VALÈNCIA. La Comunitat Valenciana avanza peligrosamente hacia los peores datos desde que se iniciara la pandemia. Este lunes, las cifras marcaban 1.725 ingresos hospitalarios -un 22% de ascenso en la última semana- y, según las cifras del Ministerio de Sanidad, a la cabeza junto la ocupación de camas UCI -266- en números absolutos de España.
De esta manera, las plazas ocupadas por covid-19 en los hospitales valencianos se sitúan en un 16,3%, mientras las de críticos avanzan hasta el 27,5% de ocupación. Así, se superan dos indicadores que, junto a la incidencia de contagios por cada 100.000 habitantes -ahora 323-, mantienen a la Comunitat Valenciana en un nivel 4 -el máximo- de riesgo.
Unos datos que, unidos a otros como los 43 fallecimientos, han elevado la preocupación en el Palau de la Generalitat, aunque por el momento esto no implica que se vayan a endurecer las medidas. Al menos así lo afirmó este lunes el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, quien consideró este lunes que las restricciones nocturnas actuales son "suficientes" si el resto del día "se actúa con responsabilidad", si bien admitió estar "preocupado" por el "tardeo" y pidió "máxima corresponsabilidad a los locales y usuarios", de lo que se deduce que el Consell de momento adoptará otras restricciones y se limita a confiar en la prudencia de ciudadanos y empresarios.
En esta línea, el jefe del Consell defendió que las medidas valencianas son "de las más restrictivas de España en el caso de los horarios" e insistió en que se ha evitado adoptar decisiones "de manera compulsiva" a la búsqueda de respuestas "serenas y equilibradas", aunque no terminó de descartar otras posibilidades al señalar que si existen circunstancias "cambiantes" se debe actuar.
La Nochevieja, en el aire
Una preocupación lógica la del presidente de la Generalitat ante los preparativos de la llamada 'Tardevieja' y más especialmente con el temor que expresan algunos altos cargos de la combinación entre hostelería y locales de ocio nocturnos abiertos en horario diurno que concedió el Consell semanas atrás.
Las restricciones de aforo y especialmente el toque de queda a las 12 de la noche, fijado por la Generalitat Valenciana, obligan tanto a los ciudadanos como al sector de la restauración y el ocio a tirar de plan B. Y, en este nuevo escenario, el tardeo se convierte en la gran apuesta de la mayoría de personas que quieren decir adiós a este difícil año.
De hecho, con la última restricción horaria del Consell, las cancelaciones de reservas de cenas se producen casi a diario en los restaurantes valencianos. En cambio, la ocupación en horario de mediodía se ha disparado. Según el sector, aproximadamente el 30% de las reservas son cenas, mientras que las comidas suponen ya el 70%. Un escenario que ha propiciado que muchos locales ya hayan optado por ofrecer servicio exclusivo de comida, con menús especiales de fin de año.
"Este año se celebrará la 'Tardevieja', desaparece el concepto de ocio nocturno y aparece una nueva forma de celebrar este día en horario diurno", explica el presidente de la Federación de Ocio, Turismo y Juego de la Comunitat Valenciana (Fotur), Víctor Pérez. "El tardeo está consolidado desde hace tiempo y con los horarios vigentes no nos queda otra", señala. De hecho, el sector aboga por este cambio horario, que permite alargar la comida hasta la noche, y ya prepara una campaña de concienciación junto a la Federación Empresarial de Hostelería de Valencia (FEHV) y la CEV para que la ciudadanía cumpla con las medidas sanitarias durante la celebración.
"Nosotros defendemos el concepto de 'Tardevieja' porque es un público más concienciado con el cumplimiento de las medidas sanitarias y un target que gasta más porque come y toma algunas copas y eso supone mayor rentabilidad para los negocios", señala Pérez. Además, muchos de esos consumidores luego acude a otros locales para alargar la jornada, generando un mayor tráfico entre establecimientos.
No es de extrañar que muchos locales ya estén publicitando fiestas en horario de tarde a través de las diferentes redes sociales, con música de DJ y horarios que van desde las 15.30 horas hasta las 22 horas. Y es que el toque de queda a las 24 horas ha llevado a muchos empresarios a adaptarse a la nueva situación y buscar opciones que les permitan conseguir ingresos, tras meses cerrados y con 'números rojos'.
"Hay que tener en cuenta que con un cierre a medianoche, los restaurantes solo pueden ofrecer un turno de cena, sin poder atender a partir de las 23 horas y sin uvas. Por eso muchos han optado por el tardeo, ir relajado y disfrutar", apostilla Fidel Molina, presidente de SOS Hostelería, para quien, pese a la nueva forma de celebración de la Nochevieja, el sector se encuentra en una encrucijada muy complicada.
Otra opción que también se ha convertido en alternativa para muchos es cenar en un hotel y reservar en el mismo alojamiento una habitación. De esta manera, se puede cenar con más tranquilidad y prolongar la velada hasta la hora permitida. Pero, pese a todo, este fin de año no será igual para el sector del ocio y la restauración. "Hay reservas, pero son muy reducidas. La situación es desastrosa porque los negocios abren a pérdidas. La ocupación está siendo de entre un 10-18% y todo ello con los mismos gastos", advierte el presidente de SOS Hostelería.
Según sus estimaciones, son ya 8.000 los negocios que han bajado la persiana en la Comunitat Valenciana. Una cifra que irá a más. "No recuerdo nada igual en mi vida y espero no volver a vivir una situación así", puntualiza Molina.
Por tanto, piden a la Administración valenciana que no haya cambios de última hora porque la mayoría de negocios ya se han abastecido para estas fechas y cuentan con la bodega cargada. Ya las últimas medidas sanitarias que limitaron horarios y número de comensales trastocaron sus planes y reclaman ahora que, a solo dos días de la fecha, no se vuelvan a modificar las reglas sanitarias porque la asfixia económica y la cascada de cierres se agudizará aún más.
Y este precisamente es el problema al que se enfrenta el Gobierno valenciano, donde la posición de endurecer las restricciones tiene adeptos, especialmente en el ala de Compromís. No obstante, las soluciones son complejas: algunos cargos hablan de adelantar el toque de queda algunas horas para evitar que el tardeo pueda descontrolarse; otros van más allá y opinan que podría darse un paso adelante para otras limitaciones eventuales para la hostelería y los locales de ocio e incluso para un confinamiento quirúrgico de un día para atajar la celebración.
Ahora bien, cualquiera de estas medidas supondría otro golpe a un sector especialmente dañado por la pandemia y que, precisamente, ya se encuentra preparando la jornada con la esperanza de obtener al menos una jornada positiva de beneficios. En la otra orilla, el peligro de plantarse el día de Reyes con un número de contagios disparado y unos ingresos hospitalarios que superen los datos de la primera ola, cifras que ya no están, ni mucho menos, tan alejadas.