El estudio ha puesto su sello en proyectos como la nueva Fe, la sede de la empresa Actiu, las oficinas de Importaco o el despacho de abogados Broseta
VALÈNCIA. El emblemático estudio valenciano Cosín Estudio, que ha puesto su sello en proyectos como la nueva Fe de Valencia, la sede de la empresa Actiu, las oficinas de Importaco o el despacho de abogados Broseta, celebra su 35 cumpleaños a pie de obra.
Pepe Cosín (Valencia, 1956) nació en el Eixample, al lado de la plaza de Cánovas y del Mercado de Colon, y fue en ese entorno el que le enseñó a apreciar la arquitectura, “quizá la más bella de la ciudad de València”, según indica, y donde la arquitectura y los objetos despertaron en él una pasión que todavía hoy le acompaña con la misma intensidad.
Cuando acabó el bachiller tenía muy clara su vocación: el diseño: “En aquella España de principios de los 70 era como hablar en chino”. Dejó de lado el negocio familiar en el sector de la alimentación, y estudió lo que por entonces se llamaba 'Artes Aplicadas', y que ahora es la Escuela Superior de Diseño. Se especializó en interiorismo y comenzó a trabajar como freelance. “El diseño en aquella época no estaba valorado como lo está ahora”, explica, pero con el tiempo llegó su primer encargo de relevancia, una discoteca.
“El resultado fue muy satisfactorio para todos, tanto que sin haber finalizado el proyecto recibí el encargo de diseñar otra”, recuerda. Pronto decidió lanzarse a la aventura y abrir su propio estudio. Aurelio y Cosín, que así se llamó, "se convirtió desde su apertura en 1986 casi en un punto de peregrinaje en la ciudad de Valencia para los amantes del diseño", indica. Allí se podían ver y tocar piezas de diseño europeo contemporáneo que ya eran auténticos clásicos. “Funcionábamos como un estudio profesional, pero con espacio comercial”. La idea estaba clara: “Quería transmitir el diseño desde los hechos. Desde el concepto hasta el mínimo detalle. El cuidado de un espacio acaba suponiendo la gran diferencia. No se trata de de dejar con la boca abierta, sino de sorprender, de descubrir poco a poco. La diferencia entre el buen diseño y el diseño aparente se ve más claramente con el paso del tiempo".
Con los años, Aurelio, la otra mitad del proyecto inicial, tomó un camino distinto, y Pepe Cosín se quedó con la estructura ya formada. En ese momento nació la marca Cosín y Cosín. “Repetir el apellido era dejar constancia de que teníamos dos áreas de trabajo, y que cada una de ellas ponía la misma pasión en su cometido: el continente y el contenido”. Y con ello, llegó la formación de un equipo especializado. "Posiblemente, la influencia de haber jugado al rugby fue determinante a la hora de valorar la fuerza del equipo. Por lo que comenzó la tarea de crear un grupo de profesionales, mayoritariamente técnicos, que es donde reside la verdadera fortaleza de la empresa", resalta.
La firma fue creciendo en prestigio y tamaño, y desarrollando proyectos cada vez más ambiciosos. “Hemos hecho de todo -asegura- desde una floristería hasta un hospital, pasando por notarías, oficinas, hoteles, restaurantes y viviendas”. Entre sus proyectos más emblemáticos destacan la sede de la firma de muebles Actiu, el despacho de abogados Broseta, las oficinas de Importaco y Divina Pastora, o el complejo hospitalario La Fe, en el que se encargó de equipar una parte del proyecto.
A principios del nuevo milenio se presentó la oportunidad de abrir un nuevo local en un emplazamiento muy atractivo, la calle Hernán Cortes, una de las más comerciales y transitadas de la ciudad de Valencia. “Decidimos poner en marcha una exposición de producto en primera línea, cerca del público. Poco después, en plena crisis, quisimos mirar hacia adelante y volver a nuestra esencia, por lo que retomamos la idea de un local en el barrio de Ruzafa, un antiguo gimnasio, para trasladar allí el estudio”. Ese espacio se convirtió en Cosín Estudio ( Calle Denia, 3 ), y abrió sus puertas en el año 2012. “Era importante que fuera una nave cerrada de gran altura, con muchas posibles redefiniciones”. Mucha luz natural, tranquilo, céntrico…, y con una terraza por la que la vegetación brota sin mesura, abrazando una singular estructura de abeto.
Con el ánimo de acercarse más al cliente final, idearon un nuevo concepto de espacio de diseño, abierto al público, y en el que poder desarrollar una propuesta comercial innovadora y sugerente, Cosín Room (Calle Sevilla, 8). Un espacio diáfano y acogedor, inaugurado en 2017, destinado a proyectos de interiorismo y amueblamiento de hogar, con piezas seleccionadas de diseño contemporáneo (italiano, danés, belga, alemán y español) y un trabajo minucioso y personalizado en cada proyecto.
Actualmente, Pepe Cosín compatibiliza la dirección de Cosín Estudio con el cargo de Decano del Colegio de Interioristas de la Comunitat Valenciana, algo de lo que se siente especialmente orgulloso. “Trabajar por la profesión y por los profesionales que hay en el sector es algo profundamente enriquecedor”. El siguiente paso es un proyecto que aún no ha visto la luz: “Queremos implicarnos en el diseño industrial y tener una editora de producto propio, para poder controlar todo el proceso y ofrecer producto exclusivo sin que sea excluyente económicamente”, cuenta.
Tienen clientes fieles de todas las edades, pero Cosín Estudio se siente especialmente agradecido a los más antiguos, esos que aún acuden a Cosín cuando necesitan algo nuevo. “Es muy satisfactorio saber que estás contribuyendo a hacer la vida de la gente un poco más feliz. Y ellos saben que damos el cien por cien para que así sea”.