VALÈNCIA. El presidente del Gobierno, Pedro Sanchez, remodelaba el pasado sábado el Ejecutivo para dar nuevos aires al Gobierno. Más juventud, más mujeres, más proximidad y... con una perspectiva más digital. Sin embargo, las medidas presentadas la pasada semana no han sido el máximo exponente de las nuevas intenciones de Sanchez.
Y es que, la tardía 'ley de startups', aprobada en el Consejo de Ministros el pasado martes para salir a información pública, no ha sido lo que el sector esperaba. Abordada por la ascendida Nadia Calviño, ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital y ahora vicepresidenta primera, no ha contentado al sector, por lo que ahora se espera un aluvión de alegaciones que intenten desenmarañar una ley "con voluntad, pero con incongruencias".
Desde la reducción del tipo del impuesto de sociedades del 25% al 15% hasta un máximo de cuatro años o la creación de un nuevo tipo de visado para los teletrabajadores que les permita establecerse en el país, las pautas marcadas no han satisfecho al colectivo empresarial. "Si bien es un anteproyecto todavía, que puede mejorarse en el proceso hasta su aprobación definitiva, la impresión inicial es la de que se ha quedado a medio camino. Buena voluntad y poca efectividad", señala Antonio G. Asturiano, de Aktion Legal.
"Se abordan materias largamente demandadas por el sector, pero no se ofrecen soluciones bien definidas y algunas medidas pueden generar problemas prácticos en su aplicación", señala. Entre las principales, apunta a la mencionada reducción en el impuesto de sociedades en los primeros años. "En ese período inicial es del todo excepcional que una startup tenga beneficios por los que deba tributar en este impuesto", apunta.
También cuestiona la calificación como "empresa emergente", para la que hay que pasar por el Registro Mercantil y Enisa para obtenerla. "Si tu empresa tiene más de cinco años no puede calificarse como tal y no puede beneficiarse de ninguna de las ventajas que proporciona la ley", recalca.
Respecto a las stock option, aunque reconoce que se ha intentado facilitar permitiendo a las startups que adquieran sus propias participaciones para planes de stock options, insiste en que si eso no se acompaña de una modificación de la Ley de Sociedades de Capital, su aplicación va a generar muchas dudas legales."El régimen actual es uno de los obstáculos mayores para poder utilizar este instrumento, y el anteproyecto no ha entrado a esta cuestión limitándose simplemente a ampliar de 12.000 euros a 45.000 euros el mínimo exento anual para cada empleado", apunta G. Asturiano.
"El texto aprobado trata la mayor parte de los temas que llevamos pidiendo al legislador desde hace años para equipararnos a otras jurisdicciones, más atractivas para inversores y fundadores internacionales: ESOPs, NIEs para inversores extranjeros, incentivos fiscales, más facilidades para atraer talento y ayudas para que la administración contrate tecnología desarrollada en nuestro país, entre otros. Además, el legislador ha aprovechado para colarnos los típicos organismos de seguimiento, coordinación o difusión que nadie les ha pedido", apunta Luis Gosálbez, managing partner de Metricson.
"El anteproyecto de ley de fomento del ecosistema de las empresas emergentes es el texto que podíamos esperar, pero no el que necesitamos. Como puede deducirse de su ampuloso nombre, no es una norma dirigida a ayudar a las startups, sino al ecosistema de las startups, que es algo muy distinto", señala.
¿Qué le falta a la ley? Para Gosálbez, falta comprensión de los problemas reales de las startups españolas. "Se elimina el requisito del NIE para los inversores extranjeros, pero se les obliga a obtener un NIF o se establece la competencia de Enisa para determinar qué empresas son innovadoras, pero estará sometida a los criterios que le impongan hasta tres ministerios distintos", apunta.
No obstante, también apunta a una parte positiva. "Parece que por fin va a agilizarse la burocracia asociada a la inversión por inversores extranjeros, dejando de exigirse la obtención de un NIE", señala G. Asturiano. También alude a mejores deducciones en el IRPF para la inversión por parte de business angels e incentivos fiscales para talento extranjero contratado por empresas emergentes españolas.
Para Gosálvez tampoco todo es negativo. "Prevé la posibilidad de obtener el NIF para inversores extranjeros en el momento de la firma de la inversión e incrementa las deducciones fiscales para los inversores", destaca.
"Tras una lectura detallada, mi conclusión es que el problema del anteproyecto no son las medidas que propone, sino el efecto real generado por dichas medidas, que es nulo: no perjudica, pero tampoco ayuda. Se trata de un anteproyecto poco ambicioso, mal enfocado y con incongruencias palmarias, pero todavía no podemos hablar de oportunidad perdida, porque faltan varios trámites parlamentarios que podrían ayudar a darle un contenido que realmente apoyas al sector", concluye el managing partner de Metricson.
"Desde Startup Valencia valoramos positivamente que por fin se hayan iniciado los trámites para que la legislación española reconozca la singularidad de las startups y agradecemos al gobierno que haya atendido, aunque sea, una pequeña parte de nuestras reivindicaciones como sector económico de un nuevo modelo basado en el conocimiento. A partir de ahora queda lo más importante: seguir trabajando de forma coordinada con otras asociaciones para presentar las aportaciones a la consulta pública necesarias para que la ley sea efectiva y cumpla sus objetivos por el bien del ecosistema de emprendimiento innovador y tecnológico de nuestro país", apunta Juan Luis Hortelano, presidente de Startup Valencia.
"El ecosistema de emprendimiento español necesita un marco jurídico claro y ambicioso y esto supone un primer paso para trabajar sobre un texto concreto. El Anteproyecto de Ley de Startups va en esta línea y tiene buenas intenciones, pero queda mucho trabajo por delante, especialmente en generar realidades concretas, sobre todo en el orden fiscal", señala Judith Saladrigas, socia del área de Innovación y Emprendimiento de DWF-RCD.
"Creemos que, de forma constructiva, hay que trabajar juntos para incluir mejoras a este anteproyecto de ley con medidas laborales, fiscales y de reducción de burocracia que no nos dejen atrás en esta competición global de atracción y retención de talento, startups e inversiones", concluye.