VALÈNCIA. La 'fiebre' por nuevos activos inmobiliarios como gimnasios o espacios de coworking sigue sumando adeptos en la ciudad. La gestora de inversiones inmobiliarias Big Colombo, liderada por los empresarios Jonatan Fatelevich y Diego Rose, y en la que también participan otros inversores valencianos emprende una nueva aventura con la compra de un bajo comercial de casi 2.000 metros cuadrados en València con la idea de transformarlo en un espacio para uno de estos usos, aunque no descartan otras opciones.
Tras firmar un acuerdo con el banco Cajamar para la adquisición del inmueble, el grupo de empresarios está en conversaciones avanzadas con tres posibles inquilinos: una cadena internacional de gimnasios, un coworking y una corporate del sector de la tecnología. No obstante, también están recibiendo ofertas por parte de otros operadores.
Y es que sus 1.811 metros cuadrados en el número 8 de la calle Santa María Micaela en la zona de Juan Llorens lo convierten en un activo muy interesante para la inversión. Según explican a Valencia Plaza fuentes conocedoras de la operación, el objetivo fundamental es encontrar a un inquilino solvente que garantice un contrato mínimo de 10 años . "Hemos decidido realizar está inversión porque hay faltante en el mercado valenciano de bajos u oficinas de más de 1.000 metros en buenas zonas y con buenas comunicaciones", aseguran.
El inmueble cuenta, además, con tres entradas desde Santa María Micaela y otras dos entradas por la calle adyacente, lo que supone un total de cinco puertas y más de 80 metros de fachada entre las dos calles. A falta de completar la operación, la estimación es que la inversión completa ascienda a cerca de 2,8 millones de euros.
No es el único proyecto que Jonatan Fatelevich ha puesto en marcha en la ciudad. A través de la sociedad Strongterra, compró un solar para la construcción de un edificio de viviendas en la esquina de las calles Tapineria y Corretgeria, en pleno centro de València. También adquirió en 2017 el emblemático edificio Calabuig, situado al final de la avenida del Puerto, en València, con una inversión total, incluida la rehabilitación, de 2,5 millones de euros.