VALÈNCIA. La complicada relación entre la Conselleria de Sanidad y el grupo sanitario Ribera, gestor de los departamentos sanitarios de Elche-Vinalopó, Torrevieja y Dénia, suma un nuevo foco de enfrentamiento. En esta ocasión ha sido la intención de la consellera Ana Barceló de impugnar el acuerdo alcanzado entre el grupo sanitario valenciano y la aseguradora DKV para adquirir el control exclusivo de la concesionaria de La Marina la que ha elevado la tensión hasta el punto de desembocar, una vez más, en un nuevo conflicto judicial.
Así se lo anunció Barceló personalmente este lunes al comité de empresa y la junta de personal del Hospital de Dénia, que prácticamente desde el pasado 25 de agosto, cuando las empresas anunciaron el acuerdo por el que Ribera se quedaba el 100% del hospital a falta solo del visto bueno de Competencia, llevaban reclamando a la titular de Sanidad explicaciones sobre su pasividad ante una operación, a su juicio, ilegal.
Para apuntalar su respuesta al movimiento de las dos empresas, la consellera de Sanidad se presentó ante los sindicatos con un informe de la Abogacía de la Generalitat que le sirve de respaldo legal para intentar frenar en los tribunales ese traspaso accionarial. Ese informe concluye que las dos empresas debieron recabar una autorización expresa y previa de la administración para el cambio de manos de las acciones de Marina Salud y que, además, la Ley de Salud de la Comunitat Valenciana impide desde 2018 que una misma compañía controle más del 40% del accionariado de las concesionarias de departamentos de salud de la Comunitat Valenciana.
El informe de la Abogacía, que la Conselleria de Sanidad no facilitó ni a la representación de los trabajadores ni a sus socios en el Consell con los que Barceló se reunió este lunes –Compromís y Unides Podem– no responde sin embargo al cómo se va a tratar de impedir esa operación para la que las empresas ya cuentan con el visto bueno de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
De hecho, cuando la Abogacía entregó le entregó su informe la semana pasada, la Conselleria de Sanidad ya le preguntó cuál es la manera de proceder en esta fase del proceso en el que solo existe una comunicación por el registro de entrada de la Conselleria de Sanidad con el que DKV y Ribera dejan constancia de su acuerdo de compraventa mediante escritura pública.
La falta de concreción sobre las acciones a tomar no agradó al comité de empresa de Dénia. En declaraciones tras el encuentro, su presidenta, Ana Barquín, le reprochó a Barceló su "pasividad y falta de rapidez" en el proceso de compraventa. Durante la reunión, los trabajadores recriminaron falta de voluntad de la Conselleria de Sanidad para hacer valer ante las empresas el artículo de la Ley de Salud de la Comunitat que va expresamente dirigido a evitar las concentraciones empresariales.
En este sentido cabe recordar que, aunque las empresas aseguran que informaron oficialmente a la Conselleria de Sanidad del acuerdo que habían alcanzado antes de hacerlo público el pasado 25 de agosto, no fue hasta el día 31 cuando la consellera de Sanidad remitió un escrito a la CNMC instándole a tener en cuenta que la ley autonómica veta expresamente las concentraciones empresariales en la gestión sanitaria, algo que el regulador no ha tenido en cuenta.
El comité también pidió a Barceló la adopción de medidas cautelares para evitar el desembarco efectivo de Ribera Salud como empresa como único gestor del Hospital de Dénia, una solicitud a la que la titular de Sanidad no supo dar respuesta, según el comité. Como muestra de que las explicaciones no convencieron al comité porque esperaba consecuencias inmediatas, los trabajadores tienen intención de continuar con su ronda de reuniones con los alcaldes de la comarca.
La escalada de tensión entre la Generalitat y Ribera por el control del Hospital de Dénia, que se remonta a 2016 cuando DKV pactó con Ribera su salida del accionariado de Marina Salud, coincide en el tiempo con el final de la concesión del Hospital de Torrevieja, que volverá a ser gestionado por la Generalitat a partir del 15 de octubre.
Ribera encajó este lunes con "sorpresa" el anuncio de Ana Barceló sobre la impugnación de la compraventa de acciones del Hospital de Dénia y lamentó "comprobar una vez más" que no se les hubiera convocado a una reunión para informarle de su decisión. De hecho, mientras Barceló les explicaba sus razones a los sindicatos, su número dos en la conselleria, Concha Andrés, se reunía en València con la consejera delegada de Ribera, Elisa Tarazona, para pedirle colaboración en la reversión de Torrevieja, donde los frentes de conflicto se multiplican a medida que se acerca el final de la concesión.
En este caso, la empresa ha presentado varios recursos contra la reversión y se mantiene a la espera de que el TSJ de la Comunitat Valenciana se pronuncie sobre su petición de medidas cautelares, pero pese a ello asegura estar "a disposición de la administración, con voluntad de colaborar y mano tendida".
Tras el encuentro de su CEO con secretaria autonómica de Eficiencia y Tecnología Sanitaria, Ribera abogó por tomar decisiones "de manera ordenada, sin prisas, ni calendario electoral". "Nos hemos emplazado a tener más reuniones de este tipo que garanticen colaboración, responsabilidad sanitaria y respeto a la legalidad", añadieron fuentes de la empresa.