VALÈNCIA. Las fotos del cumpleaños de un familiar, el historial de facturación de una empresa o los apuntes de una asignatura. La Dana afectó a decenas de municipios en la provincia de Valencia, llevándose por delante recuerdos e información valiosa de muchos dispositivos electrónicos que quedaron anegados por el agua.
No obstante, hay posibilidad de rescatar los datos de los ordenadores: "Se está recuperando casi todo", asegura Carlos Bermell, un informático valenciano que trata de recuperar la información de los discos duros dañados de forma completamente altruista. Su iniciativa surgió de forma prácticamente espontánea a raíz de las necesidades de empresas afectadas: "Los primeros días me fui a ayudar a un colegio de unos amigos en Sedaví. Estuvimos todo el fin de semana quitando barro. Pero el lunes tenía que continuar mi actividad, porque tenía algunos clientes de la zona damnificada".
Entre ellos, un empresario de Chiva, que encontró sus ordenadores inundados tras la riada. "Me los trajo para intentar salvar la información. El primero que intentamos se pudo recuperar y a partir de ahí fuimos probando con más", relata Bermell. Este experto recuerda que los negocios de las poblaciones afectadas solían tener el servicio técnico en el mismo municipio, por lo que "informáticos y clientes se han quedado sin ningún tipo de asistencia".
Todo ello, le llevó a poner su conocimiento al servicio de la gente. Movió un mensaje a través de redes sociales con una breve descripción sobre cómo podía ayudar y su teléfono de contacto, que tuvo una gran acogida: "Empezó a llamarme gente que no sabía quién era", asegura. Bermell ha recibido más de 120 ordenadores para tratar de recuperar la información de sus discos duros.
Al principio, trataba de acudir a los municipios y recoger los dispositivos, aunque más tarde "no podía ser lo mismo con las restricciones" de movilidad. "He pinchado ya dos veces las ruedas yendo por los polígonos", comenta. Sobre lo que le ha llevado a tener este aluvión de peticiones, considera que "el boca a boca" ha sido fundamental: "Una persona te va poniendo en contacto con otra y si encima vas recuperando la información todavía se alegran más".
"Te encuentras historias que al final son lo bonito. La humanidad, la solidaridad... Esto ha surgido como algo muy espontáneo. ¿Si lo podía hacer para mis clientes por qué no podía hacerlo para cualquier persona que me lo pidiese?", valora. "La respuesta está siendo genial, la gente se queda encantada y se está pudiendo recuperar casi todo", asegura Bermell. En esta línea, explica que los discos duros sólidos son los que más han resistido el agua, mientras que de las memorias HDD (más antiguas) se llegan a salvar alrededor del 70%.
El taller de Bermell, EB Consultores, se ubica en el número 7 de la Plaza del Ceramista Gimeno de Malilla (València). Allí llegan y se analizan las decenas de memorias que han sufrido el paso de la Dana. El local está repleto de ordenadores portátiles, de sobremesa y discos duros sueltos, todos ellos cubiertos de barro.
El técnico comparte este establecimiento con otro compañero, que también le ha "echado un cable" en esta tarea. A éste se sumaron otros conocidos con conocimientos sobre la materia que le han permitido agilizar y mejorar el proceso de recuperación de la información. Son Arseny, Juanma y Sandro, tres personas a las que Bermell agradece su colaboración.
E primer proceso una vez llegados los dispositivos es el de etiquetado: "Voy apuntando en unos papeles lo que le hacemos a cada uno y siempre intento hacer muchas fotos por si luego el seguro se las piden", explica. Tras ello, se desmontan las máquinas para sacar los discos duros, que es donde está la información.
A partir de este momento, el proceso depende del tipo de disco duro, ya que en los más antiguos se debe separar de forma previa la parte electrónica de la parte mecánica. Una vez completada esta acción, la memoria se lava con agua y un cepillo para quitar restos de barro y polvo. Tras ello, pasa por una bañera de ultrasonidos en la que el componente se limpia con alcohol isopropílico. Y, por último, se conecta a un ordenador de pruebas para verificar si ha resistido al paso de la Dana.
En caso de respuesta afirmativa, la recomendación de este técnico es hacer un respaldo de la información en una memoria nueva, especialmente en los componentes que traen piezas mecánicas. En este caso, ofrece la posibilidad de hacer esta gestión sin más coste que el precio del disco duro nuevo. Con ello, se habría salvado toda la información, que podría ser utilizada en un nuevo ordenador. De manera, que se pierde el dispositivo, pero no su contenido.
"Esto es vital para una empresa. Coges el disco, lo pinchas en un ordenador nuevo y prácticamente a funcionar con el programa de gestión y facturación que tenían antes de la Dana. Todo eso minimiza el tiempo para que la firma se ponga otra vez en marcha", asegura Bermell. "Hay una empresa de Castellar que se quedó sin sus tres ordenadores. Ahora estamos montando sus discos en un ordenador nuevo y están pudiendo trabajar desde casa como el día 28 de octubre por la mañana, sin ningún problema", añade.
Además, este informático asegura que ha ido "aprendiendo sobre la marcha" e introduciendo nuevas técnicas en el proceso. En este sentido, uno de los compañeros que ayuda a Bermell propuso utilizar la citada bañera de ultrasonidos, que permite limpiar componentes informáticos con alcohol isopropílico. "El cambio fue espectacular. Discos que no habíamos podido recuperar el día de antes, los rescatamos ese día", expresa con orgullo.
Preguntado por el consejo que daría a la gente para que proteja sus datos frente a este tipo de episodios, Bermell recomienda "subir a la nube todo lo posible para contar siempre con un respaldo". En esta línea, explica que existe el caso de personas que tenían la copia de seguridad con los datos de su empresa en formato físico en el mismo municipio, por lo que también la perdieron con la Dana.
Además, siguiendo en materia empresarial, recuerda la existencia de los servidores NAS. Se trata de sistemas de almacenamiento que están conectados a la red, por lo que se puede acceder a su contenido desde cualquier lugar con una conexión a internet. En este caso, recomienda instalar estos sistemas de respaldo en municipios distintos a la zona de operaciones del negocio, como pueda ser el domicilio del gerente u otra sede de la compañía. De esta manera, se evita perder el archivo original y las copias, como les ha pasado a algunas firmas en esta catástrofe.