos perdido el respeto a la Covid-19". "Es un acto tan sencillo como ponerse la mascarilla por la calle, no es un acto complicado", lamenta el edil de Seguridad Ciudadana.
Según el concejal, se ha extendido "una especie de invulnerabilidad" y "parece que al haber pasado el estado de alarma ha pasado todo". Pero no es así, los brotes siguen apareciendo a lo largo y ancho de la geografía española y valenciana. En ese sentido, Cano recuerda que en el ámbito privado -donde se dan buena parte de los nuevos contagios- las instituciones sólo pueden "apelar a la responsabilidad individual" dado que "los derechos fundamentales son sacrosantos". Con todo, insiste en que hay que tener claro que "lo que hagamos en el ámbito privado tiene una afección directa al ámbito público".
En los controles que realiza la Policía Local de València participan diferentes unidades del cuerpo policial. La tendencia que hizo pública el propio concejal a finales del pasado mes concretan que la Unidad de Convivencia y Seguridad (UCOS) es la que mayor número de denuncias está poniendo, además de la división de Seguridad Vial, entre otras.
"La Policía Local de València conoce muy bien la ciudad y sus inercias", explica, por lo que se ha desplegado en los barrios a sabiendas de los comportamientos habituales. "Nos hemos desplegado no con ánimo sancionador, todo lo contrario", asegura el edil, quien insiste en que a esta situación "no se le puede dar una solución policial". "La Policía es necesaria y fundamental en este proceso pero la Covid no se soluciona sólo por la vía policial". Huelga recordar que las infracciones por no usar la mascarilla pueden ascender a 100 euros. Una cuantía que puede elevarse todavía más en caso de reincidencia.
Los datos que hizo públicos el concejal de Seguridad Ciudadana en su momento revelaron La Marina como uno de los principales focos de incumplimiento. Las inspecciones se han centrado en esta zona por ser un enclave de especial concentración de locales de ocio y porque, además, se trata de un espacio abierto, por lo que es un lugar que se presta a no llevar mascarilla. Otras de las zonas donde más sanciones se han registrado es Russafa o el centro de la ciudad.
Con todo, Cano rechaza de plano la tesis de criminalizar al sector del ocio nocturno. "No todos los problemas vienen asociados al ocio nocturno", asegura, "es un análisis errado". No obstante, admite que por la propia naturaleza de la actividad, "es cierto que el ocio nocturno tiene una tasa alta de contagios". Esto es, que un sólo caso en el ocio nocturno provoca o puede provocar muchos contagios. De ahí el necesario control en las medidas preventivas.
"La gente ha de concienciarse. Igual que cuando uno sube al coche, el movimiento reflejo es ponerse el cinturón de seguridad, debe integrarse también ese acto reflejo de ponerse la mascarilla cuando se sale a la calle", dice el edil, que concluye con una máxima: "No puede haber Policía en cada esquina apelando a la responsabilidad ciudadana".