VALÈNCIA. Competencia de la Generalitat Valenciana (CDCCV) dictamina que los cuatro mercadillos de fruta y verdura planteados durante el Gobierno de Joan Ribó en la ciudad no infringían ninguna norma. Así lo recoge un informe sobre la compatibilidad con el derecho de defensa de la competencia de la regulación de los cuatro mercados de venta no sedentaria de producto agroalimentario. Una fórmula que, con la entrada de Mª José Catalá en la alcaldía, se decidió suprimir al considerar que suponía una competencia desleal y un perjuicio directo a los puestos de los mercados municipales pero que se siguen organizando.
Unos mercados que están ubicados en la plaza de la Figuereta de Castellar, la plaza de Benimaclet y la calle Joaquim Benlloch, donde pueden tener un máximo de 15 paradas y se celebran los sábados, y en la calle Martínez Ferrando, con un máximo de 20 paradas y que tienen lugar los martes. La iniciativa fue planteada en el mes de marzo de este mismo año entre quejas de algunos comerciantes de los puestos de los mercados por la ya señalada competencia desleal que se utilizo para su crítica.
Sin embargo, no opina lo mismo el órgano consultivo de la Generalitat sobre la Ordenanza que Regula la Venta no Sedentaria en València, al entender que la intervención normativa se ajusta a los principios de necesidad y eficacia, al ser "el instrumento regulatorio idóneo" para llevar a cabo la actualización de la normativa de ordenación de la venta no sedentaria en el mercado de la ciudad. En este sentido, destaca que la ordenanza suponía la creación de un nuevo mercado de venta directa de producto agroalimentario, el mercado de venta no sedentaria, lo cual incentiva la competencia, al aumentar la oferta del consumidor para la adquisición de los productos agroalimentarios en general y, en la modalidad de venta directa, en particular.
Una iniciativa impulsada para eliminar intermediarios entre los consumidores y los agricultores, con el fin de que éstos vendieran únicamente aquello que cultivaran con más facilidades. Sin embargo, para Català la iniciativa era perjudicial para el comercio. "Que la Tira de Contar siga siendo lo que ha sido toda la vida en la ciudad de València", señalaba, dada la similitud con el modelo histórico de Mercavalencia.
Respecto a la proporcionalidad de la norma, el informe señala la necesidad de evaluar si son respetuosos en su adjudicación con los mismos principios y objetivos de sostenibilidad que se persiguen con su creación. En este sentido, entre los criterios marcados se encuentra la proximidad, la calidad medioambiental del producto a comercializar o que pertenezca a zonas rurales deprimidas, entre otros.
En este sentido, señala que los criterios y categorías incluidos dentro de los mismos resultan ajustados con el principio de proporcionalidad, puesto que permiten a los interesados obtener la máxima puntuación no sólo en base a uno de ellos, sino que es necesaria una pluralidad de los mismos, siendo posibles múltiples combinaciones sumativas o excluyentes entre sí para tal fin y donde se recogen los principios de sostenibilidad motivadores de la intervención normativa.
Entre las recomendaciones, señalan la necesidad de realizar un Análisis de Impacto Competitivo de este tipo de normas. "La implantación de una cultura efectiva de evaluación normativa evita la adopción de iniciativas regulatorias que provoquen restricciones innecesarias o desproporcionadas a la actividad económica que produzcan distorsiones en la competencia en el mercado", señalan. "Con carácter ex post, la revisión periódica de la normativa vigente para su adaptacióna los principios de buena regulación contribuye a promover la competencia en el mercado, eliminando eventuales costes y cargas administrativas que pueden dificultar la misma".
Por otro lado, recuerda que las Administraciones Públicas de la Comunitat Valenciana pueden contar con el apoyo y asesoramiento de la CDCCV para llevar a cabo esta evaluación, así como para la evaluación y planificación previas a su adopción.
Cabe recordar que Competencia de la Generalitat ya hizo un informe acerca de La Tira de Contar en Mercavalencia tras una denuncia de la Asociación de Empresarios Mayoristas de Frutas y Hortalizas de Valencia (Amafruva). No obstante, en este caso, sí que encontró objeciones. Para la 'tira de contar', Mercavalencia desarrolló un reglamento para el funcionamiento de los agricultores, donde se recoge el régimen jurídico. Éstos tienen habilitado un espacio de 6.000 metros cuadrados respecto a los 200.000 del lugar y solo pueden vender de lunes a viernes de 03:45 a 8.
Además, cuentan con precios de acceso distintos a los exigidos a otros asentadores, lo que causa disputa. En este sentido, Competencia no veía claras las barreras de entrada definidas. En este caso, para Competencia la naturaleza de la 'tira de contar' es de naturaleza pro-competitiva. No obstante, la forma en la que actúa el organizador del mercado de abastos de MercaValència no le parecía ser ajustado a la normativa de competencia.
Un privilegio histórico, una vía directa para los restauradores de acceder al género de proximidad, un madrugón tradicional. La tira de contar es el mercado, amigos y amigas