VALÈNCIA. Ruth Merino dice adiós a Ciudadanos. La hasta ahora portavoz en Les Corts ha confirmado este jueves en una comparecencia pública que renuncia a todos sus cargos y deja el acta en el Parlamento autonómico, como avanzó ayer Valencia Plaza. Acompañada por tres de los trece diputados de su grupo (Carlos Gracia, Fernando Llopis y Tony Woodward), ha comunicado que vuelve a su puesto en la Agencia Tributaria, aunque todavía no ha decidido si se dará de baja de la formación como afiliada. “Me lo pensaré en los próximos días”, ha dicho.
Merino da el portazo a su partido porque considera que durante los últimos meses, y en pleno proceso de primarias para el nuevo liderazgo nacional, “se ha consolidado todo lo malo”. “Me costaría mucho votar a Ciudadanos en las próximas elecciones”, ha admitido.
Tras la moción de censura fallida de Murcia y los malos resultados cosechados en las diversas citas electorales posteriores en varios territorios, Merino cree que la formación “tendría que haber desaparecido” un tiempo “del panorama político”. “Y, cuando hubiera una nueva organización, resurgir como partido liberal, de gobierno y europeísta”, ha reflexionado. “Yo transmití mi opinión. Después comenzó la llamada refundación y los resultados los están viendo”, ha añadido.
No le agrada ninguna lista. Ni la de Inés Arrimadas ni la de Edmundo Bal, que entiende que supone un giro a la izquierda que no comparte. La hasta ahora diputada no descarta volver a la política próximamente porque “la vida es muy larga”, aunque ha destacado que no ha recibido ninguna oferta formal de otra formación y que no se afiliará a ninguna otra, en referencia clara al PP.
Merino ha hecho balance de sus últimos dos años como portavoz en Les Corts tras la marcha de Toni Cantó. "Asumí el cargo en un momento complicado para el partido pero también en el grupo de Les Corts. Se cometieron errores de mucho tipo: de estrategia, de comunicación, falta de escucha a los afiliados, falta de democracia interna...", ha mencionado.
Posteriormente, la situación pasó a ser insostenible y surgió la refundación, que ya vio con escepticismo porque los encargados de pilotarla fueron nombrados a dedo por Arrimadas. Su equipo le explicó el plan y, en principio, le pareció bien. Pero piensa que nada se ha cumplido.
El pasado verano, ha explicado que habló con Organización sobre lo que pensaba. "Cuando me propusieron ser la cabeza visible de la refundación en la Comunitat Valenciana y que me presentara a las primarias para ser cabeza de lista a la Generalitat, dije lo que tenía que cambiar. Transmití las personas que estaban haciendo daño en la Comunitat y ,que debía haber una verdadera democracia interna y honestidad", ha señalado.
En ese momento, ha asegurado, le dijeron que todo esto iba a cambiar. "Pero aquí estamos y yo ni siquiera he votado en las primarias. No se me ha preguntado nada pese a se portavoz en Les Corts", ha afirmado.
"Cada uno elige a quién tiene que preguntar, pero yo no me siento identificada con esta guerra abierta ni con las dos listas. Ni con la pura continuidad de Inés ni con el giro a la izquierda de Edmundo. Ninguna creo que pueda sacar a este partido del agujero tan profundo en el que se encuentra. Que me expliquen la diferencia en el Ciudadanos de hace diez meses y el de mañana", ha comentado.
"No me gusta que el partido en el que entré se premie a determinadas personas o comportamientos mientras se destierra la honestidad y el talento. Tampoco o se ha tenido en cuenta nunca la especial situación de la Comunitat Valenciana. Ocho años de gobierno de la izquierda ya ha sido suficiente. Y, sin embargo, parece que se va a seguir sin tener en cuenta. Ahora dicen que no hay líneas rojas, incluso se habla de pactar gobiernos con Compromís. Con ello prevalecería el partidismo y las siglas por encima de los intereses de los valencianos", ha indicado.
De Madrid, ha dicho, nadie le ha llamado. La única ha sido María Muñoz.