VALÈNCIA. Panamá, EEUU, Suiza, Luxemburgo y Reino Unido son algunos de los países de los que se sirvió el que fuera vicealcalde de València durante los gobiernos de Rita Barberá, Alfonso Grau, para esconder el dinero recibido de presuntas comisiones a cambio de favores (en forma de adjudicaciones públicas) en el seno del Ayuntamiento de la ciudad. Así lo considera el juzgado de Instrucción número 13 de Valencia, encargado del conocido como caso Azud, y cuya titular destaca la participación de Grau en "al menos ocho tramas de corrupción en base a operaciones urbanísticas a favor del empresario Jaime María Febrer Rovira -otro de los principales investigados en la causa- y de las empresas de su Grupo Axis, desde el año 2003 al año 2013".
En uno de los autos pertenecientes a la parte del sumario conocida este miércoles -en el que figuran las comisiones rogatorias en las cuales la jueza solicita información a los países por los que pasó el dinero-, señala que el que fuera número 2 de Rita Barberá "amañó varios concursos" para que la adjudicación de terrenos "recayera en alguna de la empresas de Febrer" a cambio de "sobornos o comisiones ilícitas". Y para esa "ocultación y transformación del dinero", apunta que Grau se sirvió de sus hijas María Ángeles y Sofía Grau González y sus respectivos maridos, Kent Lawrence Baker y Eugenio Cámara Alberola.
Los investigadores sospecharon de esta operativa porque encontraron un documento relacionado con una transferencia a Alfonso Grau en uno de los registros en el grupo Axis, del empresario Jaime María Febrer, que se encontraba dentro de una carpeta con las iniciales 'AG' y en la que se incluía la cita literal "se trata de la misma cuenta de hace dos años y no ha cambiado nada".
El origen oculto de los fondos, y punto de partida de todo el entramado, se sitúa en la sociedad tipo offshore de nacionalidad panameña Edinboro Investments, creada el 28 de julio de 2004 con un capital social de 10.000 dólares y disuelta el 27 de septiembre de 2023.
Las diligencias previas, también recogidas en el sumario, señalan que la información aportada por las autoridades panameñas evidencia que el beneficiario final de la mercantil Edinboro Investments era el empresario Miguel Montoro Tarazona, quien falleció en 2016. Esta sociedad titulaba productos bancarios en diferentes entidades de Suiza y Mónaco, algunos de los cuales contaban con firma autorizada de los tres hijos de Montoro, entre ellos Mónica, quien está investigada en la causa.
Según consta en el citado documento, "al menos una de las transferencias" ordenadas a Edinboro Investments a la cuenta bancaria titulada por María Ángeles Grau en EEUU, de 59.422,5 euros, se habría efectuado desde la entidad Union Bancaire Privee, situada en Ginebra (Suiza). De acuerdo con la información aportada por las autoridades panameñas, tendrían firma autorizada Miguel Montoro y también sus tres hijos.
Para la jueza, la sociedad panameña fue "un instrumento del delito al carecer de actividad comercial alguna". Además, reseña que estuvo activa durante el periodo de tiempo en el que se "producen de manera constante los sobornos y pagos por el amaño de contrataciones públicas, siendo particularmente relevante la actividad que se realiza en la ciudad de València durante los años 2006 a 2009, como consecuencia de los eventos de la Formula 1 y de la Copa América".
Pero, ¿cuál fue la participación de esta mercantil en la trama? "Fue el ordenante o pagador" de todos los movimientos que se hicieron al resto de cuentas bancarias de países, una fórmula que, según la magistrada, es el instrumento que "tradicionalmente en estas operativas de lavado de dinero", señala la magistrada.
Uno de los movimientos que describe el sumarios es el abono por parte de Grau y su hija María Ángeles a una cuenta bancaria en Citibank en España, de la que ella era titular, en pequeñas cantidades de 3.000 euros para "evitar los controles financieros". Su marido Kent Lawrence Baker también tenía autorización para hacer movimientos. No obstante, "ninguno de los dos desarrolla actividad empresarial, industrial o comercial en España que permita disponer de ese dinero". Posteriormente, esos fondos los empleaban realizando transferencias ordenadas a una cuenta de la entidad JP Morgan Chase Bank NA radicada en Wisconsin, donde ambos tienen su domicilio familiar y fiscal.
Esa cuenta americana "fue la utilizada por el empresario Febrer para pagar a Alfonso Grau Alonso parte de una comisión por importe de 1 millón de euros", recoge el sumario. Pero, además, en ella también se "ingresó un total de 282.094,64 dólares proveniente del citado soborno, que se ingresaron mediante tres transferencias". La primera, por importe de 97.552,50 dólares, fue realizada el 28 de diciembre de 2006, mientras que la segunda fue de 96.519,63 dólares el 10 de enero de 2007. Ambas procedían de una cuenta en la entidad Chase Mahattan Bank en Bournemouth (Reino Unido).
La última, de 88.022,51 dólares, el 21 de febrero de 2008, venía de la entidad Union Bancaire Privee, sita en Ginebra. En todos los casos, la sociedad panameña Edinboro figura como ordenante de las mismas.
Igualmente, desde la cuenta en el banco inglés Chase Mahattan Bank se ordenaron por parte de Edimboro otras tres transferencias por importe de 15.512,40 dólares, 15.823,20 dólares y 13.344 dólares a otra cuenta de JP Morgan Chase Bank, abierta en fecha 25 de agosto de 2006, y en la que tienen firma autorizada los investigados Alfonso Grau, su esposa María Ángeles González Gudino y su hija María Ángeles Grau González.