Ribó bloquea el proyecto de Metrovacesa en Benimaclet: exige más huerta y menos edificios  

VALÈNCIA. "El proyecto de Metrovacesa en Benimaclet no nos gusta, ni como alcalde ni como grupo Compromís. Pensamos que se debe modificar". Así de tajante se mostraba este miércoles el primer edil de València, Joan Ribó, sobre el desarrollo urbanístico que la promotora ha proyectado en una superficie de 269.775 metros cuadrados en el barrio de Benimaclet, en los terrenos que lindan con la Ronda Nord, en donde prevé levantar 1.345 viviendas. Una negativa alineada con algunas agrupaciones vecinales que desde hace tiempo llevan a cabo una cruzada contra este proyecto al considerarlo negativo para la zona.

Ante las críticas y con el ánimo de limar asperezas, la empresa solicitaba un encuentro con el alcalde que se producía este miércoles y en el que participaron, además de Ribó, los representantes de Metrovacesa, Miguel Díaz, y Pilar Salvador. Actualmente, la compañía controla el 40% de los terrenos, aunque ha sumado a pequeños propietarios de suelo para alcanzar el 50% que necesita para convertirse en agente urbanizador. 

Sin embargo, estaba pendiente la adjudicación formal del consistorio para ostentar esta condición, un trámite que queda paralizado ante la disconformidad de Ribó con la actuación en esa zona. Ello no supone en ningún caso la paralización del proyecto como tal, sino un freno en el camino de la empresa para sacar adelante la urbanización del sector. "Tenemos muy claro y decimos de forma muy clara que el proyecto no nos gusta y que pediremos que se modifique o que se haga de otra manera. Eso lo tenemos claro y lo queremos hablar con el PSPV", recalcó Ribó. 

Aunque desde la plataforma Cuidem Benimaclet se ha venido reclamando la desclasificar el suelo de urbanizable a rústico de manera que no fuera posible el desarrollo urbanístico, Ribó rechazó esta idea, pero abrió la puerta a una posible "reclasificación" de la zona centro, donde están los huertos urbanos, para mantener la zona de huerta. "Mantener la huerta es imprescindible y es la gran reivindicación que se plantea desde le movimiento vecinal y esta es la parte que estamos trabajando", incidió. Y es que en todo momento, el alcalde subrayó que la decisión final sobre las modificaciones que, a su juicio, precisa el proyecto estarán consensuada con el PSPV, su socio de gobierno y responsable del área de Urbanismo.

Otra de las objeciones que puso de manifiesto fue el número de viviendas proyectadas y sus alturas. El proyecto de Metrovacesa, que cuenta con una inversión de 280 millones de euros, incluye un total de 1.345 nuevas viviendas, de las que 942 son libres y 403 VPP, además de varias zonas verdes y dotacionales para el beneficio de los vecinos. "Creo que se deben de rebajar", señaló. "No nos gustan los PAI que están en un barrio y son otro barrio. Queremos que se edifique con el barrio y esté integrado y tampoco vemos eso en lo que se nos ha presentado", incidió.

Metrovacesa: "Desclasificar el suelo no es viable"

Una oposición que sentó como un jarro de agua fría a la promotora que recuerda que que hace dos años el consistorio valenciano aprobó en el pleno municipal la estrategia integral participativa del barrio de Benimaclet, para el que Metrovacesa presentó un programa para urbanizar la zona siguiendo los cauces legales previstos. "El proyecto actual surge de un proceso participativo que integra todas las necesidades y peticiones planteadas por los vecinos en su momento", subrayaron en un comunicado. 

Por tanto, consideran que "una potencial desclasificación del suelo no es viable ni está en absoluto justificada porque sería necesario alterar la clasificación actual de los terrenos, lo que habría de acometerse mediante la revisión de la totalidad del Plan General de Valencia, siendo necesaria la aprobación de la Generalitat". La mercantil apuntó, además, que "diversos informes y estudios aportados al Ayuntamiento constatan la arbitrariedad y no justificación de esta alternativa" que, según recalcaron, tendría que "haberse planteado en el recientemente aprobado Plan de Acción Territorial de la Huerta Valenciana".

Precisamente, en base a un informe encargado al catedrático de Derecho Administrativo José María Baño, la compañía cifró en 50,8 millones la indemnización que exigiría al consistorio si se modificaba el PAI y se desclasifica el suelo o disminuyen el número de inmuebles. No obstante, otros estudios de la Universitat de València y la Associació Veïnal de Benimaclet rebajan estos cálculos a 11,49 millones el coste que deberían asumir las arcas municipales si se desclasifica el suelo de urbanizable a rústico.

Un baile de cifras al que Ribó restó importancia al señalar que cada cual tenía sus cálculos. "No se ha tomado ninguna decisión. Ahora el ayuntamiento está en fase de discusión y de llegar a acuerdos con el PSPV que es el encargado de hacerlo", incidió.

Ante esta decisión, Metrovacesa se mostró firme: su proyecto se mantiene invariable, pero está "abierta a estudiar la mejora de la integración del proyecto con la huerta y el barrio de Benimaclet" para lograr un desarrollo del proyecto "conforme a los parámetros urbanísticos vigentes y ratificados por el consistorio municipal en los últimos años". 

Con todo, considera que una alteración del proyecto obedecería a criterios "arbitrario" y avisa: "si la decisión final del consistorio resultase en la desclasificación total o parcial del suelo, Metrovacesa actuará en defensa de sus derechos y contra la arbitrariedad de una decisión de esas características". Ahora, habrá que esperar a la propuesta del ayuntamiento para conocer los siguientes pasos de este puzzle urbanístico.