VALÈNCIA. La emergencia sanitaria provocada por el coronavirus ha obligado a que el Ejecutivo central adopte una serie de medidas para evitar la propagación de esta pandemia. Sin ir más lejos, el Congreso de los Diputados aprobó este mismo miércoles una petición del Gobierno para prolongar el estado de alarma por un periodo de 15 días. Mientras, las comunidades autónomas también continúan tomando decisiones para tratar de frenar el Covid-19, cuyas consecuencias económicas y sociales se multiplican mientras los gobiernos tratan de minimizar su impacto.
Numerosos ERTE en empresas de distintos sectores, cierre de cementerios y velatorios públicos a los fallecidos por coronavirus en algunas ciudades, o el aplazamiento de los Juegos Olímpicos de 2020, son algunas de ellas. Uno de los ámbitos en que las repercusiones se han sucedido desde el primer día es el educativo, donde no sólo se han suspendido las clases o se han cerrado los centros, sino que también la incertidumbre de cuándo terminará esta crisis ha obligado a posponer los exámenes de Selectividad o el periodo de matriculación, dada la paralización de todos los trámites administrativos. Es el caso, por ejemplo, del plazo de inscripciones para las pruebas de conocimientos de valenciano de la Junta Qualificadora de Coneixements del Valencià que fue anulado este martes. En definitiva, el escenario actual ha obligado a readaptar el calendario previsto.
Con estos mimbres, este miércoles se celebró la Conferencia Sectorial de Educación a la que el Ministerio de Educación había convocado a todas las comunidades autónomas para debatir sobre cuestiones que se han visto afectadas en el sistema educativo a causa de esta pandemia como por ejemplo la convocatoria de oposiciones o las Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU). Una reunión en la que se acordó que finalmente la Selectividad se celebrará entre el 22 de junio y el 10 de julio siempre y cuando las condiciones sanitarias lo permitan, y la convocatoria extraordinaria tendrá lugar antes del 10 de septiembre.
De esta manera, cada autonomía elegirá los tres días en los que los alumnos de segundo de Bachillerato deberán enfrentarse a los exámenes de acceso a la universidad. En el caso de la Comunitat Valenciana la horquilla se reduciría del 25 de junio al 10 de julio, ya que previamente tendrán lugar las Fiestas de San Juan y la Conselleria de Educación no tiene intención de hacer coincidir esta festividad con los exámenes. Así, en los próximos días, según aseguró el secretario autonómico del departamento, Miguel Soler, la Conselleria se coordinará tanto con la cartera de Innovación y Universidades que dirige Carolina Pascual como con la Conferencia de Rectoras y Rectores de las Universidades Públicas Valencianas para determinar los días concretos en los que se realizarán las pruebas.
El nuevo calendario supondrá que la Selectividad se aplace entre dos y cuatro semanas -en función de los días elegidos- en el caso de la Comunitat Valenciana, donde la PAU iba a celebrarse el 9, 10 y 11 de junio.
Ahora bien, el calendario de la Selectividad no será en principio el único que ha trastocado la pandemia del coronavirus. Ante la crisis actual, la Conselleria de Educación que dirige Vicent Marzà puso encima de la mesa este miércoles la posibilidad de aplazar las oposiciones de Secundaria de este año que iban a comenzar el 18 de junio al año que viene. En concreto, a junio de 2021, lo que supondría que, además, las oposiciones de Infantil y Primaria previstas para el próximo ejercicio pasaran a celebrarse en 2022. La razón, "evitar las incertezas de miles de aspirantes que se están preparando para opositar para que se puedan reorganizar con un nuevo calendario", en palabras de Marzà, dado que muchos de ellos han visto truncadas sus rutinas o el contacto diario con sus preparadores.
La propuesta que ya deslizó en esta entrevista en Valencia Plaza, sin embargo, todavía debe debatirse con los sindicatos en la Mesa de Educación el próximo viernes, que deberá en cualquier caso dar el visto bueno a este aplazamiento. De momento, las posturas entre las organizaciones sindicales son dispares: STEPV está dispuesto a retrasar las OPE, pero explican que tendrá que alcanzarse un acuerdo que beneficie a todos, por lo que consideran que la negociación se centrará el viernes en si se retrasan las dos oposiciones o solo una; desde UGT lamentan que no se hayan puesto de acuerdo entre las comunidades autónomas para adoptar una resolución de manera conjunta, si bien consideran que la opción de aplazarlas es la más responsable o realista dada la situación. Ahora bien, condicionan su aprobación a que se mantengan las mismas plazas que están actualmente convocadas: un total de 4.295, de las cuales 3.575 son de libre acceso, es decir, que 720 son de promoción interna.
Por su parte, CCOO y CSIF han lanzado una consulta a los afiliados para tomar partido, si bien la postura de ambos sindicatos es distinta. En el primer caso, lamentan que se haya perdido la coordinación con el resto de autonomías y avanzan que son partidarios de que se celebren en el ejercicio actual. Los segundos, sin embargo, ven con buenos ojos la posibilidad de retrasarlas: "Sin horizonte fiable de final de la crisis sanitaria es una decisión acertada y necesaria. Ni las circunstancias son las adecuadas ni, en este contexto, los aspirantes están en condiciones", explican fuentes de CSIF.
La situación también ha obligado realizar un ajuste en las horas de prácticas formativas que realizan los estudiantes en empresas. Así, la Conferencia Sectorial de Educación acordó reducir la duración de la Formación en los Centros de Trabajo (FCT): si en circunstancias normales los estudiantes realizan en torno a 400 horas, pasarán de manera excepcional a realizar el mínimo que prevé la normativa básica, que son 220 horas.
El Ministerio y las autonomías también acordaron integrar la FCT en el módulo de proyecto final de ciclo "para que se puedan abordar los objetivos asociados al entorno laboral". Una medida que afectará tanto a los ciclos de FP básica, como a los medios y de grado superior.
De momento, lo único que se mantendrá inalterable es el calendario escolar 2019-2020 para Infantil y Primaria, que terminarán el curso el 18 de junio; mientras que los alumnos de la ESO, Bachillerato y FP, lo harán dos días antes, el 16 de junio. No en vano, tal y como explicó el conseller Marzà en una entrevista concedida a este diario, se han paralizado las clases presenciales, pero continúan las no presenciales porque el periodo lectivo sigue.