VALÈNCIA. Y finalmente se cumplió el guión previsto y que tantas expectativas había generado en los últimos días: el nuevo ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, confirmaba en una visita a València que el Consejo de Ministros del próximo martes 19 de diciembre aprobará el proyecto de construcción del muelle de contenedores de la ampliación norte del Puerto. Un anuncio muy esperado por la comunidad portuaria, que pone fin a un año de parálisis y a un largo periplo burocrático y judicial. "Es un proyecto muy importante que no puede seguir esperando. Por tanto, aunque no soy partidario de dar fechas, en este caso les comunico que el próximo martes se aprobará la ampliación norte", proclamó el ministro.
Unas palabras que causaron el aplauso y el clamor de empresarios y políticos de PP y PSOE congregados en el Edificio del Reloj, sede de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV), a quienes se había citado para un brindis y que sirvió para celebrar la noticia. Previamente, el ministro, junto al presidente de la Generalitat, Carlos Mazón; la alcaldesa de València, María José Catalá; la delegada del Gobierno en la Comunitat, Pilar Bernabé, y la presidenta de la APV, Mar Chao, visitaban las instalaciones portuarias.
En concreto, la obra contempla la construcción del muelle de contenedores en la zona norte del recinto portuario. La compañía italo-suiza TIL, filial de MSC, levantará y explotará en régimen de concesión la terminal de contenedores, que se ubicará en aguas interiores del dique de abrigo de la ampliación norte. Será la cuarta terminal del Puerto. En diciembre de 2022, el consejo de administración de la APV aprobó el proyecto, pero la inversión seguía en el aire por la falta de determinación del Gobierno.
Además, la actuación se ha ido retrasado por cuestiones judiciales ante la exigencia de formaciones como Podemos o Compromís, así como de diferentes movimientos vecinales de reclamar una nueva Declaración de Impacto Medioambiental (DIA). Un bloqueo que ha provocado que se eleven los costes de la inversión, que se encarecerá cerca de un 40% de lo inicialmente previsto hasta los 2.000 millones de euros.
No obstante, la visita de Puente no dejaba lugar a las conjeturas y este jueves el empresariado valenciano no contemplaba otra opción que no fuera el desbloqueo de la infraestructura. De hecho, minutos antes de su intervención, todos daban por hecho que así iba a ser, aunque lo que no estaba tan claro era el cuándo se produciría la aprobación. La elección del próximo martes causaba sorpresa incluso en el seno de MSC, que no daba crédito a la celeridad actual del Gobierno, tras doce meses de indefinición. Por ello, la alegría era mayúscula.
Pero no solo llamaba la atención la determinación del nuevo Ejecutivo, liderado de nuevo por el socialista Pedro Sánchez, sino también el tono y talante del nuevo ministro. "Ha venido preparado", comentaba un empresario a este diario. Tampoco pasó desapercibida su sintonía con el Consell y el gobierno municipal, así como su alineamiento con la defensa de un proyecto que no siempre ha sido respaldado abiertamente por el PSOE por el rechazo que generaba la iniciativa en Compromís y Podemos, socios de Ximo Puig en el Consell del Botànic, y del propio Sánchez. Ese ha sido el factor que explicaría el año de parálisis.
No obstante, los frentes abiertos con la amnistía, el nacionalismo y las críticas del nuevo gobierno autonómico del popular Carlos Mazón habrían servido de semilla para que el Gobierno Central cambiara su postura con el fin de ir liberándose de conflictos. Sin embargo, Compromís ya ha advertido de que los ministros de Sumar no votarán a favor del proyecto. El propio Joan Baldoví, síndic de la coalición valencianista en Les Corts, asistía a la comparecencia de Puente con semblante serio y avanzando de que su formación acudirá a los tribunales para paralizar la ampliación del puerto.
No obstante, Puente se mostraba tajante y zanjaba la polémica generada en torno al impacto medioambiental de la obra. "Es un proyecto ecológico porque desde el punto de vista energético será 100% sostenible, autosuficiente y se abastecerá de energías limpias", subrayó. Y, aunque admitía que tendrá afecciones en las playas de El Saler, incidía en que estas han sido "corregidas" con una inversión de 30 millones de euros y contempladas en la propia DIA.
Además, destacaba que la nueva terminal implicará derivar tráficos terrestres de contenedores al tren porque contempla la mayor terminal ferroviaria en un puerto de la península. Un hecho especialmente relevante ya que actualmente el 93% de los contenedores que entran y salen de las instalaciones valencianas lo hacen en camiones. "Por tanto, ayudará a aumentar los procesos de descarbonización del transporte", incidía.
Por tanto, ahora el Consejo de Ministros tendrá que aprobar la actuación para culminar la construcción del muelle de contenedores de la ampliación norte. A partir de entonces se tendrán que sacar a licitación las obras y tramitar su urbanización, procesos que Mazón reclamó que fueran por la vía de la urgencia para acelerarlos y "ganar el futuro por el que tanto se ha luchado".
Lo cierto es que el bloqueo ha provocado una subida en los costes de la infraestructura, cuya inversión público-privada inicial rondaba los 1.500 millones de euros. Ahora será más cara. Solo la parte pública por parte de la APV se ha elevado un 21,8% y ha pasado de los 542 millones de euros previstos a 660 millones. A este montante hay que añadir la que realizará la naviera suiza MSC, adjudicataria de la concesión, que tenía previsto invertir 1.050 millones de euros.
No obstante, el presidente de MSC España, Francisco Lorente, confirmaba este jueves que debido a la inflación y la demora se tendrá que incrementar el coste entre un 20-25%" -hasta una cifra en torno a 1.300 millones, lo que supone que finalmente el conjunto de la actuación prácticamente alcanzará los 2.000 millones de euros. "Lo vamos a asumir con muchísima dignidad, con muchísima valentía y con mucha ilusión, ya los compensaremos con un trabajo eficiente y con una reducción de costes, evidentemente", remarcó un pletórico Lorente, quien inmortalizó con su móvil el momento en el que el responsable de la cartera de obras públicas daba la noticia.
El empresario agradeció al ministro su "reacción inmediata" y hacer "las cosas fáciles". "Ahora toca ponerse el mono de trabajo y ponernos a trabajar", subrayó. Lorente confía en empezar las obras "lo antes posible" con ayuda del puerto, de la administración y de la Generalitat para hacer un expediente "lo más ágil posible"."Si en cinco años pudiéramos tener ahí el primer barco atracado sería un gran éxito", destacó.
La nueva terminal pública de contenedores, situada en aguas abrigadas de la ampliación norte cuyas obras finalizaron en 2012, tendrá una superficie de unas 137 hectáreas y 1.970 metros de línea de atraque, con una capacidad para albergar cinco millones de contenedores. Permitirá operar a los buques de última generación MEGAMAX, de hasta 430 metros de eslora y más de 24.000 TEUs.
Contará con diseño, tecnologías y equipamiento de última generación, con una instalación totalmente electrificada, que permitirá atender los grandes buques portacontenedores en servicio, con elevados rendimientos tanto en las operaciones marítimas como terrestres. El 98% de la maquinaria será eléctrica y el 2% de hidrogeno, mientras que el origen de la electricidad será 100% de fuentes renovables.