MADRID (EP). La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha decidido suspender "cautelarmente, con efectos inmediatos", la negociación de las acciones de Abengoa, "por concurrir circunstancias que pudieran perturbar el normal desarrollo de las operaciones sobre los citados valores". Justo antes de su suspensión, las acciones de clase B, que representan la mayor parte de su capitalización, remontaban un 63,16%, hasta los 0,0062 euros, mientras que las de clase A subían un 56,31%, hasta situarse en los 0,0161 euros, adelantando así el éxito en las negociaciones contrarreloj para alcanzar un acuerdo para su plan de rescate que permita a la compañía esquivar la amenaza el concurso de acreedores.
El consejo de administración del grupo de ingeniería y energías renovables se reúne este martes con el objetivo de cerrar los últimos flecos a ese acuerdo que permita conseguir esa financiación necesaria, procedente tanto de su banca acreedora como de dinero público, para seguir adelante. Según indicaron a Europa Press en fuentes próximas a la negociación, posiblemente al cierre de mercado la compañía comunique la decisión final. Ese nuevo plan de rescate pasa por la solicitud de nueva financiación por un total de 250 millones de instituciones financieras, respaldadas por una garantía del ICO, así como de 300 millones de euros en líneas de avales 'revolving' adicionales rotativas de los bancos, cubiertas por la garantía Cesce.
A finales del pasado mes de junio, el consejo de administración de Abengoa marcó la fecha de este martes como plazo definitivo para alcanzar un acuerdo a su nuevo plan de salvamento, que lleva negociando contrarreloj desde los últimos meses tras verse fuertemente impactada por la crisis del Covid-19. Según informó entonces la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), entendía "razonable para que se puedan despejar las incertidumbres y a la vista de la situación de liquidez", establecer ese límite, llegado el cual, de no haberse concretado con grado suficiente la probabilidad de éxito de las actuaciones previstas, adoptaría "las medidas que legalmente procedan".
El pasado mes de junio, la empresa presidida por Gonzalo Urquijo ya comunicó a sus empleados que no podría hacer frente a las nóminas correspondientes de ese mes en su totalidad, ante la falta de liquidez en que se encontraba. Abengoa contaba, a cierre de 2019, con una plantilla que supera los 14.000 empleados en el mundo, de los cuales el 18% se encuentran en España (unos 2.578 trabajadores). En los estados financieros resumidos presentados en mayo del ejercicio 2019, ya que las cuentas definitivas están pendientes de ser aprobadas, Abengoa anunció unas pérdidas netas de 517 millones de euros en ese año, frente a los 'números rojos' de 1.498 millones de euros en el ejercicio anterior.
El grupo indicó que, a cierre del ejercicio 2019, el patrimonio neto de la sociedad individual Abengoa arrojaba un importe negativo de 388 millones de euros, lo que lo colocaba en situación de causa de disolución. La compañía de ingeniería y renovables, que esquivó ya en 2016 el que habría sido el mayor concurso de acreedores de la historia de España, después de verse acuciada por una deuda de casi 9.000 millones de euros, lanzó este nuevo plan de 'rescate' financiero en mayo, el tercero en los últimos años, tras los de 2017 y 2019.
El endeudamiento financiero bruto del grupo a cierre de 2019 se incrementó en un 5% en comparación con el año anterior, ascendiendo 5.948 millones de euros. Esta cifra incluye 1.165 millones de euros que corresponden a deuda de sociedades clasificadas como mantenidas para la venta, y 558 de financiación de proyectos.
Ese nuevo plan de rescate pasa por la solicitud de esa nueva financiación de las instituciones financieras, respaldadas por una garantía del ICO, así como de la línea de avales 'revolving' adicionales rotativas de los bancos, cubiertas por la garantía Cesce. Además, necesita alcanzar acuerdos sobre la deuda vencida de los proveedores y otros acreedores antiguos/heredados con una quita, adaptando soluciones a la situación de los diferentes proveedores vencidos y otros acreedores, así como con los acreedores financieros para modificar los términos y condiciones de los diferentes tramos de deuda, incluyendo el Bono Convertible A3T, lo que podría implicar quitas y capitalizaciones inminentes o futuras de ciertas deudas. De esta manera, la viabilidad futura de la compañía pasa por conseguir sacar adelante todas las medidas de este nuevo plan de reestructuración.