VALÈNCIA. El Institut Valencià d'Acció Social (IVASS), perteneciente a la Conselleria de Igualdad, ha pasado a asumir la gestión de la residencia de Albocàsser para personas con diversidad funcional. Gestionada por La Saleta desde el 30 de mayo de 2014, ahora pasará a manos de la administración, quien asumirá a los 27 trabajadores dependientes de la empresa al darse una subrogación.
Médicos, trabajadores sociales, cuidadores y celadores, entre otros profesionales, pasarán a la administración con la modalidad de 'personal a extinguir', utilizada por Sanidad para la reversión del departamento de La Ribera y que permite integrar a los trabajadores en la Generalitat como personal laboral fijo.
La secretaria autonómica de Servicios Sociales, Helena Ferrando, asegura que ha sido un caso puntual e insiste en que no se ha producido por una mala gestión por parte de la empresa, cuyas posibilidades entiende que llegan a unos límites. "La Saleta lo estaba haciendo muy bien a nivel profesional, pero hay cuestiones a las que no podía llegar", reconoce. De hecho, señala en que no existe ninguna intención de recuperar la gestión de centros residenciales de forma acelerada.
"Tras finalizar el contrato, hemos decidido retornar la residencia de Albocàsser a lo público por su tipo de residente, y porque está en un lugar alejado del núcleo urbano", reconoce Ferrando. La secretaria autonómica de Servicios Sociales señala que el centro estaba concebido como una residencia de la tercera edad, pero desde la administración lo quieren plantear como un centro de paso.
La intención es que sus residentes, con enfermedades mentales, puedan vivir en pisos tutelados e integrarse en los barrios. A partir de ahí entrarán otros residentes que necesiten ayuda con el fin de seguir el mismo proceso. Para dar este paso de integración, tanto en la estrategia de salud mental de la Generalitat como en la sociedad, necesitaban dotarlo de mejoras, como la posibilidad de que pudieran desplazarse a otros lugares.
Para ello han puesto a disposición del centro -en el que residen 29 personas y cinco en el servicio de residencia de día- una o dos furgonetas que permitirán mejorar e incrementar las actividades de inclusión social y el trabajo en la comunidad.
También realizarán algunas mejoras en las condiciones de habitabilidad de la residencia, como la reparación e instalación de aires acondicionados, reparación de goteras y otros elementos arquitectónicos, además de la mejora de televisores y equipos de música, equipamiento de mobiliario y menaje o cambios de equipos informáticos.
Los residentes del centro también tendrán acceso a una unidad de acción técnica del IVASS, que da apoyo en la atención de las personas con diversidad funcional y que recoge las necesidades de las personas y de los centros, las evalúa, las gestiona y realiza seguimiento y evaluación de la implantación de las mismas.