VALÈNCIA. La caja de Ciudadanos en la Comunitat Valenciana cada vez está más vacía. A la pérdida económica que sufrió el grupo parlamentario hace apenas unos días por la fuga de cuatro diputados que pasaron a ser no adscritos, se suma la petición de la dirección nacional a los territorios de que hagan un esfuerzo y realicen una aportación mayor a las arcas nacionales de la que hacían hasta el momento.
Una petición que fuentes del partido trasladan a este diario que se remonta a tiempo atrás, pero que en los últimos días la dirección nacional habría vuelto a trasladar a la diputada y portavoz naranja en Les Corts, Ruth Merino. Por lo que el grupo parlamentario deberá tratar de apretarse el cinturón y transferir más fondos a la matriz estatal.
El motivo no es otro que el agujero económico que ha dejado en el partido que dirige Inés Arrimadas la pérdida de representación en la Asamblea de Madrid tras no haber superado siquiera la barrera electoral del 5% en las pasadas elecciones del 4 de mayo. Y con la pérdida de escaños, llega la pérdida de subvenciones. La sangría por pasar de tener 26 escaños a cero se traduce en que la formación dejará de ingresar casi un millón de euros por parte de la institución.
La noche del 4 de mayo, hace apenas 20 días, los naranjas perdieron con Edmundo Bal como candidato -hoy vicesecretario general- los 952.885,19 euros que percibían hasta la fecha por los diputados que tenían en la Asamblea. Un duro golpe que se suma a otros anteriores -las elecciones catalanas o las últimas generales- que ha dejado las arcas del partido temblando. Tanto es así, que ahora Ciudadanos pide a las organizaciones territoriales que aumenten su aportación al partido.
El dilema en el caso de la Comunitat Valenciana no es pequeño puesto que cuatro días después de la debacle electoral madrileña el partido perdió cuatro diputados que pasaron a ser no adscritos. En concreto, Jesús Salmerón, José Antonio Martínez, Cristina Gabarda y Asunción Sanchis. Por su salida, Ciudadanos ha dejado de ingresar un total de 9.909,4 euros cada mes, lo que se traducirá en 118.913 euros anuales por la subvención que concede Les Corts a los grupos por el número de diputados que tienen.
Hasta hace unos días, la síndica de Cs, Merino, peleó en las últimas Juntas de Portavoces porque su grupo parlamentario no viera mermada su capacidad económica por "los cuatro tránsfugas". Sin embargo, la asignación a los grupos parlamentarios aprobada al inicio de la legislatura establece dos tipos de subvenciones variables a cada formación en función del número de diputados con el que cuentan. Cada uno de ellos tiene derecho a percibir una cantidad de 1.400 euros al mes y, aparte, otra de un importe de 1.077,44 euros para contratar personal.
Al pasar de 18 diputados a 14, Ciudadanos no podía mantener la misma ayuda que al inicio de la legislatura y la aportación variable ha cambiado. De hecho, el Parlamento valenciano ya tuvo en cuenta esta circunstancia al liquidar el mes de mayo atendiendo a la cantidad de diputados con los que se ha quedado el grupo de Merino.
El mensaje de la dirección nacional, por tanto, preocupa -y mucho- a la agrupación valenciana que, de hecho, ya realizó su primer ajuste la semana pasada al prescindir de quien fuera el jefe de gabinete de Toni Cantó y más tarde de la propia Merino. Un puesto que, por el momento, no está previsto que vuelva a cubrirse, sino que las tareas quedarán distribuidas entre los técnicos actuales del equipo y algún diputado.
En cualquier caso, las fuentes consultadas por este diario admiten que va a ser complicado realizar más ajustes, pero de momento todavía no está cerrado cuánto tendrán que incrementar su aportación al partido. La demanda, insisten, no es nueva pero ahora se ha retomado la "negociación" tras las elecciones. Y es que la situación económica del partido no solo se ha resentido tras el 4 de mayo. El problema viene de lejos.
La pérdida económica ocasionada por el resultado del 4 de mayo no es la más drástica que ha sufrido Ciudadanos. En las elecciones catalanas, el partido de Arrimadas perdió 30 escaños y con ello 3,5 millones de euros en ayudas públicas. En total, junto a las de Madrid, 4,5 millones de euros perdidos en apenas unos meses.
La cuantía se suma a otros 3,5 millones de euros que la formación perdió tras las últimas elecciones generales del 10 de noviembre, cuando pasó de tener 57 escaños en el Congreso de los Diputados a apenas una decena. Un varapalo en el que se volatilizaron 47 escaños con la derrota de Albert Rivera, lo que motivó su renuncia a todos los cargos que ostentaba hasta el momento.
En total, en apenas tres años, el partido ha perdido en torno a ocho millones en ingresos, y el dinero que destinaron a la campaña electoral madrileña tampoco ha ayudado a mantener a flote las cuentas que, cabe apuntar, no han sido publicadas en la web del partido a pesar de que solían hacerlo de forma habitual.