VALÈNCIA. Cuando el progreso adelanta a la normativa, ocurren cosas como las que ha vivido València durante estas últimas semanas. El "vacío legal" del que habla el concejal de Movilidad Giuseppe Grezzi cuando se le pregunta por el sobrevenido aterrizaje de los patinetes eléctricos de alquiler es también aplicable al resto de vehículos hijos de la tecnología que discurren por la capital del Túria y que llegaron tiempo atrás.
Los últimos patinetes de alquiler son uno más, pero los llamados Vehículos de Movilidad Personal (VMP) como segways o hoveboards forman parte del ecosistema urbano desde hace ya varios años. Y cuando el edil de Compromís llegó a la concejalía se propuso implantar un "nuevo modelo" de movilidad en la ciudad, que poco más tarde se concretó en una reforma de la ordenanza de Circulación existente. Pero tres años después y a ocho meses de los comicios municipales, el nuevo texto todavía no se ha aprobado.
Solo unos meses después de entrar a gobernar, Giuseppe Grezzi impulsó una moción el 15 de septiembre de 2015 para refundir la actual normativa de Circulación de la ciudad, que data de 2010, en una nueva ordenanza de Movilidad. Entonces, uno de los principales motivos era, en consonancia con ese nuevo modelo, la extensión de una amplia red de carriles bici a lo largo y ancho de València. También se apuntó la necesidad de empezar a ordenar los nuevos sistemas de movilidad, los VMP, que empezaban a dejarse ver por las calles, inicialmente como vehículos turísticos, y que lo hacían pese a ese mismo "limbo legal" al que entonces ya hacía referencia el edil.
El primer retraso fue largo. A pesar de a la intención manifiesta, el proceso de participación con el que se pretendía dotar esta reforma se demoró meses y meses. En 2016, Giuseppe Grezzi prometió que en otoño de dicho año se iniciaría este procedimiento. Sin embargo, el anuncio no se hizo efectivo -segundo retraso- hasta verano de 2017 cuando se puso en marcha la participación pública con agentes sociales con el fin de trazar las primeras líneas del nuevo texto.
Finalmente, el edil adelantó que este verano se presentaría el borrador de la ordenanza de Movildiad. Pero cuando la temporada ya da sus últimos coletazos, el reglamento sigue sin presentarse. Esto ha motivado, entre otras cosas, que otra empresa de sharing de patinetes eléctricos, Bbuho, todavía no haya decidido desplegar su flota en la ciudad. Algo a lo que sí se atrevió la californiana firma Lime, lo que le ha traído ya el requerimiento del Ayuntamiento para que retire sus vehículos de las calles, aunque debido al incumplimiento de la normativa de ocupación del espacio público.
Con el terremoto del nuevo fenómeno del sharing, el tiempo apremia y desde el área que dirige Grezzi ya han avanzado que en no más de dos o tres semanas saldrá por fin el texto a exposición pública, aprovechando también la Semana de la Movilidad Europea que se celebra del 14 al 22 de este mes y que tiene su especial traslado al 'cap i casal' con el Día de la Bicicleta, el próximo 16.
Otra de las promesas del italiano fue poner en marcha las obras del aparcamiento de la Plaza de Brujas, un problema heredado del anterior gobierno municipal, que paralizó la actuación un lustro por problemas económicos. Palabra cumplida, aunque no todo lo rápido que hubiera gustado a vecinos y comerciantes de la zona. Poco después de tomar posesión del cargo, en 2015, tanto la Conselleria de Obras Públicas dirigida por Maria José Salvador, como el consistorio preveían que al año siguiente ya se pudiera abrir al público. Algo que, a la vista está, no sucedió entonces. En mayo de 2016, el Ayuntamiento se hizo con el parking mediante un convenio con la Conselleria. Hasta octubre de 2017 no se aprobaron los pliegos de la licitación, aunque la intención era sacarlos seis meses antes. Y hasta mayo de 2018 no se iniciaron las obras, pese a que la intención también era hacerlo un mes antes. A la postre, tres años después las obras se ejecutan ahora a todo trapo para que -y esto también es la intención- se reabra antes de Navidad.
Algo similar ha ocurrido con el servicio del Bus Turístic. Tres años de que el concejal de Movilidad hiciera pública su voluntad de sacar a concurso dicho servicio, prestado mediante autorización por dos empresas privadas elegidas 'a dedo' por el gobierno local del PP, todavía no se conocen avances prácticos. Si bien los pliegos para el concurso público están redactados, tal y como el propio Grezzi dijo a Valencia Plaza en febrero del año pasado, todavía no se les ha dado salida. En una reciente entrevista también en este medio, el edil aseguró que este otoño tendría lugar la licitación. O al menos, esa es su intención.