VALÈNCIA. Los accionistas de Inzile han aprobado la propuesta de compra de Enrique Bañuelos sobre la cotizada sueca, tal y como lo acordaron en la junta celebrada este pasado lunes. Una adquisición vertebrada, tal y como ha venido contando este periódico, en que Inzile se haga con QEV Tech Holdings -propiedad del empresario saguntino- y a continuación emitir nuevas acciones -hasta un máximo de 33.759.717- donde sólo podrá suscribirlas eFashion Championship (eFC), también propiedad del exfundador de Astroc, cuyo desembolso se hará bien en especie o por compensación. De este modo se hará con el 80% del capital, tal y como ambas firmas lo acordaron.
La junta autorizó al consejo de la cotizada a llevarlo a cabo antes de la próxima junta, cuya fecha de celebración todavía no se ha fijado. O cuanto menos no lo ha comunicado aún al organismo sueco. Lo que sí informó Inzile es que la decisión de dar el 'sí quiero' a Bañuelos fue unánime; como también que Ragnar Åhgrena, accionista mayoritario, fue elegido presidente del consejo, mientras Håkan Örtenholm, Måns Sjöstedt y Leif Lindqvist ocuparán un sillón en el mismo hasta la junta general anual de 2022.
Mientras tanto las acciones siguen desplomándose tras el anuncio el pasado 21 de junio del empresario español de querer hacerse con la sueca. Para ello basta echar un vistazo al gráfico de Yahoo Finance donde el cruce de líneas corresponde a dicho día. Sin ir más lejos ayer se hundieron un 15,69% hasta marcar las 13 corona danesas (SEK) por título, es decir, 1,27 euros. Fue el cambio más bajo desde finales de 2019, cuando debutó el 20 de septiembre a 10 SEK o un euro la acción.
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Enrique Bañuelos comunicó el 21 de junio pasado su intención de comprar el fabricante nórdico de vehículos eléctricos. Pues bien desde entonces Inzile se ha hundido un 71,80% en el Nasdaq First North Growth Market del Nasdaq Nordic, que vendría a ser el BME Growth español. O lo que es lo mismo: se han esfumado 64,34 millones de euros, al pasar de los 89,61 millones a los 25,27 millones de ayer martes. Para entender el calibre del desplome basta decir que en el mismo periodo el OMX Stockholm 30 Index -principal índice del país escandinavo- se ha revalorizado casi medio punto.
El visto bueno del consejo de Inzile trae consigo la aceptación del encargo de 96 bólidos eléctricos (hypercars) por parte de eFC, tal y como avanzó este diario el pasado 30 de junio. Un contrato valorado en unos 80 millones de euros y supeditado al 'sí' de los accionistas de la cotizada sueca. La misma que participa -junto a QEV- en un proyecto para convertir la planta de Nissan en Barcelona en una fábrica multimarca y multiproducto de coches eléctricos.
Inzile se encargará de la gestión del proyecto del pedido, que incluye incluido el abastecimiento de la capacidad de entrega de QEV Tech, así como de otros proveedores. Los coches de carreras se producirán y entregarán dentro de los 12 meses siguientes a la fecha del pedido.
El OK de la junta de la nórdica también supone que entre en Estados Unidos de la mano del empresario saguntino de la mano de una 'joint venture' con una firma norteamericana. Así lo adelantó también Valencia Plaza hace mes y medio, cuyo nombre será Inzile USA EV. La filial americana utilizará toda la tecnología de electromovilidad necesaria de QEV Technologies.