VALÈNCIA (EP). Los ataques hutíes a buques que transitan en aguas del mar Rojo han obligado a grandes navieras a desviar o suspender la ruta de sus embarcaciones, lo que está generando retrasos en los envíos de las importaciones y exportaciones de las empresas de la Comunitat, mientras el Puerto de València se prepara para los efectos de las alteraciones en el tráfico marítimo internacional.
Por un lado, la Autoridad Portuaria de Valencia (APV) ha explicado que prevé para "próximos días incrementos de tráficos de contenedores de transbordo de navieras transoceánicas, ya que los barcos de estas empresas que hasta ahora atravesaban el Mediterráneo realizando diversas operaciones de carga y descarga, van a concentrar operaciones en València, para distribuir desde Valenciaport al resto del Mediterráneo".
"Con esta operativa, se trataría de compensar los retrasos de hasta 12 días que supone bordear Africa, en lugar de pasar por Suez", ha detallado la APV, que asegura estar en "contacto permanente con las primeras navieras del mundo para ser lo más eficientes al servicio del comercio exterior" y ajustar servicios portuarios a las necesidades que se puedan presentar.
El aumento del coste de los fletes fue una de las consecuencias inmediatas de las que advertía Cámara Valencia en un informe sobre los efectos de la situación del Mar Rojo publicado en diciembre.
En ese sentido, MSC, la principal naviera que opera en el Puerto de València y que construirá la nueva terminal de contenedores de la ampliación del recinto portuario, ha anunciado un incremento de tarifas para el transporte desde Asia hasta el Mediterráneo occidental, Adriático y Mar Negro.
A partir del 15 de enero, descargar un contenedor de 20 pies procedente de Asia supondrá 5.000 dólares y los fletes de un contenedor de 40 pies se elevan a 7.100 dólares, según la circular publicada este lunes por la compañía.
Precisamente, esta naviera confirmó que el 26 de diciembre su barco de contenedores UNITED VIII fue atacado en el mar Rojo cuando cubría una ruta desde Arabia Saudí hasta Paquistán y señaló que continuaría desviando tráficos vía el Cabo de Buena Esperanza.
El mismo informe de Cámara Valencia apuntaba también al riesgo de que las cadenas de suministro puedan verse de nuevo tensionadas por el retraso en la recepción y entrega de mercancías ya contenerizadas, el mayor tiempo de navegación si se utiliza la ruta del Cabo de Buena Esperanza y la incertidumbre sobre la evolución del conflicto a corto y medio plazo.
Entre las empresas valencianas, según ha confirmado este martes la consellera de Innovación, Industria, Comercio y Turismo, Nuria Montes, "ya parece ser que faltan o se están retrasando mucho la entrega de determinados pedidos". "Preocupan todos" los sectores que "tengan que ver con un componente exterior", ha comentado.
"Estamos todos muy preocupados por la situación del mar Rojo, porque obviamente está complicando muchísimo la importación y la exportación de materias primas y productos, sobre todo al sudeste y al este asiático", ha comentado Montes, que pide al Gobierno central que "se ponga al frente precisamente del grupo de países que tienen que defender el comercio internacional para que se desarrolle con total normalidad y en plena paz sin ninguna amenaza".
Cámara Valencia, en su informe, señalaba que no esperaba un impacto tan significativo como el ocurrido en 2021 con el bloqueo del canal de Suez, ya que el nivel de los fletes se ha reducido en el último año a niveles previos a la pandemia; las empresas se han diversificado a raíz de la crisis de cadenas de suministro de hace dos años; no preveía aumentos notables en el precio del petróleo ni grandes cambios en la evolución de las exportaciones valencianas hacia mercados asiáticos.
Según explicaba, las consecuencias de esta situación dependerán del tiempo que duren los ataques y la puesta en marcha por parte de Europa (el más afectado) y Estados Unidos de medidas que permitan garantizar la seguridad en la zona para transitar en ella.