Hoy es 7 de octubre
VALÈNCIA. Paco Gorrea (PSPV), Reme Mazzolari (PP), Joanma Miguel (Compromís-Move), José Luis Milio (Vox) o José Antonio Fombuena (Ciudadanos). En menos de un mes, uno de los cinco candidatos se perfilará como alcalde de Llíria en unos comicios municipales donde las alianzas pueden ser claves para hacerse con la alcaldía.
El auge del Partido Popular en las últimas elecciones como la fuerza más votada con tres concejales más, la tendencia a la baja de los socialistas y las tensiones vividas entre la actual coalición de PSPV y Compromís marcan el ambiente que ronda el término municipal de Llíria. Un escenario en el que, si el PP vuelve a conseguir apoyos, la coalición podría volver a imponerse como medida para frenar su avance. Para lograrlo deberían mantener, al menos, el mismo número de regidores totales que en 2019, pues uno menos supondría no alcanzar la mayoría necesaria.
Desde hace dos legislaturas, la mayoría absoluta —11 escaños— es un objetivo que se resiste en la capital de Camp de Túria. El Partido Popular la alcanzó en 2011 por segunda vez consecutiva, pero en 2015 el panorama político cambió con un sorpaso socialista. Fue entonces cuando surgió el primer pacto entre el PSPV y Compromís-Move. Sus ocho y cinco concejales, respectivamente, les permitieron unir fuerzas y llegar a la mayoría en el plenario, desbancando así a los populares y pintando de rojo el corazón de la comarca con el socialista Manuel Civera en primera línea.
Se convirtió en alcalde para trabajar junto a su socio de gobierno, Paco García. Pero la unión no duró mucho y una crisis interna propició la ruptura de la coalición y la renuncia de los cinco ediles de Compromís-Move, por lo que el PSPV se vio obligado a gobernar en minoría.
Esta tensión entre ambas formaciones salió de nuevo a flote con la llegada de las elecciones municipales de 2019. En esta ocasión, fue el PP, liderado por Reme Mazzolari, la opción más votada haciéndose con nueve concejales, tres más que en las anteriores. Un escenario en el que, si nadie intervenía, permitiría al Partido Popular recuperar la vara de mando. Para evitar su vuelta al Ayuntamiento de Llíria, la única posibilidad fue unirse de nuevo, a pesar de la desconfianza como consecuencia de la falta de entendimiento anterior.
Se produjo entonces la segunda alianza entre el PSPV y Compromís-Move (seis y cinco regidores) con un pacto de gobierno en alternancia. Los dos primeros años en la alcaldía recayeron en Manuel Civera y los dos últimos en Joanma Miguel, que podría vivir ahora su último mes en el mandato. Tras el cambio, Civera quedó a un lado y Paco Gorrea, actual alcaldable, se convirtió en la cara nueva del partido para luchar por la administración local.
Según informó este diario, Gorrea salió victorioso de unas primarias en las que se hizo con el 69,56% de los votos, frente al 30,44% de su rival, la portavoz Fina Torrijo del Rey. Una resolución previsible al tener en cuenta que, al presentar ambas candidaturas, entregó el doble de avales, con un claro respaldo de sus compañeros de partido. De hecho, Llíria y Quart de Poblet fueron los dos únicos municipios de más de 20.000 habitantes de la provincia en los que el PSPV atravesó este proceso para elegir cabeza de lista.
En toda esta situación, Vox queda de momento al margen al no haber obtenido representación, mientras que Ciudadanos, si vuelve a conseguir un edil en el consistorio, podría influir a la hora de favorecer la creación de acuerdos. De esta manera, la historia se repite y Mazzorali se posiciona como favorita a pocos días de las elecciones: "Estamos preparados, es el momento del cambio y vamos a trabajar para que nuestro pueblo vuelva a ser un referente. Recuperemos la ilusión y recuperemos Llíria", defiende.
Por su parte, Gorrea inicia esta etapa "con ilusión y un firme compromiso". "El camino que inicio hacia la alcaldía es lo más importante. Tengo la oportunidad de trabajar para mejorar la vida de mi pueblo y sus vecinos y vecinas. Me siento con plenitud de ideas y de energía y una capacidad insuperable para afrontar los obstáculos", expone.
Joanma Miguel, actual alcalde, representa una campaña en la que Compromís lleva por lema 'La Llíria que vols', destacando la voluntad de transformar el municipio con políticas inclusivas centradas en la población.
Así, Llíria se aleja del modelo establecido en otros puntos de la provincia, como Albal, Marines, Picanya o Tous, en los que una misma figura se muestra aparentemente invencible al frente del consistorio durante dos décadas. Aquí, los vaivenes han sido recurrentes y el voto ciudadano será decisivo para marcar el futuro de los próximos cuatro años.