VALÈNCIA. Societat Fira València, la nueva empresa pública de la Generalitat para gestionar Feria Valencia, vuelve a ser la excusa para que el PSPV y Compromís exhiban sus diferencias en el seno del Consell. A pesar de que los dos socios del Botànic dieron por cerrada su crisis a cuenta de la composición del consejo de administración de esta sociedad con un pacto a tres bandas con los empresarios, el departamento que dirige Rafael Climent se descuelga del mismo al seguir reconociendo a Unión Gremial (UG) un puesto de vocal nato en ese consejo a pesar del rechazo de la CEV y el Consejo de Cámaras, las otras dos organizaciones empresariales representadas en Fira València.
El conseller Climent firmó este lunes la propuesta de acuerdo del Consell para la constitución de la Societat Fira Valencia, donde se incluyen unos estatutos que no cambian en nada respecto de los que se propusieron en mayo y que provocaron la reacción airada de los presidentes de Cámara Valencia y, sobre todo, del de la CEV, que amenazó con no nombrar a sus representantes en ese consejo de administración si no desaparecía del mismo el asiento reservado para la Unión Gremial.
La propuesta ha sido incluida en el orden del día de la reunión que cada jueves mantienen los socios de gobierno para preparar el pleno del día siguiente, el conocido como consellet, y en principio la constitución de la nueva empresa pública debería acordarse este viernes. Sin embargo, esa propuesta debe contar también con la firma del conseller de Hacienda, Arcadi España, quien muy probablemente no va a ratificar un acuerdo que ha sido explícitamente rechazado por José Vicente Morata y Salvador Navarro, presidentes del Consejo de Cámaras y de la CEV, respectivamente.
Con la propuesta de acuerdo condenada a no pasar el corte en el próximo consellet, la creación de la Societat Fira València –pendiente desde diciembre del año pasado– sufrirá de este modo el enésimo retraso y volverá a poner en evidencia las diferencias que Hacienda y Economía siempre han mantenido con el recinto ferial, desde su naturaleza jurídica hasta su fórmula de gestión.
El acuerdo alcanzado hace justo un mes en Lisboa entre Rafael Climent y Arcadi España con los presidentes de Cámara Valencia eliminaba el vocal nato reservado para Unión Gremial, pero al mismo tiempo se le garantizaba una presencia directa en el consejo de administración en representación del Consejo de Cámaras de la Comunitat.
En concreto, la entidad cameral pasaba a tener reconocidos tres consejeros natos en los estatutos, los dos de la propuesta inicial más el que perdería la Unión Gremial, que ocuparía igualmente una de las vocalías pero de forma indirecta. Por su parte, la CEV tendría dos consejeros, como en su propuesta original de estatutos, pero uno de ellos sería para el Colegio de Agentes Comerciales, que también ha reclamado tener presencia en el nuevo consejo por compartir con Unión Gremial la condición de fundador de la actual Feria.
Sin embargo, el subsecretario de la Conselleria de Economía, Natxo Costa, continúa defendiendo que, como entidad fundadora de Feria Muestrario Internacional a principios del siglo pasado, Unión Gremial está legitimada para estar de forma directa en el consejo de administración de la empresa pública de la Generalitat que tomará su relevo.
Además, la Conselleria de Economía pone en duda que el Consejo de Cámaras pueda designar a Unión Gremial como su representante porque, por primera vez, esta organización del pequeño comercio se quedó sin representación en el pleno de Cámara València en las elecciones celebradas recientemente para reelegir a José Vicente Morata. En concreto, de los sesenta miembros del pleno cameral, los ocho que corresponden a las organizaciones empresariales a propuesta de la Generalitat fueron para la CEV en su condición de patronal más representativa.
A pesar de la paradoja que supondría que Unión Gremial representase a una organización a la que no pertenece, Salvador Navarro y José Vicente Morata insisten en dejarla fuera del consejo fundacional de Fira València porque no creen que tenga representatividad suficiente para tener un consejero nato, ya que la patronal mayoritaria del pequeño comercio sería Confecomerç, que tampoco quiere a UG en ese consejo, y como máximo aceptarían una presencia indirecta.
Para salvar ese rechazo empresarial y garantizarle una vocalía a Unión Gremial, el subsecretario de Economía también ha puesto sobre la mesa la opción de de ampliar de dieciséis a veintiuno el número de consejeros previsto en la sociedad.
Con ello, la Generalitat pasaría de nueve a once vocales para mantener la necesaria mayoría al tratarse de una mercantil pública. Los otros tres nuevos vocales serían para el Colegio de Agentes Comerciales, la CEV y el Consejo de Cámaras, de forma que las dos últimas pasarían de dos a tres asientos y tendrían una representación sobre la Unión Gremial proporcionalmente mayor que la de la propuesta original. Sin embargo, esta opción es más compleja al requerir un cambio legal que permitiera esa excepcionalidad en la Societat Feria València.