VALÈNCIA. El episodio ha traído cola. El pasado martes, la Lonja de València acogía una de las citas más importantes que la ciudad celebra cada año: la entrega de los Premios Jaime I. Un evento organizado por la Fundación con este nombre y de la que su Majestad el Rey Felipe VI es Presidente de Honor. Nadie suele faltar a este acto, fijado con mucha antelación y con una importante presencia institucional ante la asistencia de miembros de la Casa Real. Este año, como otros, el Rey.
Nadie suele faltar pero en esta edición hubo una ausencia destacada: la de los ediles de Vox en València. No había ninguno. Ni su portavoz Juanma Badenas, ni tampoco el resto de concejales del grupo: Cecilia Herrero, Pepe Gosálbez y Mónica Ros. El Ayuntamiento de València forma parte del patronato de los premios, por lo que es habitual que los 33 representantes del Cap i Casal, sin excepciones, acudan a cada convocatoria. Más aún si estos forman parte del equipo de gobierno.
Lo acontecido ha sido muy comentado en los círculos políticos. También en los de Vox. Los aludidos explicaron que los concejales tenían actos y diferentes reuniones y que por ello no pudieron asistir. Concretamente, Badenas mantuvo un encuentro con el presidente de IVEFA, Francisco Vallejo, y con el director de la entidad, Juan Bolós.
Pero las valoraciones de lo ocurrido no consideran que estuviera suficientemente justificada la ausencia. Algunas voces lo atribuyen al desconocimiento sobre la relevancia del evento para personas que acaban de llegar a ocupar un cargo en el consistorio. Otras a la descoordinación. Incluso hay quien piensa que fue una mezcla de todo. Pero el resultado es que los representantes institucionales de Vox en València dieron plantón al Rey. Una imagen que fuentes del partido ven poco conveniente pese a los reproches de cargos de la formación hacia él por su papel en la investidura de Pedro Sánchez al considerar que no debería haberlo propuesto para presidente del Gobierno.
El caso es que lo ocurrido ha aflorado algo más: las críticas hacia el propio perfil de Badenas. No son pocos los que creen que no fue el cabeza de lista idóneo y los que se sienten incómodos con algunas de sus salidas de tono. De hecho, el episodio del Rey desencadenó comentarios de desmarque con lo sucedido.
Badenas se ha caracterizado por no tener demasiado filtro público. Su ahora socia en el Ayuntamiento y alcaldesa de València, María José Catalá, habló de "fuegos artificiales" el día que sellaron el pacto de gobierno al ser preguntada por las críticas y mofas que salieron de la boca o de la pluma del portavoz de Vox pocos días antes. En el partido hay gente que admite que el 'show' político con altas dosis de protagonismo no le va.
En las negociaciones para el acuerdo municipal, Badenas decidió celebrar diversas ruedas de prensa para lanzar sus 'pullas' contra Catalá. Un intento de presión, interpretan fuentes de Vox, que no funcionó y que no dejó la mejor imagen cuando el pacto a nivel autonómico se cerró sin enfrentamientos evidentes de ningún tipo pese a la lógica existencia de tiras y afloja en privado.
Finalmente, tuvo que intervenir Madrid para sellar el pacto con el PP después de meses de negociaciones. Catalá pasó a ser una socia estupenda para Badenas que, sin embargo, no pudo reprimirse a la hora de valorar su papel en el consistorio. Avisó de que mantendrá las diferencias con los populares toda la legislatura y admitió que le hubiera gustado ir a su bola. "Quizás yo tenía unos tiempos distintos para el acuerdo, pero en política tenemos que adaptarnos a la realidad y yo soy un jugador de equipo, no puedo ir por libre. Yo tenía unos tiempos y creo que podría haber conseguido una negociación mejor", afirmó en los micrófonos de Plaza Radio. Otra declaración que no agradó mucho a la interna.
Otra persona poco partidaria del excesivo filtro político también evidenció sus diferencias con Badenas. Se trata del vicepresidente primero de la Generalitat y conseller de Cultura, Vicente Barrera. En una reciente entrevista con Valencia Plaza, en la que reconoció que le ofrecieron ser cabeza de lista al consistorio pero lo rechazó, se desmarcó de las palabras del portavoz de Vox en el Ayuntamiento, quien opinó que La Mostra "debería desaparecer" y calificó el festival de "chiringuito".
"El señor Badenas tiene, a veces, ideas propias y muchas de ellas yo no las comparto. Yo no comparto que La Mostra tenga que desaparecer. Quizás haya que darle una repensada. Insisto, es que la cultura no sé por qué se ha ideologizado muchísimo durante estos años. Cuando uno habla por la herida, desde la posición del señor Badenas, a lo mejor va un poquito más allá de lo que yo creo que pensamos todos. Las cosas hay que mantenerlas, pero hay que naturalizarlas de manera que no estén siempre en contra de alguien y, además, siempre en contra de los mismos", dijo.
Las "ideas propias" a las que se refería Barrera son, en realidad, y para otros miembros del partido, un perfil propio con un estilo que no acaba de ser compartido. A lo que se une que hay quien echa en falta que realice más labor en la vida interna de la formación en la ciudad.