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entrevista al nuevo presidente del Clúster de la Automoción y Movilidad de la Comunitat Valenciana

Segura: "Confiamos en Ford, pero existe temor en la automoción por los retrasos en su electrificación"

Foto: KIKE TABERNER
5/06/2023 - 

VALÈNCIA. Francisco Segura es desde finales de abril el nuevo presidente del Clúster de la Automoción y Movilidad de la Comunitat Valenciana (Avia), tras relevar a Mónica Alegre en el cargo, un puesto que ocupaba desde 2018. No obstante, Segura no es nuevo en la entidad, ya que hasta el momento de su elección era miembro de su junta directiva. Además, es presidente y consejero delegado de Grupo Segura y forma parte del Comité ejecutivo de la CEV y es miembro de AVE, entre otros cargos. 

Ahora asume las riendas del Clúster en un momento de profunda transformación del sector. Unos cambios para los que, según destaca, la automoción valenciana lleva tiempo anticipándose y adaptándose. "Está habiendo una transformación importante hacia las necesidades del sector. Lo que estamos viendo es que en todas las tecnologías por las que se está apostando, las empresas valencianas están haciendo muchos esfuerzos por adaptarse", remarca.

Eso sí, admite que en el corto plazo habrá una "disminución en el empleo" por la bajada de producción de los fabricantes, especialmente de Ford que ha perdido modelos y sigue siendo el motor tractor de la industria en la Comunitat Valenciana. En cualquier caso, destaca que también se abren nuevas oportunidades con la llegada de la gigafactoría de Volkswagen a Sagunt y la electrificación de Ford, una inversión que, sin embargo, se está demorando más de lo previsto. "Hay temor en las empresas por el retraso, pero también confianza en la multinacional, que es exitosa a nivel mundial", subraya.

-¿Qué le ha llevado a dar el paso de tomar las riendas del Clúster de la Automoción y Movilidad de la Comunitat Valenciana?

-La responsabilidad. Todo empresario tiene que aceptar su responsabilidad. Creo que hemos tenido unos presidentes extraordinarios en Avia desde Emilio Orta hasta Mónica Alegre, que ha sido la última. Con ella tuve una reunión privada en la cual me planteó que había cubierto una etapa, quería tener un relevo y quería proponerme a la junta directiva, que es la que tiene la decisión final. Le dije de inmediato que sí porque creo que todos tenemos que aceptar nuestras responsabilidades. 

A partir de ahora, hay que ponerse a trabajar en estos momentos de incertidumbre tecnológica. Ford está sufriendo una transformación que conlleva que tengamos una bajada de producción debido a que se van a cambiar los vehículos tradicionales por los eléctricos. Esa espera va a ser dura para los suministradores de componentes, pero todos esperamos éxitos en Valencia y en el sector de la automoción en general.

-¿Qué retos se ha fijado?

-En primer lugar, ayudar a todos los asociados en esta transformación porque acontecen grandes novedades y oportunidades de negocio. Soy de los que piensa que en épocas de cambios hay que aprovechar las oportunidades. Avia ya sea ha transformado también en el Clúster de la Movilidad porque habrá grandes novedades en estos temas. Tenemos que estar muy atentos a los combustibles que vendrán en el futuro porque, además de la electricidad, también están los biocombustibles como el hidrógeno, que está más cerca de lo que podemos imaginar.

-¿Y qué están haciendo las empresas valencianas para afrontar esos cambios?¿Qué tecnologías se están implementando?

-En los asociados de Avia está habiendo una transformación importante hacia las necesidades del sector. Vemos que en todas las tecnologías por las que se está apostando, las empresas están haciendo muchos esfuerzos por adaptarse. En el hidrógeno hay análisis y estudios hacia posibles adaptaciones a corto plazo, pero en cuanto a baterías hay grandísimos avances en torno al vehículo conectado. Incluso, compañías que trabajan directamente con el motor tradicional están haciendo una transformación extraordinaria. Y, desde Avia, tenemos que ayudar y formar a los trabajadores.

-¿Es necesaria una reconversión de los actuales perfiles profesionales?

-Totalmente. Tenemos que hacer todos un grandísimo esfuerzo porque, pese a los altísimos indices de paro en España y la Comunitat Valenciana, van a empezar a faltar trabajadores por no encontrar especializaciones muy concretas en el sector. 

-¿Qué está fallando?

-Desde Avia debemos de intentar impulsar y dar nuestra opinión a todas las formaciones políticas para que puedan modificar ciertos planes de estudio. También tenemos que trabajar el día a día y si hace falta formar a ciertos perfiles de profesionales, debemos impulsarlo porque tiene que ser algo inmediato. No podemos esperar a que se acabe un ciclo formativo para obtener trabajadores, sino que tiene que ser inmediato. Reciclarse quizás sería un titular más importante para nosotros.

"Muy pocas empresas están en situación compleja y estamos sobreviviendo bastante bien esta crisis. Auguramos un buen futuro"

-¿Cómo se encuentra el sector en estos momentos con todos los vaivenes que hay en el mercado por la falta de componentes y el encarecimiento de las materias primas?¿En qué se está trabajando para sortear la actual coyuntura?

-Mala fue la pandemia, pero se resolvió bastante pronto porque enseguida nos pusimos a producir. Ha sido peor la crisis por la falta de suministro de componentes. Hoy está un poco mejor, pero estamos con paros en Ford y el mundo ha cambiado. Esperemos que poco a poco se resuelvan los problemas de suministros y de precios, que se han disparado y que son muy difíciles de trasladar a nuestro cliente final. Ahí tenemos una batalla. Lo importante es que muy pocas empresas están en situación compleja y estamos sobreviviendo bastante bien esta crisis y, a partir de ahora, solo podemos ir para arriba. Por tanto, auguramos un buen futuro.

-¿Las empresas siguen manteniendo su rentabilidad?¿Los márgenes son positivos?

-Hay dos factores clave. Por un lado, la subida de precios que afecta, pero quizás tiene mayor impacto la disminución del volumen de negocio. Todas las empresas partimos de una producción que se ha visto mermada por las circunstancias y ahora necesitamos más volúmenes de producción. 

-¿Y cómo se consigue aumentar el negocio cuando la mayoría de fabricantes automovilísticos está reduciendo los modelos de sus flotas? De hecho, solo este año la factoría de Ford en Almussafes ha perdido la S-Max y Galaxy.

-La clave es la diversificación. La mayoría de empresas de Avia empezamos con Ford, pero poco a poco hemos ido teniendo otros clientes. Hoy en día necesitamos ciertos estímulos para forzar planteamientos estratégicos y se hacen más esfuerzos para diversificar tanto a nivel de clientes como de producto. En este sentido, tenemos empresas que se han ido al sector aeronáutico, a la fabricación de componentes para baterías, a productos de economía circular para el reciclaje... La movilidad nos abre un espectro muy importante.

Foto: KIKE TABERNER

-La planta de Ford ha cerrado un ERE que ha afectado a más de 1.000 trabajadores y sigue la incógnita de los eléctricos que llegarán a Almussafes. ¿Cómo ve el futuro de la factoría?

-Los vehículos eléctricos van a llegar más tarde de los esperado. No tenemos noticias. Ahora lo que nos debe de preocupar bastante es cómo sincronizamos la pérdida de los modelos que actualmente se están fabricando en la planta. A partir de ahí, confianza en la multinacional, que es exitosa a nivel mundial, aunque a nivel europeo no esté pasando su mejor momento. Sin embargo, confianza plena y que acierte y tenga muy claro cuál es el modelo a fabricar en España. Yo, por lo menos, tengo confianza.

-Pero, a la vista del retraso en la inversión. ¿Existe temor en la industria auxiliar valenciana? 

-Evidentemente que lo hay, pero hasta que no tengamos información precisa no podemos concluir nada. Esperamos tenerla cuanto antes y actuaremos en función de ella. Esperemos que las noticias sean buenas.

-¿Cómo están afectando estos retrasos a la industria valenciana a nivel de costes y de planificar su producción?

-Los empresarios tenemos que planificar el futuro de nuestras empresas y, a partir de ahí, unos optarán por una estrategia más disruptiva de hacer una reconversión más importante y otros serán más conservadores, pensando en sus capacidades. Eso depende de cada empresa. Lo que está claro es que las compañías tienen que crecer y ser cada día más potentes y transformarse para dar servicio a la multinacional que tenemos en Almussafes. Al final, tienen que fijar un escenario de bajo, medio y alto riesgo y analizarlo. En un momento dado sería más prudente quedarse en un entorno intermedio. Confiamos en que la multinacional saque vehículos en un plazo razonable y con unos volúmenes razonables.

"En el corto plazo habrá una disminución de empleo, pero también hay que pensar en las oportunidades que van a surgir a nivel de movilidad"

-¿Han contemplado en algún momento que la electrificación de Ford Almussafes no se vaya a acometer?

-No se contempla. Todo en la vida puede suceder, pero hay que ser razonables. La multinacional tiene unos planes de producción de eléctricos y vemos que se trabaja en ello. Es cierto que llevamos un poco de retraso, pero para nada contemplamos un escenario en el que haya una noticia desalentadora y que no se vaya a fabricar en Valencia.

-¿Qué volumen de producción en Ford sería el óptimo para que el impacto en la industria valenciana fuera el menor?

-En la planta de Valencia hemos llegado a rozar los 400.000 vehículos anuales en la época dorada del sector. Ahora no llegamos a las 200.000 unidades. Si trabajáramos en esos volúmenes mantendríamos una estabilidad en cuanto a negocio. Valencia tiene mucha capacidad de fabricación y, aunque va a costar obviamente llegar a cifras tan importantes como las de 400.000 coches al año, debemos ir cada año a más fabricación de la que tenemos porque hay capacidad, conocimiento y talento. 

-¿Y cómo afectará este nuevo escenario al empleo? Se habla de que un coche eléctrico precisa de un 30% menos de mano de obra que uno de combustión.

-Vamos a ser claros. En el corto plazo habrá una disminución de empleo y eso es bastante patente. Ya sabemos que hay despidos en Ford y, de una manera u otra, eso va a repercutir en los suministradores de componentes. No obstante, hay que pensar en las oportunidades que van a surgir a nivel de movilidad. También, pensamos que PowerCo -la filial de baterías de Volkswagen- puede ser una muy buena oportunidad para ampliar el trabajo. Aunque es verdad que no todas las personas que salgan del automóvil se van a recolocar en la fábrica de Volkswagen. 

Además, como amenaza que tenemos que resolver, está todo lo que va a acontecer con la sostenibilidad y la descarbonización, que va a provocar una economía más cercana. Ello puede producir que la exportación de muchas compañías en Valencia se vea penalizada, por lo que tenemos que estar muy atentos y conocer bien las reglas del juego. Hay que estar preparados como país para poder ofrecer productos descarbonizados. Necesitamos energía renovable porque es la única manera de fabricar más verde y las distancias para suministrar pueden ser un hándicap. Por eso, pedimos a las autoridades que si Europa impone una agenda 2030 muy importante, las importaciones tienen que tener las mismas reglas y parámetros o jugaremos con mucha desventaja y eso puede afectar a la economía a nivel europeo. 

Foto: KIKE TABERNER

-¿Qué va a suponer la gigafactoría de Volkswagen para la industria valenciana?

-El talento es muy importante y se va a mantener e, incluso, a incrementar porque las tecnologías cada vez son más complejas. Valencia se consolida como ciudad muy importante para el sector del automóvil y como ciudad que tiene un conocimiento pleno a nivel de suministro de componentes para los vehículos. Eso nos da una fuerza muy importante a nivel europeo de fabricación. El potencial de ingenierías va a aumentar y también el número de empresas porque se van a generar nuevas compañías tecnológicas y proveedores del sector. Son muy buenas noticias.

-Habla de creación de empresas. ¿En qué sectores?¿Tienen estimado a nivel empleo y generación de riqueza lo que supondrá la llegada de la planta de celdas de baterías?

-No tenemos datos desde Avia, pero sí la experiencia de Ford. Prácticamente, a excepción de las multinacionales, el resto de asociados son empresas de nueva creación y otras de hace 30-40 años. Es muy lógico, y podemos garantizar, que se van a generar nuevas empresas y a ampliar el porfolio de productos de las firmas actuales. En concreto, crecerá el sector químico y eléctrico por las baterías; el sector metalmecánico va a continuar; los plásticos... Sobre todo vemos un crecimiento en tecnologías a nivel  de programación e información, es decir, de las TIC. Pero, para eso, necesitamos de personal cualificado para manejar todas estas nuevas empresas y productos que vamos a necesitar. La sociedad se transforma y todos los empresarios notamos que cuesta encontrar perfiles.

-¿Existen avances en los contactos entre Avia y PowerCo -Volkswagen- para conocer sus necesidades?

-No hay muchos avances, pero lo entendemos porque PowerCo necesita asentarse. Es un proyecto muy importante. Las conversaciones son positivas y estamos en contacto y están interesado en que Avia y en el tejido empresarial valenciano colabore con ellos, pero tenemos que tener paciencia. En el momento que quieran abrir la comunicación sobre sus necesidades estaremos todos expectantes para ver las oportunidades de negocio y en qué podemos ayudar a la multinacional. 

-¿Pero conocéis su hoja de ruta?

-No la tenemos todavía.

-Cambiando de asunto, su antecesora en el cargo, Monica Alegre, incidió en la necesidad de acompasar los tiempos en la transformación del sector por la descarbonización total del sector. ¿Está de acuerdo? ¿Cree que aún queda por mucho por hacer?

-Totalmente de acuerdo. De hecho, tenemos información de nuestros clientes y hay muchos que ya están requiriendo que para 2025 el 100% de la energía que consumimos en nuestras empresas sea renovable. No sé si habrá energía renovable para todos. El tiempo lo dirá. A nivel de descarbonización total de los vehículos se habla de 2050. Es una fecha bastante lejana, pero si hacemos un ejercicio interno de pensar lo que significa que absolutamente todos los componentes del coche estén fabricados de forma descarbonizada, el reto es muy ambicioso. Se van a hacer grandes esfuerzos, pero esas reglas o las cumplimos todos o saldremos perjudicados.

-¿Faltan reglas del juego más claras? ¿Existe competencia desleal del exterior? 

-En este momento las fronteras están abiertas para todo. Por ejemplo, en el sector hortofrutícula con el tema de los fitosanitarios hay unas reglas en Europa muy claras, pero, sin embargo, por los puertos y fronteras pasan productos de terceros sin impunidad. Tememos que en el automóvil pueda pasar lo mismo. Se importan vehículos de otros continentes y les avala la normativa actual. En cuanto salga una imposición clara en cuanto a descarbonizacion de suministro de componentes y fabricación de vehículos es previsible que no estén con las mismas reglas.

Foto: KIKE TABERNER

-Desde PowerCo se ha insistido en la necesidad de acelerar los puntos de recarga para acelerar la penetración del vehículos eléctricos. ¿Ve factible el plazos de 2035 fijado por Europa para que los fabricantes solo puedan vender eléctricos dado el despliegue de infraestructuras actual?

-Nosotros conocemos la planificación de las fábricas y todos los clientes están planificando para que toda su flota sea eléctrica a partir de 2025. Pero, por otro lado, veo un temor a que las infraestructuras no estén preparadas. 

-¿Qué deben hacer las Administraciones para revertir la falta de infraestructuras de carga?

-Si no hay infraestructuras ni puntos de recarga la gente no se podrá comprar un vehículos eléctrico. Además, hoy en día estamos ya en 14 años de antigüedad del parque de vehículos, que es demasiado tiempo, y eso se incrementará porque la gente se comprará en 2034 un coche y lo aguantará una eternidad hasta que no disponga de una infraestructura de carga.

-¿Hasta ahora no se ha hecho suficiente en este sentido?

-Quiero ver el plan y, a partir de ahí, hablamos. Lo que se ha hecho hasta ahora han sido medidas cosméticas de hacer ciertos puntos de recarga para demostrar que se estaba apoyando, pero quiero ver el plan para nuestras ciudades y los polígonos industriales y luego su ejecución. Ha faltado planificación. 

-Actualmente, los eléctricos son un producto caro. ¿Cómo se consigue abaratar?

-En absoluto.El ciudadano no puede asumir un coste mayor. La tendencia debe ir a abaratarse a medio plazo. Para ello, se necesita economía de escala. Hace falta fabricar muchos más vehículos porque cuando hay más oferta bajan los precios, pero, sobre todo, hay que trabajar más el tema de las baterías. El producto que dispara el precio son las baterías y ahí hace falta que se reduzca drásticamente. El resto de componentes tradicionales como carrocería o interiores seguirá en una misma línea de precios. 

-El Gobierno lanzará en breves la segunda convocatoria de las ayudas para el PERTE VEC. ¿Hay interés en esta nueva edición por parte del tejido empresarial valenciano?¿Conoce iniciativas que se vayan a presentar?

-No tenemos datos, pero sí que vemos un mejor ánimo porque se han reducido los plazos y las exigencias. Ojalá se presenten. Debemos acogernos porque son una inyección económica muy importante que brinda Europa y debemos aprovecharla. Si no lo hacemos nosotros lo harán otros países y empresas y perderemos algo de competitividad.

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